Bienvenidos al ‘haikai’ clásico

¡Ya están aquí los del ‘manzai’! / Asentada quedará / de la capital la tierra (Buson)

Cultura Literatura

En esta segunda entrega, ofrecemos el poema con manzai como término estacional.

万歳や踏かためたる京の土 蕪村

Manzai ya
fumikatametaru
Kyo no tsuchi

Haiku posterior a marzo de 1770, que acompaña al dibujo Manzai-zu.

¡Ya están aquí los del manzai!
Asentada quedará
de la capital la tierra.

En japonés tenemos el refrán “warau kado ni wa fuku kitaru” (“La dicha viene al portal que sonríe”, una forma de decir que la sonrisa atrae la felicidad a los hogares), y así es precisamente como desearíamos recibir este nuevo año. El actual manzai (diálogo cómico, humorismo) no tiene ningún carácter estacional, pero su antecesor histórico sí lo tenía y se relacionaba con el Año Nuevo.

El antiguo manzai lo representaban dos personajes: el danzante (tayū) y el tambor (saizō). Por el Año Nuevo, el cómico dúo iba de casa en casa haciendo reír a la gente con sus jocosos diálogos y deseando al prójimo larga vida y buena salud con sus expresivas danzas y felicitaciones.

Buson, que además de poeta era pintor, dejó muchas obras del género haiga (“dibujo con haiku”). El poema de esta semana aparece acompañando al Manzai-zu, obra declarada Bien Cultural de Relevancia. Quien contemple el semblante de estos dos personajes, el uno bailando con su rostro sonriente, el otro poniendo el ritmo con su pequeño tsuzumi (tambor en forma de diábolo) no podrá evitar que una sonrisa se adueñe también de su cara.

En la esquina superior izquierda vemos que, junto al nombre de Buson, aparece la palabra Rakuyahantei. Raku es una forma de designar Kioto, la capital; yahantei, una casita en la que vivió Buson un tiempo, así como el nombre de la escuela de haikai a la que perteneció. Quiere esto decir que la obra es posterior a 1770, año en el que Buson adoptó ese nombre. Aunque la costumbre ya se ha perdido, los dúos cómicos de las aldeas de la zona noroeste de la actual prefectura de Nara, donde se practicaba la versión yamato del manzai, se trasladaban a la capital para representar sus chanzas y bailes durante el Año Nuevo.

El poema viene a decir que la capital está hoy en día firmemente asentada gracias a los muchos dúos de manzai que, desde la antigüedad, vienen zapateando y apisonando su tierra. Pisar de esta forma la tierra tenía en aquellos tiempos un sentido ritual y se hacía para espantar los malos espíritus y repartir bendiciones. Un poema fausto en el que su autor se congratula de la imperturbabilidad de la milenaria capital.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: documentación relacionada con Yosa Buson: Manzai-zu, aguada en papel). (Colección de la Agencia de Cultura, en fotografía tomada por Ochiai Haruhiko)

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