El budismo en Japón

El budismo en sus inicios: el nacimiento de Buda, el iluminado

Cultura Historia

El budismo se originó en la India hace 2.500 años y llegó a Japón en el siglo VI a través de China. Sin embargo, el budismo primitivo promovido por el fundador Buda no se extendió en Japón. ¿Cómo se produjo la transformación del budismo? En el primero de los artículos de esta serie, el autor presenta cómo eran las enseñanzas de Buda.

Liberación del sufrimiento mediante la meditación

El budismo fue iniciado por el personaje histórico Siddhartha Gautama hace unos 2.500 años. Gautama nació como príncipe en el reino de Kapilavastu, en la región fronteriza entre la actual India y Nepal. Estaba en un entorno muy privilegiado en el que, de haber crecido con normalidad, podría haberse convertido en rey. Sin embargo, en su juventud sintió el “sufrimiento de la vida”, dejó de lado su condición de príncipe heredero y se adentró en solitario en el bosque para convertirse en un asceta religioso. Gautama consideró lo siguiente: en esta sociedad algunas personas son felices y otras infelices. Las personas son diferentes en distintos aspectos, pero todas son igualmente infelices en el sentido de que todas tienen que vivir hacia “la vejez, la enfermedad y la muerte”. La propia vida humana es “sufrimiento”. Este sufrimiento fundamental no puede ser borrado por la propiedad, la condición social ni el estatus. Para quien conoce este hecho, ser príncipe heredero no significa nada. Encontrar una forma de escapar del sufrimiento de vivir y alcanzar un estado de paz es el único camino que uno debe tomar.

Así, tras entrar en el bosque, Gautama aprendió las mejores técnicas con los maestros de meditación del bosque, y luego entró en una vida de ascetismo solitaria. Al principio, intentó eliminar el sufrimiento de la vida infligiendo dolor al cuerpo y soportándolo para obtener un poder sobrehumano. Sin embargo, a pesar de seis años de práctica ascética, no alcanzó su objetivo. Por ello, Gautama dejó de practicar el ascetismo y redujo su método de práctica únicamente a la meditación. Con este método, finalmente pudo alcanzar la iluminación a la raíz del árbol Bodhi. A partir de entonces se le conoció como “Buda”, es decir, “el Despierto”. Pertenecía a la antigua tribu india Shaka, por lo que también se le conoce como “Shakamuni” o “Shakuson”.

Un manual ascético para superar las “aflicciones mundanales”

¿Cómo fue la iluminación de Buda? Dado que es imposible para otros comprender completamente la transformación dramática de una mente humana, no se puede describir con precisión aquí. No obstante, se puede obtener una visión general del contenido de las enseñanzas de Buda a través de numerosos sutras.

Buda creía que solo uno mismo puede eliminar el “sufrimiento vital” que siente. Estaba convencido de que no había seres sobrehumanos en el mundo exterior que pudieran hacer desaparecer el sufrimiento. Utilizó el poder de la meditación para observar con precisión el funcionamiento interno de la mente y descubrió dónde estaban las raíces del sufrimiento. Se dio cuenta de que la cosmovisión egocéntrica que presume un “ego” inexistente y en la que trata de ver el mundo de una manera conveniente para el ego es la causa fundamental de nuestro pesar. Estos diversos efectos nocivos de la mente, que surgen de nuestra autoconciencia instintiva y equivocada, se denominan colectivamente “aflicciones mundanales”.

Habiendo identificado las raíces del sufrimiento mediante la autoobservación, Buda ideó una práctica para cortar esas aflicciones mundanales y rescatarse a sí mismo. Es un método de entrenamiento espiritual específico del budismo conocido como “práctica budista” que consta de dos elementos: una es estudiar y comprender correctamente los sutras, los manuales de práctica predicados por Buda. La otra es poner en práctica los métodos de entrenamiento aprendidos a través de los sutras recibiendo consejos de practicantes experimentados.

El budismo, que era una enseñanza completamente nueva, fascinó a la gente de la época, y muchos discípulos se reunieron a su alrededor. Buda les enseño imparcialmente los métodos de práctica que había dominado a través de la experiencia. Incluso después de la muerte de Buda, a la edad de 80 años, sus discípulos continuaron con sus métodos, que siguen practicándose en muchos países budistas 2.500 años después. Bajo el liderazgo de Buda, los discípulos se reunieron adorándole y siguieron sus enseñanzas en el camino de la formación. Este grupo de practicantes ha sustentado el núcleo del budismo.

