El género “tokusatsu” que Godzilla llevó a todo el mundo

Ultraman: un héroe popular sin fecha de caducidad

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Ultraman hizo su debut en televisión en 1966. Desde entonces, a lo largo de más de 40 series de capítulos, ha acompañado en sus ratos de ocio a tres generaciones. ¿Cuál es el secreto de su inagotable popularidad?

Me ocurrió el otro día. Iba andando hacia la estación de ferrocarril cuando oí una voz infantil que canturreaba a mis espaldas. ¡Pero si es el tema de Ultraman Ace!, me dije. Me volví lleno de sorpresa. El niño no tendría más de siete u ocho años. Lo llevaba su madre en la parrilla de la bici. Pensé que quizás hubiera visto la película en alguno de los sistemas de distribución por Internet. Ultraman Ace comenzó a emitirse por televisión en 1972, así que tiene ya más de medio siglo. El niño podría ser perfectamente nieto de cualquiera de los espectadores que vieron aquella serie en su estreno.

Es un personaje que no deja de fascinarnos por mucho tiempo que pase. Ahora estamos en el undécimo año de la era New Generations Ultraman. En julio empezará una nueva serie: Ultraman Blazar.

La serie Ultraman Blazar, última de la era New Generation Ultraman. Se distribuye online simultáneamente en inglés, y se emitirá y distribuirá también en los idiomas locales de otros países y territorios del mundo (China, Hong Kong, Taiwán, Tailandia e Indonesia). © ULTRAMAN BLAZAR PRODUCTION CONSORTIUM・TV TOKYO
La serie Ultraman Blazar, última de la era New Generation Ultraman. Se distribuye online simultáneamente en inglés, y se emitirá y distribuirá también en los idiomas locales de otros países y territorios del mundo (China, Hong Kong, Taiwán, Tailandia e Indonesia). © ULTRAMAN BLAZAR PRODUCTION CONSORTIUM • TV TOKYO

A lo largo de cerca de 60 años, casi sin interrupción, se han producido y emitido más de 40 series, lo que dice mucho de la popularidad de este héroe. En la pantalla grande el último gran éxito ha sido Shin Ultraman (2022), con una recaudación en taquilla de más de 4.000 millones de yenes.

Fotograma de Shin Ultraman, película estrenada en cines en 2022. El nuevo remake del director Higuchi Shinji ha abierto una nueva era, con un enfoque muy innovador.
Fotograma de Shin Ultraman, película estrenada en cines en 2022. El nuevo remake del director Higuchi Shinji ha abierto una nueva era, con un enfoque muy innovador.

Los kaijū toman el archipiélago japonés

La historia de las series de Ultraman comenzó en enero de 1966 con Ultra Q. En aquel formato no aparecía todavía el héroe gigante. Los protagonistas eran un piloto de aviación civil, su ayudante Togawa Ippei y una reportera gráfica que cada semana se enfrentaban a monstruos y a extraños casos criminales. La primera serie de Ultraman vino después de Ultra Q, estrenándose en la televisión en julio de ese año.

Ultra Q fue el primer formato de las series de Ultraman, todavía centrado en fenómenos extraños, una línea que fue abandonada en su primera etapa para dar un giro hacia los kaijū (monstruos). © TSUBURAYA PROD.
Ultra Q fue el primer formato de las series de Ultraman, todavía centrado en fenómenos extraños, una línea que fue abandonada en su primera etapa para dar un giro hacia los kaijū (monstruos). © TSUBURAYA PROD.

Ultraman en posición de lanzar sus mortíferos rayos de specium. La serie titulada precisamente Ultraman fue la más exitosa de todas. © TSUBURAYA PROD.
Ultraman en posición de lanzar sus mortíferos rayos de specium. La serie titulada precisamente Ultraman fue la más exitosa de todas. © TSUBURAYA PROD.

Tanto la serie Ultra Q como la titulada Ultraman, de Tsuburaya Productions, presentaban una nutrida colección de kaijū (monstruos), unos personajes que hasta entonces solo podían verse en el cine. Esto enganchó a la pantalla chica a muchos niños y produjo un boom de los kaijū, en el que se “montaron” otras productoras, como P Productions, con la serie Maguma Taishi (Space Giants o Monstruos del espacio), o Tōei, con Giant Robo. El boom pasó también al cine, con Uchū daikaijū Girara (Guilala The X from Outer Space) de Shōchiku o Daikyojū Gappa (Gappa:The Triphian Monster), de Nikkatsu. Los kaijū tomaron posesión del archipiélago japonés.

