El salario mínimo continuará por debajo de los 900 yenes por hora en 28 prefecturas

Política Trabajo

El aumento medio del salario mínimo en el año fiscal 2022 será de 31 yenes. Se trata del mayor aumento desde 2002. No obstante, podría ser insignificante debido al reciente aumento de los precios de la energía y los alimentos.

El 2 de agosto, el Consejo Central para los Salarios Mínimos (órgano asesor del ministro de Salud, Trabajo y Bienestar) sugirió al ministro Gotō Shigeyuki que el salario mínimo medio ponderado nacional para el año fiscal 2022 debía elevarse en 31 yenes. Se trata del mayor aumento desde que se introdujo el actual sistema de salarios por hora en el ejercicio de 2002, superando el incremento de 28 yenes del ejercicio de 2021. Si la revisión se hace conforme a la meta, el promedio del salario mínimo nacional por hora será de 961 yenes.

La meta divide a cada prefectura en cuatro rangos, de la A a la D, según la situación económica, con las 17 prefecturas clasificadas como A y B fijadas en 31 yenes y las 30 prefecturas clasificadas como C y D en 30 yenes. La cuantía del aumento la decidirá el consejo de cada prefectura basándose en las metas indicadas, y el nuevo salario mínimo se aplicará a partir de octubre aproximadamente.

La situación en Ucrania y el alto coste de la vida debido a la debilidad del yen han dificultado la vida de los trabajadores, y los sindicatos y la patronal coinciden en la necesidad de aumentar el salario mínimo. Sin embargo, el elevado coste de las materias primas, principalmente en las pequeñas y medianas empresas (pymes), no se ha repercutido totalmente en los precios de los productos y servicios, reduciendo los beneficios, y las empresas han venido insistiendo en que se tenga en cuenta su capacidad de pago. Hasta el momento, cuatro rondas de conversaciones no han logrado salvar la diferencia entre los trabajadores y la patronal sobre el alcance del aumento y la base de cálculo, y los ajustes han continuado entre bastidores.

La situación en Ucrania y la depreciación del yen han provocado una serie de subidas de precios de los alimentos y productos de primera necesidad, que han afectado directamente a los consumidores. El Gobierno de Japón incluyó en su Política Básica de Gestión Económica y Fiscal “Honebuto no Hōshin” (literalmente, “política robusta”), la directriz básica para la gestión económica y fiscal, aprobada por el Consejo de Ministros en junio, que trabajaría para elevar el salario mínimo a una media ponderada nacional de al menos 1.000 yenes lo antes posible. Sin embargo, el salario mínimo solo supera los 1.000 yenes en tres prefecturas: Tokio 1.072 yenes, Kanagawa 1.071 yenes y Osaka 1.023 yenes. La franja entre los 950 y los 999 yenes también se limita a Saitama, Chiba, Aichi, Kioto y Hyōgo que cuentan con grandes ciudades, dejando a la mayoría de las 28 prefecturas en el nivel por debajo de 900 yenes.

Fotografía del encabezado: PIXTA.

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