Bienvenidos al ‘haikai’ clásico

Rosas silvestres bordean / este camino que tanto / me recuerda al de mi aldea (Buson)

Literatura Cultura

El término estacional en esta decimonovena entrega es hanaibara (rosal silvestre en flor).

花茨(はないばら)故郷(こきょう)の路(みち)に似たるかな 蕪村

Hanaibara
kokyō no michi ni
nitaru kana

(Poema escrito en 1774 e incluido en la colección Buson Kushū.)

Rosas silvestres bordean
este camino que tanto
me recuerda al de mi aldea.

¿Quién no tiene de su pueblo o ciudad natal, allá donde pasó la infancia, algún recuerdo imperecedero, alguna imagen grabada en el corazón? Las añoranzas de Buson iban ligadas a los rosales silvestres. “Me recuerda este camino florido de rosales silvestres”, nos dice en el poema, “a aquel de mi aldea natal, en el que jugaba en mi infancia”. Los rosales silvestres de Japón (Rosa multiflora) florecen a principios de verano y tienen flores blancas y aromáticas. El color de las flores, su delicada forma, su aroma… todo arrastra al poeta hacia la nostalgia.

Buson nació en la aldea de Kema, a orillas del río Yodo, no lejos de la ciudad de Osaka. En una carta que envió a uno de sus discípulos, recuerda que de niño solía jugar con sus amigos en el dique de contención del río. Los rosales silvestres ocuparían, tal vez, las rampas que conducían a lo alto del dique.

El poema lleva una pequeña introducción que reza: “Subiendo a aquel tōkō”. Tōkō es la pronunciación japonesa de una palabra tomada de unos versos que compuso el poeta chino Tao Yuanming cuando regresó a su provincia natal tras haber dejado el servicio en la administración pública. Cuando llegó, subió a la colina del este (tōkō) y fue allí donde experimentó el gozo de estar otra vez en casa. Pero Buson no regresó a su aldea natal ni una sola vez. Ni siquiera cuando iba de Kioto a Osaka en viaje de placer se dignaba pasarse por su pueblo, que estaba de camino. Quién sabe si no habría alguna razón de peso que le impedía regresar.

Ese camino tan parecido al de la aldea natal conducía, diríase, a la colina de Tao Yuanming. Pero desde el otero no se veía Kema. Lo cual no obsta para que aquellas imágenes de la infancia revivieran con todo su brillo en su corazón. En el poema de Buson sentimos de alguna forma todos estos sentimientos encontrados.

(Traducido al español del original en japonés.Fotografía del encabezado: PIXTA.)

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