Bienvenidos al ‘haikai’ clásico

¡He aquí la primavera! / una liviana neblina / para innominados montes (Bashō)

Literatura Cultura

Kasumi (“neblina”, “vapores primaverales”), es el término estacional en esta octava entrega.

春なれや名もなき山の薄霞 芭蕉

Haru nare ya
Na mo naki yama no
Usugasumi

(Poema escrito por Bashō en 1685 e incluido en el diario de viaje Nozarashi Kikō.)

¡He aquí la primavera!
Una liviana neblina
para innominados montes.

“[Escrito] de camino a Nara” es la escueta introducción que precede a este poema. Sabemos, pues, que Bashō lo escribió cuando caminaba entre Iga, su patria chica, en la actual prefectura de Mie, y Nara, en lo que entonces se llamaba provincia de Yamato.

Aquella provincia, que conoció su mayor esplendor durante la remota antigüedad japonesa, ofrecía muchas montañas de nombres bien conocidos, pues habían quedado inmortalizados en la poesía, siendo una de las más citadas Yoshinoyama. En uno de sus poemas, Mibu no Tadamine (siglos IX-X) se complacía una mañana al comprobar que el “debut” de la primavera en el calendario había bastado para que el monte Yoshino se cubriera de los vapores o neblinas (kasumi) típicos de la estación. El poema fue colocado en un puesto de honor, pues es el que abre el capítulo “Primavera” de la antología poética imperial Shūi wakashū, y como tal fue leído con devoción e imitado a lo largo de los siglos, fruto de lo cual se convirtió en una verdad firmemente asentada, al menos en el universo poético, que tan pronto como entraba la primavera empezaba a extenderse la neblina.

Bashō utiliza ese tradicional lugar común como resorte para un desarrollo muy personal, trasladando esta vez la imagen a unos montes totalmente anónimos. “Ya está aquí la primavera y sabréis aquello”, viene a decirnos, “de que el famoso Yoshinoyama se cubre de neblina nada más empezar esta estación, ¿verdad? Pues bien: hoy he visto que también los montes de por aquí, cuyo nombre desconozco, están igualmente neblinosos. Aunque, la verdad sea dicha, es una neblina de muy poca sustancia”. Con una sola palabra, usu (forma apocopada de usui, “ligero”, “poco denso”) se las arregla para conferirle al poema un toque de humor. Las eminencias de más renombre podrán “vaporizarse” por todo lo alto al entrar la primavera, pero quede claro que estos modestos montes no quieren ser menos.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: PIXTA.)

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