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Con tristeza he despedido / junto a las gentes de Ōmi / la primavera que expira (Bashō)

Literatura Cultura

Yuku haru (“la primavera que se va”) es el término estacional en esta decimoctava entrega.

行春(ゆくはる)を近江の人とおしみける 芭蕉

Yuku haru wo
Ōmi no hito to
oshimikeru.

(Poema escrito en 1690 e incluido en la colección Sarumino)

Con tristeza he despedido
junto a las gentes de Ōmi
la primavera que expira
.

La antigua provincia de Ōmi corresponde a la actual Shiga. Es la prefectura que aloja en su seno ese “mar de Ōmi” que no es otra cosa que el lago Biwa. En la colección Sarumino, este poema viene precedido de una breve introducción en la que se nos dice que fue escrito mirando al lago y con la pena del que ve que la primavera se termina. Pero se ha conservado también un kaishi (papel para apuntes varios) en el que se contextualiza a bordo de una embarcación en aguas de dicho lago. En todo caso, ambiéntese en un barco o en la costa, el poema nos habla de alguien que contempla con tristeza cómo una primavera más se va, sabiéndose unido por ese sentimiento a toda la gente de Ōmi.

En el Kyoraishō, un libro en el que Mukai Kyorai, discípulo de Bashō, consignó el pensamiento de su maestro y dejó noticia de los intercambios de opiniones que mantuvieron, se menciona que cuando el autor comentó que la impresión difusa que ofrecen las aguas de un lago resultaba muy a propósito para dejarse embargar por la tristeza que se siente al despedir la primavera, Bashō respondió diciendo que el lago Biwa nada tenía que envidiar a la capital cuando se trataba de escenificar la estima que sentían los antiguos por la primavera. El ojo sintiente de Bashō contemplaba aquel lago Biwa de los últimos días de la primavera en el espejo de la tradición literaria de su país.

Pensaría, probablemente, en un poema incluido en la antología imperial Shinkokin wakashū en el que Fujiwara no Yoshitsune (1169-1206) cantaba la belleza de la primavera en la vieja Shiga, lamentándose al mismo tiempo de que muy pocos se acercarían a visitar sus jardines una vez que la florida estación dijera adiós. Shiga, situada en la costa occidental del lago Biwa, fue durante un breve periodo de la antigüedad capital de Japón, produciéndose aquí una identificación entre la primavera, primera de las estaciones, a cuya belleza duele decir adiós, y la antigüedad o primera fase de la historia del país, vista con similar nostalgia.

Es de suponer que Bashō colocase este poema al final de la sección “Primavera” de Sarumino en imitación del Shinkokin wakashū, que también cierra con el poema de Yoshitsune la sección correspondiente a esa estación.

(Traducido al español del original en japonés.Fotografía del encabezado: PIXTA.)

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