Fragmentos de Japón

El Shinkansen: el tren bala japonés

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Hace ya casi 60 años que entró en servicio el Shinkansen (literalmente, “nueva línea troncal”), popularizado en el mundo como “tren bala japonés”. Cuando debutó, en 1964, alcanzaba una velocidad máxima de 210 kilómetros por hora y se movía por una red muy limitada. Hoy en día alcanza los 320 kilómetros por hora y extiende sus tentáculos por gran parte del país. Su progreso no se ha detenido. Se trabaja en un nuevo tipo de tren, de levitación magnética, que podrá superar los 500 kilómetros por hora.

De Kyūshū a Hokkaidō

El Shinkansen comenzó a operar justo antes de inaugurarse los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Lo hizo en la línea Tōkaidō Shinkansen, que unía las estaciones de Tokio y Shin-Ōsaka. Su debut vino rodeado de expectación mundial, pues era el primer superexpreso que superaba los 200 kilómetros por hora. Fue, además, un símbolo del renacimiento de Japón después de la Segunda Guerra Mundial y de una etapa de crecimiento económico rápido y sostenido conocida internacionalmente como “milagro japonés”. A la línea Tōkaido Shinkansen siguió, en 1972, la San’yō Shinkansen, entre Shin-Ōsaka y Okayama. Tres años después esta se extendió hasta Hakata, ya en la isla de Kyūshū.

Un tren de la serie 0, primera generación del Shinkansen, que recorrió las líneas Tōkaidō y San'yō. (PIXTA)
Un tren de la serie 0, primera generación del Shinkansen, que recorrió las líneas Tōkaidō y San’yō. (PIXTA)

En 1982 se inició la expansión hacia el norte de Tokio con la apertura de otras dos líneas: Tōhoku Shinkansen (Ōmiya-Morioka) y Jōetsu Shinkansen (Ōmiya-Niigata). En aquella época, la ferroviaria estatal entró en una fase de grandes dificultades financieras que condujo finalmente a su partición y privatización en 1987. Nacieron así las diversas empresas territoriales del grupo JR.

Durante los años de apuros financieros anteriores y posteriores a la privatización resultaba difícil afrontar proyectos de construcción de nuevas líneas, por lo que se optó por acomodar a la nueva anchura las vías ya existentes, el llamado “mini Shinkansen”. Esta fue la solución que se adoptó para establecer la línea Yamagata Shinkansen en 1992 y la Akita Shinkansen en 1997. En los trayectos del “mini Shinkansen” los trenes solo alcanzan los 130 kilómetros por hora, pero permiten continuar el viaje por la línea Tōhoku Shinkansen sin necesidad de hacer trasbordo.

Después de la privatización, una corporación especial del Estado se encarga de la construcción las nuevas vías del Shinkansen, que una vez listas son alquiladas por alguna de las empresas territoriales del grupo JR. Este esquema se aplicó por primera vez en 1997, un año antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano, para la construcción del Hokuriku Shinkansen entre Takasaki y Nagano. La línea no sufre las limitaciones de velocidad del “mini Shinkansen”, así que los trenes que la recorren pueden alcanzar los 260 kilómetros por hora.

A partir de entonces, se han construido nuevas líneas de Shinkansen a toda escala. La Tōhoku Shinkansen se extendió hasta Hachinohe en 2003 y hasta Shin-Aomori en 2010. La Kyūshū Shinkansen comenzó operando en 2004 el tramo Kumamoto-Kagoshima-chūō, al que se sumó en 2011 el tramo Hakata-Kumamoto. En 2015 la línea Hokuriku Shinkansen abrió el tramo Nagano-Kanazawa y en 2016 la Hokkaidō Shinkansen el Shin-Aomori - Shin-Hakodate-Hokuto. De esta forma, la isla más septentrional (Hokkaidō) y la más meridional (Kyūshū) de las cuatro principales del archipiélago japonés quedaban unidas por la red Shinkansen.

El 23 de septiembre de 2022 entrará en funcionamiento la nueva línea Nishi-Kyūshū Shinkansen (Takeoonsen-Nagasaki), para 2024 se espera que se abra el tramo Kanazawa-Tsuruga de la línea Hokuriku Shinkansen y para 2031 el Shin-Hakodate-Hokuto - Sapporo de la Hokkaidō Shinkansen (véase el mapa).

Los de la línea Tōhoku, los más rápidos

Veamos ahora cómo ha evolucionado la velocidad de estos trenes. En 1964, como se ha dicho, el primer tren que recorrió la línea Tōkaidō alcanzaba los 210 km/h. Aquel Hikari hacía el trayecto entre Tokio y Shin-Ōsaka en tres horas y 10 minutos (tiempo mínimo). En 1986 lo hacía en menos de tres horas, gracias a una nueva velocidad máxima de 220 km/h. En 1992 se produjo un nuevo acortamiento del tiempo (dos horas y media), gracias a la introducción de los nuevos trenes Nozomi que llegaban a desarrollar los 270 km/h. Desde 2015 la velocidad máxima es de 285 kilómetros y el tiempo necesario para cubrir el trayecto de dos horas y 22 minutos.