Sosteniendo el culto mediante un buen diseño organizativo

La razón principal por la que las enseñanzas de Buda se han mantenido ininterrumpidamente durante 2.500 años es que Buda diseñó la religión del budismo como una “organización”. Buda reunió a sus discípulos, que simpatizaban con sus enseñanzas, en una única organización llamada sangha, que se regía por una estricta ley de conducta conocida como Vinayapiṭaka. Tras la muerte de Buda, sus discípulos siguieron observando cuidadosamente el Vinayapiṭaka y, basándose en él, mantuvieron la sangha como una “organización autónoma con un legalismo completo”.

El hecho de que el budismo se construya sobre los cimientos de la sangha tiene las siguientes ventajas.

1. Continuación de la relación maestro-discípulo

Al establecer una clara relación maestro-discípulo dentro de la sangha, basada en el Vinayapiṭaka, es posible transmitir con precisión las enseñanzas de Buda, o “sutras”, de maestro a discípulo de generación en generación. También garantiza que los métodos de la práctica budista pueden transmitirse de maestro a discípulo, cara a cara. La sangha es una organización educativa extremadamente racional.

2. Seguridad vital mediante la asistencia mutua

Al establecer un sistema de ayuda mutua dentro de la sangha, basado en la ley doctrinal, la relación entre maestro y discípulo se convierte, por así decirlo, en una relación de ayuda mutua en la vida. Esto da a los practicantes que han abandonado la vida secular una garantía de subsistencia contra la enfermedad, las lesiones y el envejecimiento. La sangha es también una organización fiable de ayuda mutua.

3. Mantenimiento de la comunidad mediante la limosna

Mostrando al público que los practicantes han formado una sangha (organización regida por la ley doctrinal) y viven una vida limpia basada en el Vinayapiṭaka, se puede mantener el respeto de la sociedad laica por la sangha. Se ha extendido la creencia de que “los practicantes budistas son personas respetables que viven según las normas del Vinayapiṭaka”, y muchas personas han acudido a dar ofrendas a la sangha, que se ha mantenido gracias a su generosidad.

4. Independencia de los poderes externos

La sangha puede adquirir cierto grado de autonomía funcionando como una organización con sus propias leyes doctrinales. Se trata de un requisito importante para bloquear la influencia de poderes externos y mantener un entorno tranquilo para la práctica. La sangha también es una organización autónoma e independiente apartada de poderes externos.

Estas cuatro características no se han conservado perfectamente durante los últimos 2.500 años. En el transcurso de la larga historia del país, se han producido muchos acontecimientos contrarios a estas características. No obstante, es significativo que se establecieran desde el principio como principios básicos estos cuatro. Esto se debe a que incluso si una sangha se desvía por la situación social, puede corregir fácilmente su rumbo hacia la forma correcta si tiene una filosofía establecida a la que volver.

El budismo japonés difiere de las características de la época de Buda

Las características del budismo primitivo pueden resumirse de dos maneras. La primera es la finalidad de la actividad y el método de práctica. El objetivo del budismo es observarse, analizarse y mejorar uno mismo, sin presumir ningún salvador externo. La forma de conseguirlo es mediante el entrenamiento diario a través de la meditación.

La segunda es la existencia de la sangha establecida como lugar para completar el camino hacia la iluminación. Institucionalmente diseñada para permitir a los practicantes dedicarse a la práctica ascética sin dejar de depender plenamente de la comunidad general, la sangha se rige racionalmente por el Vinayapiṭaka.

Son dos características que distinguen al budismo de otras religiones, pero ambas se han vuelto muy extrañas en el budismo japonés, y es justo decir que “casi han desaparecido”. Aquí radica un punto importante para comprender el budismo japonés. ¿Qué características adoptó en su lugar el budismo japonés, tras renunciar a los elementos propios del budismo más primitivo? En los próximos artículos de esta serie, leeremos cómo el budismo, que había llegado a Japón a través de China, fue aceptado por el pueblo, a veces vinculado al poder y a veces reprimido, y cómo se desarrolló de forma única en Japón.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: Mural que representa la vida de Buda en el templo de Sarnath Muruganda Kuti, en la India. Aflo)

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