A partir de entonces y hasta 1968 se hicieron otros dos programas de televisión “ultra”: Captain Ultra y Ultra Seven. Hay que precisar aquí que Captain Ultra fue obra de la cadena de televisión TBS y la productora de cine Tōei, por lo que, pese a su título, no se contabiliza entre las series de Ultraman. Muchos de los capítulos de las tres creaciones de Tsuburaya Productions obtuvieron índices de audiencia superiores al 30 % y en ese aspecto marcaron la diferencia con las series de otras productoras.

Un boom que se repite

¿Por qué ha seguido contando Ultraman con el apoyo de la audiencia en épocas tan diversas? La respuesta es simple: porque ha sabido crear dentro de la cultura infantil un hueco para los kaijū y para las películas televisadas de tokusatsu (efectos especiales) con héroes. Godzilla, Rodan o Mothra eran seres muy especiales, a los que solo podíamos encontrar una o dos veces al año en una sala de cine. Pero Ultra Q cambió las cosas, demostrando que mediante un gesto tan simple como encender el televisor era posible encontrarse con seres tan terroríficos como ellos todas las semanas. Los kaijū dieron así un paso de gigante en su acercamiento a los niños, y la convulsión que causaron marcó una época.

El boom remitió un tanto en 1968 y con el último capítulo de Ultra Seven parecía que todo iba a llegar a su fin. En los programas televisivos infantiles hubo un giro hacia el supokon (temas de autosuperación y tesón deportivo), con series como Kyojin no hoshi (La estrella de los Gigantes) o Ashita no Jō (Joe del mañana). Pero, si bien durante este periodo no se produjeron series tokusatsu de héroes, se hicieron reposiciones de las series ya producidas que gozaron de unos índices de audiencia sostenidos. Particularmente reseñable fue la reposición de Ultraman, con un promedio del 18 %. El magma de los kaijū bullía a borbotones y esperaba la oportunidad para protagonizar una nueva erupción.

En este contexto comenzaron a emitirse en 1970 los Ultra Fight, miniprogramas de cinco minutos en franja horaria fija con extractos de escenas de lucha ya facturadas y otras hechas ad hoc con luchadores disfrazados como los personajes de la serie. Aunque tuvieron también sus detractores, que los vieron como una forma fácil de hacer negocio mediante refritos, gustaron mucho al público infantil. De ellos se hicieron, entre ese año y el siguiente, 195 unidades. Con el impulso cobrado, la productora lanzó Kaette kita Ultraman (El regreso de Ultraman), que produjo un nuevo boom en todo el país.

Twintail. © TSUBURAYA PROD.
Twintail. © TSUBURAYA PROD.

Fue poco menos que un milagro, porque hasta entonces nunca había ocurrido que una serie televisiva ya retirada de la pantalla volviera a cobrar bríos. El fenómeno sorprendió incluso a sus propios creadores, que todavía no eran conscientes de hasta qué punto el personaje de Ultraman había calado en la cultura infantil.

Una serie que invita a vivir con ilusión

El gran mérito de Ultraman es haber introducido la figura del héroe que se hace gigante, una idea que hasta entonces nadie había tenido en ningún lugar del mundo. Hasta entonces los héroes solían estar influidos por el norteamericano Superman y, como él, eran de tamaño natural y no se transformaban, tal es el caso de Gekkō Kamen (el Capitán Centella) o Yūsei Ōji (Planet Prince). Los creadores de Ultraman construyeron ese personaje que hizo época sin disponer de un modelo y trabajando por ensayo y error.

Lideraba el equipo Kinjō Tetsuo, que tenía solo 28 años. Desde su posición como jefe de Planificación del Departamento de Arte de Tsuburaya Productions, luchaba por lanzar un programa que fuera realmente original. Desde el principio, con Ultraman se habían impuesto tres objetivos: crear un superhéroe que apareciese en todos los episodios de la serie; poner en escena una gran variedad de kaijū, y pasar la serie del blanco y negro al color.

Red King (izquierda) y Chandlar. © TSUBURAYA PROD.
Red King (izquierda) y Chandlar. © TSUBURAYA PROD.

Alien Mefilas. © TSUBURAYA PROD.
Alien Mefilas. © TSUBURAYA PROD.

El esquema argumental del programa era muy simple. En cada episodio había un caso misterioso, aparecían kaijū o extraterrestres, se ponía en marcha un equipo especial de investigación científica, este caía en una situación desesperada y entonces aparecía Ultraman. La serie Ultraman estaba dirigida a un público más joven que Ultra Q y por eso tenía un carácter más abiertamente de entretenimiento. Pero sus creadores rechazaron el esquema simplista de los buenos que acaban dando un escarmiento a los malos y trataron de añadir siempre un plus, un algo que se les quedase grabado a los niños. Solo así pudo brillar esta serie con luz propia en la historia de la televisión.

