Las estufas en verano y los abanicos en invierno son ejemplos de cosas inútiles, pero que terminan teniendo utilidad en algún momento. Igual pasa con las personas: es importante saber resistir a las dificultades y esperar a que llegue nuestro momento. Si uno hace bien el trabajo que se le asigna aunque parezca en vano, sin amargarse por sentirse inútil, seguro que le acabará llegando la oportunidad de contribuir en algo necesario.
Delegado de clase: “A continuación anunciaré a la persona seleccionada en la audición para el papel de la vendedora de cerillas en la obra del festival escolar.”
Delegado de clase: “Por mayoría de votos, el papel protagonista es para Ishida.”
Noriko “¡Qué rabia!”
Delegado de clase: “Tú también lo hiciste muy bien, Noriko, pero quizá pusiste demasiado entusiasmo a la interpretación”. Compañera de clase: “Sí, resultabas una vendedora de cerillas muy enérgica”.
Delegado de clase: “En cambio, Ishida tenía ese aire inocente y frágil…”
Compañera de clase: “¿Verdad que sí? Casi me hace llorar de la emoción.”
Noriko: “Insensibles…”
Día del festival escolar
(Aplausos)
Noriko: “Has hecho un gran papel.”
Ishida: “¡Gracias! Tú sigue intentándolo, que seguro que te llega tu oportunidad.”
Noriko: “No lo creo…”
Ishida: “¡Claro que sí!”
Noriko: “Ay… No me rendiré. Voy a practicar la proyección de la voz en casa.”
Señora:
“¿Cuántas veces se lo tengo que decir?”
Señora: “En su casa hacen demasiado ruido. ¡Están molestando a los vecinos!”
Padre de Noriko: “Lo siento mucho. Ya se lo diré a mi hija.”
Padre de Noriko: “Qué suerte que ya estás aquí, Noriko. Encárgate de anunciar el pan de oferta, que la empleada no ha venido porque está resfriada.”
Noriko: “¿Qué? ¿Yo sola?”
Noriko: “Es que no lo he hecho nunca.”
Padre de Noriko: “¿Pero lo ves hacer todos los días, no? Venga, encárgate tú hasta las 7.”
Noriko: “Esto… A ver…”
Noriko: “Pan del… bueno. Vengan a probar…”
Noriko: “¡Ay, madre! ¡No estoy vendiendo nada!”
Noriko: “¡Pan del bueno! ¡Vengan a probar nuestro pan!”
Oficinista: “¡Qué barato! Ponme uno.
Noriko: “¿Cómo?”
Noriko: “Mu, muchas gracias.”
Noriko: “¡Tenemos pan del bueno! ¡Aprovechen la oferta especial!”
Señor: “Qué buena pinta. Me llevo este.”
Noriko: “¡Muchas gracias!”
Noriko: “Tenemos el pan de oferta. ¡Sabroso, esponjoso y barato!”
Estudiante: “Ponme este.”
Señora: “Y otro para mí.”
Padre de Noriko: “Increíble.”
Padre de Noriko: “Lo has vendido todo. Ven a ayudarme mañana también.”
Noriko: “Claro que sí, ¡déjalo en mis manos!”
Noriko: “Ya veo que el papel de la vendedora de cerillas no encajaba con mi personalidad.”
Padre de Noriko: “¿De qué hablas?”
La semana siguiente…
Florista: “¡Qué buena es esa niña!”
Verdulero: “¡Vamos a pedirle que se encargue de la promoción de nuestra zona comercial!”