Los robots japoneses se hacen más humanos

Ui Yoshimi, emprendedora e inventora: inteligencia artificial para los cuidados geriátricos

Ciencia Salud

En Japón, país desarrollado con una población envejecida, ha nacido Helppad, un revolucionario sistema que permite detectar la presencia de excreciones por el olor. Hablamos con Ui Yoshimi, desarrolladora cuyo emprendimiento es un soplo de aire fresco en el sector de las tecnologías para el cuidado geriátrico.

Ui Yoshimi UI Yoshimi

Directora general de aba Inc. Nacida en la prefectura de Chiba en 1988. Fundó su empresa en 2011, cuando aún estudiaba en el Instituto Tecnológico de Chiba. Se doctoró mientras trabajaba. En 2019 fue seleccionada como Nice-Step Researcher (investigadora prometedora) por el Instituto Nacional de Políticas Científicas y Tecnológicas (NISTEP).

Una casa de dos plantas situada en una zona tranquila de Funabashi, una ciudad del norte de la prefectura de Chiba, aloja el centro de I+D de la empresa de tecnología geriátrica aba. Su interior está abarrotado de piezas de aparatos eléctricos, sillas de ruedas y otros enseres. La directora general de la firma, Ui Yoshimi, de 33 años, ha desarrollado una esterilla con un sensor integrado que detecta los malos olores del pañal de la persona que yace sobre ella y lo notifica al cuidador automáticamente. Se llama Helppad y es el primer sistema de higiene urinaria y fecal con forma de esterilla del mundo. Como dispositivo robótico para el cuidado geriátrico, su fin es aliviar la carga de los cuidadores mediante la recopilación de datos.

Helppad.
Helppad.

La frustración de no haber podido contribuir en el cuidado de su abuela

Cuando Ui estudiaba la secundaria, su abuela, que la crio cuando su madre estaba ocupada trabajando en el negocio familiar, cayó en una depresión y necesitó que la cuidaran. Ella estaba en plena adolescencia y sufrió por no saber cómo gestionar el cambio radical de la enferma. En casa reinaba un ambiente sombrío.

Cuando sopesaba sus opciones para seguir estudiando, Ui tuvo un encuentro que le cambiaría el futuro con un robot geriátrico de conversación (robots de comunicación) en las jornadas de puertas abiertas de una universidad. El pesar por no haber podido ayudar a su abuela la guio en su elección: “Quiero desarrollar tecnologías que faciliten a todo el mundo la tarea de cuidar a las personas mayores, pensando en sus familiares”.

Ver el interior del pañal sin abrirlo

Ui continuó sus estudios en el Instituto Tecnológico de Chiba y, con la recomendación de su tutor, el profesor Tomiyama Ken, hizo prácticas en una residencia geriátrica asistida para conocer la realidad del sector. El primer día en el centro vio cómo dos trabajadores ayudaban a una persona mayor con demencia a defecar —uno le aguantaba el cuerpo, otro le empujaba la parte inferior del abdomen aplicándole un laxante— antes de mandarla a casa. Los gritos del anciano hicieron que se le saltaran las lágrimas. Al preguntar si el paciente deseaba aquel tipo de cuidados, los cuidadores le respondieron que no lo sabían. Resultó que eran sus familiares quienes habían pedido que le hicieran ir de vientre antes de llevarlo a casa. Fue así como tuvo el primer contacto con la realidad del mundo de los cuidados geriátricos. Ui recalca que, si hay familias que se libran de limpiar las excreciones de sus mayores a diario, es gracias a los cuidadores.

La frase de una cuidadora le caló hondo: “Quisiera ver el interior del pañal sin tener que abrirlo”. No se puede saber si un pañal está sucio hasta que se cambia. Los cuidadores comprueban entre 6 y 8 veces al día el pañal de los residentes que no van al baño porque no pueden avisar, pero entre el 20 % y el 30 % de los pañales que desechan están limpios. Si, por el contrario, se dan cuenta demasiado tarde y hay fugas, hay que cambiar las sábanas y la ropa, lo que cuesta diez veces más tiempo y esfuerzo. Si se pudiera comprobar el interior del pañal y hacer previsiones, sería posible acompañar a la persona al baño a tiempo, con lo que se aliviaría mucho la carga de trabajo de los cuidadores y mejoraría el bienestar de los pacientes. Partiendo de esta idea, Ui se propuso desarrollar un sensor que detectara y diferenciara el olor de la orina y las heces.

