Bienvenidos al ‘haikai’ clásico

Y dejándome unos “ayus” / se va sin haber entrado / portal a la medianoche (Buson)

Literatura Cultura

El término estacional en esta vigesimosexta entrega es ayu (cierto pez de agua dulce).

鮎(あゆ)くれてよらで過行(すぎゆく)夜半(よわ)の門(もん) 蕪村

Ayu kurete
Yorade sugiyuku
Yowa no mon

(Poema de Buson escrito en 1768 e incluido en la colección Buson kushū.)

Y dejándome unos “ayus”
Se va sin haber entrado:
Portal a la medianoche.

Una noche de verano, de pronto, oyes que alguien llama a la puerta de tu casa. Sales extrañado, preguntándote quién podrá ser, a horas tan intempestivas, y cuando abres te encuentras con un amigo que trae unos cuantos ayu (Plecoglossus altivelis, pez de agua dulce) que acaba de pescar. Sin más preámbulo, separa para ti parte de su botín y se vuelve sin haber siquiera entrado en tu casa. Una escena así es la que sugiere este poema. No es que el buen amigo quisiera quedarse a beber contigo, con la excusa de comer el pescado, y tampoco es que tú hayas insistido demasiado en que se quede. El intercambio de palabras ha sido ágil y escueto, como fluidas y límpidas son las corrientes de agua donde gustan de vivir los ayu. Los peces del poema no pueden ser, por tanto, ni carpas, ni besugos. Tienen que ser ayu.

Este poema se basa en una leyenda china sobre un personaje llamado Wang Ziyou (siglo IV). Una noche, viendo la belleza del paisaje nevado a la luz de la luna, a Wang se le ocurrió visitar a un amigo, así que hizo botar una barca y siguió el cauce del río hasta que, al amanecer, arribó. Pero no bien estuvo ante el portal, dio media vuelta y ordenó a sus remeros regresar. Preguntado, más tarde, por la razón de tan extraño comportamiento, respondió: “Fui porque sentí ansias de verlo, y me volví cuando dejé de sentirlas”.

Este espíritu libre y desembarazado, ajeno a las convenciones sociales, era muy del gusto de Buson. En su poema, Buson rescata esa actitud vital de Wang, pero la belleza de la nieve es sustituida aquí por un pez, el ayu, que sirve de alimento. Esa concreción y ese realismo son muy propios del haikai. De paso, se consigue el amigo del poema demuestre un poco más de consideración que el legendario Wang.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: PIXTA.)

literatura japonesa haiku poesía