Cuando se inauguró en 1982 el Tōhoku Shinkansen alcanzaba también los 210 km/h. En 1985, los 240, en 1992 los 275 y en 2011 los 300. Desde 2013 circula a un máximo de 320 km/h, que es la velocidad máxima alcanzada por un Shinkansen en todo el país.

Doctor Yellow, el médico del Shinkansen

Una de las características más importantes del Shinkansen es que aúna estas altas velocidades con un apretado horario de servicios. En la línea Tōkaidō Shinkansen el promedio diario supera los 340 servicios y en los momentos de mayor actividad sale un tren cada tres minutos. Entre las líneas norteñas de Tōhoku, Jōetsu, Hokuriku y Hokkaidō Shinkansen, suman un total superior a los 320 servicios diarios. Para garantizar la seguridad dentro de esta frenética actividad, el Shinkansen dispone de un vagón ad hoc.

Doctor Yellow es el sobrenombre del tren encargado de examinar las condiciones de las líneas Tōkaidō y San’yō Shinkansen. Este “médico sobre raíles” hace el recorrido Tokio-Hakata aproximadamente una vez cada 10 días, alcanzando los 270 kilómetros por hora. Durante su recorrido, hace un cumplido examen de todas las instalaciones, revisando y haciendo mediciones del tendido eléctrico, los semáforos, las vías y otros elementos. Como no es fácil verlo casualmente, se dice que los afortunados que ven al “doctor Amarillo” son visitados por la diosa Fortuna.

El Doctor Yellow. (PIXTA)
El Doctor Yellow. (PIXTA)

Una limpieza perfecta en apenas siete minutos

Si el Shinkansen ofrece los más altos niveles en velocidad y seguridad, puede jactarse también de ofrecer un excelente servicio al usuario. La limpieza del interior de los vagones en la estación de partida y destino es un buen ejemplo.

En el caso de la compañía territorial JR East Japan, los trenes con destino final en Tokio disponen solo de 12 minutos antes de iniciar su siguiente servicio. Dos de esos 12 minutos se destinan a apear a los viajeros, y otros tres a montar al siguiente grupo. Esto quiere decir que los empleados disponen solo de siete minutos para completar la limpieza del interior de los vagones. Cada equipo de limpieza está integrado por 22 empleados, que se alinean en el andén antes de la llegada del tren y dan la bienvenida a los viajeros con una profunda reverencia. Los aproximadamente 100 asientos de cada vagón son responsabilidad de dos empleados, que van recogiendo los desperdicios dejados por los viajeros, colocando los asientos en su posición original, pasando un paño por las mesas y ventanas, y sustituyendo las fundas de la parte superior de los asientos por otras nuevas. Terminada la limpieza, los empleados salen al andén y vuelven a inclinarse para despedir al siguiente grupo de viajeros. Su trabajo es tan perfecto que a veces reciben aplausos.

Personal de limpieza del Shinkansen saludando a los viajeros a la llegada de un tren a la estación de Tokio. (PIXTA)
Personal de limpieza del Shinkansen saludando a los viajeros a la llegada de un tren a la estación de Tokio. (PIXTA)

Levitación magnética y trenes de próxima generación

La evolución del Shinkansen continúa hoy en día. La compañía territorial JR Tōkai comenzó a construir en 2015 la nueva línea Chūō Shinkansen para trenes de levitación magnética por superconductividad que alcanzarán los 500 kilómetros por hora y permitirán realizar el trayecto Shinagawa-Nagoya en 40 minutos. Aunque se planeaba que estos trenes ultrarrápidos comenzasen a operar en 2027, todo indica que esto no va a ser posible ya que las autoridades de Shizuoka no han dado luz verde a las obras de construcción de túneles en su prefectura por estimar que podrían afectar a sus aguas subterráneas.

Por su parte, JR East Japan está desarrollando los nuevos trenes de próxima generación ALFA-X, con los que se propone conseguir velocidades más altas en sus líneas Tōhoku Shinkansen y Hokkaidō Shinkansen. Si excluimos los de levitación magnética, estos trenes serán los más rápidos del mundo en operar comercialmente, pues alcanzarán los 360 kilómetros por hora. La intención de la compañía es comenzar a utilizar estos trenes para 2031 cuando se prevé la extensión hasta Sapporo de la línea Hokkaidō Shinkansen. La misma compañía está haciendo pruebas de conducción autónoma en la línea Jōetsu Shinkansen. Aunque todavía no se ha fijado plazos, aspira a introducir algún día esta tecnología.

Fotografía del encabezado: Un tren de la línea Nishi-Kyūshū Shinkansen en recorrido de prueba llega a la estación de JR Nagasaki el 10 de mayo de 2022. (Jiji Press)

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