Ui lanzó su proyecto académico en 2007. Estuvo a punto de rendirse ante la dificultad de reunir los elementos necesarios para desarrollar un dispositivo robótico (maquinaria, electricidad, programación, etc.), pero, con el apoyo del profesor Tomiyama, acabó fundando su empresa en otoño de 2011, durante su cuarto año de carrera. Fue Tomiyama quien bautizó la entidad con el nombre de aba, que corresponde a las iniciales de awakened bunch activity (‘la actividad de los despiertos’). También captó como director técnico a Tanimoto Kazushiro, que era uno de los mejores ingenieros del curso y había ganado el campeonato mundial RoboCup.

(Cortesía de aba Inc.)
(Cortesía de aba Inc.)

Las necesidades fisiológicas son el único de los tres principales cuidados geriátricos (los otros dos son el baño y la comida) que no puede controlarse. En aquel tiempo las residencias lo apuntaban todo a mano. Ui abordó su proyecto de desarrollo partiendo de la idea de que, si lograba registrar automáticamente los datos y facilitarlos a la residencia, se podrían prever los patrones fisiológicos de los residentes y organizar sus horarios de baño, comidas, ocio y cualquier otra actividad en consonancia.

A partir de 2013, Ui empezó a compaginar sus tareas como investigadora con el trabajo como cuidadora en la residencia los fines de semana. Sin embargo, el plan no fluyó como esperaba. No había forma de encontrar a quien se prestara a hacer sus necesidades en el pañal mientras yacía sobre la esterilla. Ir al baño es un acto íntimo que toca la dignidad de las personas. Además, ¿cómo iba a colaborar en un experimento un centro donde los trabajadores están tan ajetreados como en una residencia geriátrica? Con todo, el desarrollo de la inteligencia artificial no avanza sin datos contrastados.

Al final Ui se lio la manta a la cabeza, se puso ella misma un pañal y se tumbó en un futón que instaló en el pequeño apartamento que alquilaba como oficina. Cuando el sensor empezó a reaccionar ante el olor que emanaba del pañal, tanto ella como Tanimoto, que recopilaba los datos por ordenador, dejaron de lado el sentido del pudor y compartieron la alegría por su avance.

La capacidad de implicar a los demás

Yamaguchi Satoshi, miembro del Departamento de Desarrollo Tecnológico de Paramount Bed, socio desarrollador de Helppad, recuerda el proceso: “Fue algo muy difícil que no podría haber logrado un fabricante solo”.

El motivo por el que se decantó por un dispositivo en forma de esterilla en lugar de uno que hubiera que llevar puesto fue que el primero reducía la carga de los cuidadores a la vez que era más respetuoso con la persona dependiente. Ui desarrolló un sensor de olor puntero que detecta las excreciones con solo colocar una esterilla en la cama, una tecnología de IA que detecta la orina y las heces, un sistema de datos que agiliza el registro de las excreciones y genera patrones automáticamente, y una aplicación a la que se puede acceder virtualmente en todo momento. Logró satisfacer el deseo de los cuidadores, que querían saber cómo estaba el pañal por dentro sin tener que abrirlo, combinando distintas tecnologías y creando un sistema fácil de usar. También mejoró la precisión del algoritmo del sensor de olor gracias a los datos que recopiló durante años. Consiguió comercializar el Helppad en 2019.

Diez años después de su fundación, la empresa tiene diez empleados a tiempo completo y 40 personas que colaboran en el desarrollo y la fabricación, incluyendo a los profesionales externos. Cuenta con un entorno que permite seguir trabajando a aquellos que tienen personas dependientes o niños a su cargo, y ofrece teletrabajo y horario totalmente flexible desde sus inicios, mucho antes de la pandemia. La propia Ui, que fue madre por primera vez a los 28 años y después a los 31, se dedica en cuerpo y alma a la I+D, la gestión empresarial y la crianza de sus hijos.