Ese algo se muestra ya en el primer episodio de la serie, titulado Ultra sakusen dai-ichi gō (“Primera ultraoperación”), que Kinjō hizo junto a su maestro Sekizawa Shin’ichi. Ultraman, llegado de la nebulosa M78, ubicada a tres millones de años luz de la Vía Láctea, es miembro de la Guardia Espacial que vela por la paz en el universo. Ha llegado a la Tierra persiguiendo al malvado criminal espacial Bemular pero acaba matando por error al miembro del equipo especial de investigación científica Hayata. Para remediarlo, insufla su propia vida a Hayata, con el que queda fundido en un único ser. Aquel misterioso ser llegado del otro confín del universo salta con ligereza por encima de la frontera que separa la vida de la muerte. Y en el último episodio de la serie, Saraba, Ultraman! (Farewell, Ultraman!), otro miembro de la guardia, Zoffy, llega a la Tierra desde la nebulosa M78 portando dos vidas. Kinjō nació en Okinawa, en cuya cultura tradicional se dice que la frontera entre la vida y la muerte no está muy definida. Cabe suponer que esa parte de la identidad de Kinjō se haya reflejado de alguna forma en la concepción de la vida que se muestra en esta serie.

La vida vuelve a ser una de las claves en el segundo episodio, titulado Shinryakusha wo ute (Dispara al invasor). Alien Baltan, el extraterrestre que llega a la Tierra, es un ser misterioso que no tiene ninguna noción de la vida y que viaja en una nave espacial reduciéndose hasta llegar al tamaño de una bacteria. Su planeta ha quedado destruido por los experimentos nucleares de un científico loco, lo que puede ser entendido como una advertencia frente a la excesiva confianza en la ciencia. El director fue Iijima Toshihiro, que en 1983 estrenaría su telenovela Kin’yōbi no tsumatachi e, con la que consiguió un gran éxito.

Y hablando de ese algo, los cuatro episodios más significativos son Kyōfu no uchūsen (Rayos cósmicos terroríficos), Kokyō wa chikyū (Mi hogar es la Tierra), Sora no okurimono (Un regalo del cielo) y Kaijū hakaba (El sepulcro del monstruo), en los que el guionista Sasaki Mamoru trabajó con el director Jissōji Akio, un hombre con un talento excepcional. Con el refinado sentido de Jissōji para lo visual y el guion de Sasaki, lleno de ironía social, se consiguió en estos episodios una calidad que lo hace aptos para el público adulto.

Jamila, que aparece en la serie Ultraman. En su origen, Jamila es un terrícola que quedó convertido en kaijū durante un aterrizaje fallido en un planeta. Es, pues, una víctima de la competencia desencadenada en el espacio. ©TSUBURAYA PROD.
Jamila, que aparece en la serie Ultraman. En su origen, Jamila es un terrícola que quedó convertido en kaijū durante un aterrizaje fallido en un planeta. Es, pues, una víctima de la competencia desencadenada en el espacio. ©TSUBURAYA PROD.

La suerte de la serie Ultraman fue que también hubo algo en la época que influyó sobre ella. Cuando una época influye sobre una obra, le contagia su aroma. En Ultraman hay una desbordante luminosidad que no hallamos en otras obras. Cuando empezó a hacerse, en la segunda mitad de la década de 1960, estaba tomando impulso el movimiento estudiantil, que se había formado alrededor de las protestas contra la Guerra de Vietnam. Japón estaba inmerso, al mismo tiempo, en una fase de rápido crecimiento económico internacionalmente conocido como el “milagro japonés”. Es indudable que todo ese entusiasmo de la época pasó a Ultraman. Los niños vieron en Ultraman a un héroe de plata que alza su poderosa figura en medio de un camino luminoso que conduce al futuro. Esa imagen del héroe que se enfrenta al enemigo aguantando el dolor físico y el sufrimiento psicológico nos da valor para seguir viviendo, sea cual sea la época en la que nos encontramos.

Todos los hermanos Ultraman posan en Ultraman Mebius & Ultraman Brothers, película estrenada en 2006.  © 2006 ULTRAMAN MEBIUS & ULTRAMAN BROTHERS PRODUCTION CONSORTIUM
Todos los hermanos Ultraman posan en Ultraman Mebius & Ultraman Brothers, película estrenada en 2006. © 2006 ULTRAMAN MEBIUS & ULTRAMAN BROTHERS PRODUCTION CONSORTIUM

En Ultraman New Generation Stars, serie televisiva que comenzó a emitirse en enero de 2023, se dan cita los Ultraman de la última generación. © TSUBURAYA PROD.
En Ultraman New Generation Stars, serie televisiva que comenzó a emitirse en enero de 2023, se dan cita los Ultraman de la última generación. © TSUBURAYA PROD.

Fotografías cortesía de Tsuburaya Productions.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: Alien Baltan, a la izquierda, el más popular entre los kaijū de las series de Ultraman.© TSUBURAYA PROD.)

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