Actualmente el Helppad se usa en más de 100 centros. Su difusión se ha visto impulsada por la asignación de subvenciones públicas para robots cuidadores a partir de 2015. Mistletoe, una empresa que apoya a las empresas emergentes fundada por Son Taizō, y Real Tech Fund, gestionada por Nagata Akihiko, fundador de la pequeña empresa de biotecnología Euglena, han ayudado a patrocinarlo. En total se reunieron mil millones de yenes de fondos.

En 2019, Ui fue nombrada Nice-Step Researcher, una distinción del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología que reconoce las contribuciones científicas y técnicas destacadas. En 2021, recibió un premio en la Cumbre Japonesa de Innovadores Menores de 35 años de la revista estadounidense MIT Technology Review. Ambos galardones le auguran un futuro prometedor como líder de la industria de la tecnología de los cuidados.

La oficina recuerda a una start-up que opera en un garaje, algo muy propio de las empresas pequeñas. En el piso de arriba hay una sala de reuniones y un laboratorio.
La oficina recuerda a una start-up que opera en un garaje, algo muy propio de las empresas pequeñas. En el piso de arriba hay una sala de reuniones y un laboratorio.

Productos derivados del Helppad

La aplicación de los datos acumulados y la tecnología de sensores desarrollada con Helppad en el sector de los cuidados geriátricos está dando lugar a una serie de productos derivados.

CareS es un producto para crear flujos de trabajo y calendarios de turnos que verá la luz en un futuro. Aprovecha los datos de Helppad para calcular quién debe ofrecer qué tipo de cuidado y cuándo a partir de los datos biométricos de la persona que requiere ese cuidado. Ui opina que el uso de este tipo de datos, que varían a diario, permite un cuidado mejor adaptado a cada persona. Está convencida de que, si se reducen las tareas indirectas y los cuidadores se pueden centrar en cuidar, el valor de su trabajo aumentará: “Los cuidadores dedican entre un 30 % y un 40 % de su tiempo a tareas indirectas como registrar datos a mano, por lo que les falta tiempo”.

Ui también investiga el uso de sensores para detectar enfermedades a partir del olor de las excreciones. Del comentario de una cuidadora que aseguraba que olía el norovirus en las heces, surgió la idea de hacer diagnósticos a partir de estas y sus olores. La difusión de las enfermedades infecciosas puede contenerse si se detectan en una fase inicial. La investigación se lleva a cabo junto con grandes empresas como Kao, fabricante de productos de primera necesidad.

Cuidar sin que suponga una carga

En Japón hay 6,89 millones de personas oficialmente reconocidas como dependientes (datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar a finales de febrero de 2022). Cada año 100.000 personas dejan de trabajar para atender a un pariente. La población de familiares cuidadores que no dejan el trabajo ni informan a la empresa de los cuidados alcanzó los 6,99 millones en 2016. El problema es cada vez más grave.

Ui tiene la mirada puesta en los cuidados domésticos. Quiere hacer que pasen de ser algo que los familiares se ven obligados a hacer a algo que quieran hacer. Su sueño es convertir toda la ciudad en una gran residencia geriátrica haciendo llegar las esterillas Helppad a todos los hogares.

Al ser la sociedad más envejecida del mundo, Japón acumula mucha experiencia en el cuidado geriátrico. Ui, que ha ejercido como cuidadora, afirma orgullosa: “Los cuidados especializados son un trabajo interesante y digno. Los cuidadores profesionales saben comunicarse incluso con los ancianos más difíciles. Quiero difundir la excelente cultura japonesa del cuidado por todo el mundo”. Aspira a ser como Florence Nightingale, que elevó el estatus profesional de la enfermería. Aunque la pandemia le ha impedido desplazarse en estos últimos años, la han contactado desde Corea del Sur, Taiwán y Singapur. La emprendedora va a ofrecer una demostración práctica en Singapur en otoño: “Quiero ir a por todas y mostrar ante el mundo la sofisticada tecnología de los cuidados hecha en Japón”.

Miembros de aba. (Cortesía de aba Inc.)
Miembros de aba. (Cortesía de aba Inc.)

Entrevista y fotografías: Doi Emi.

(Traducido al español del original en japonés.)

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