Las 24 divisiones del año solar en Japón

‘Kokuu’: lluvia de grano

Cultura Naturaleza

El kokuu es la última de las 24 divisiones del año solar que cae en primavera. Es la época en la que hace falta que llueva para cultivar los productos agrícolas.

El kokuu (lluvia de grano) es la última de las 24 divisiones del año solar que pertenece a la primavera; concretamente, tiene lugar a finales de la estación. Según el calendario actual, cae en torno al 20 de abril. Etimológicamente, el término kokuu hace referencia a que la lluvia primaveral humedece los cien granos; esto es, varios tipos de cereales. Además, en esta época florecen a la vez las glicinas, la Kerria japonica, las azaleas, las rosas de musgo… A continuación, presentaremos algunos elementos de la naturaleza propios del período comprendido entre el inicio del kokuu y el 5 de mayo, aproximadamente.

Harusame: lluvia de primavera

Es la lluvia que cae en esta época. La lluvia de larga de duración —de más de tres días— se denomina shunrin, mientras que los chaparrones que caen a intervalos se conocen como harushigure.

Las glicinas, una hierba de dos estaciones

Empiezan a florecer las glicinas. La glicina japonesa, una especie propia de Japón, se emplea en espalderas y bonsáis y desprende una fragancia dulce y fresca. El viento de primavera mece los racimos de estas flores violetas colgantes, una estampa que recibe el nombre de fujinami (literalmente, ola de glicinas) por su parecido con las olas del mar. Además, aparecen en obras clásicas como el Kojiki, el Man’yōshū y La historia de Genji. Como florecen de primavera a verano, se las denomina también futakigusa (literalmente, hierba de dos estaciones).

Todo Japón está lleno de lugares famosos por sus glicinas e incluso hay viajes organizados para contemplarlas. Por ejemplo, Ashikaga Flower Park, un parque de la homónima ciudad de Tochigi, alberga la glicina más grande de Japón, que tiene más de 160 años y ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados.

La gran glicina, que tiene más de 160 años, de Ashikaga Flower Park. (© Ashikaga Flower Park)
La gran glicina, que tiene más de 160 años, de Ashikaga Flower Park. (© Ashikaga Flower Park)

Oborozukiyo: noches de luna brumosa

El término oborozuki se utiliza para referirse al aspecto que presenta la luna cuando no se ve claramente su contorno completo en las noches de primavera. En esta época son muchos los días en los que una ligera bruma cubre completamente el cielo, una estampa que aparece descrita en numerosos poemas y canciones infantiles.

La luna brumosa entre los cerezos. (PIXTA)
La luna brumosa entre los cerezos. (PIXTA)

La 88.ª noche de la primavera

Como su propio nombre indica, la 88.ª noche de la primavera (hachijū hachiya) es la octogésima octava velada desde el risshun y se la asocia con la buena suerte debido a que contiene repetido el ideograma que representa el número ocho. Esta efeméride, que cae en torno al 2 de mayo, es importante en el mundo de la agricultura, puesto que se trata de la época en la que se acaban las heladas, se siembran las semillas y se empieza a recoger el té.

La recogida del té

Se decía que las hojas de té de los brotes recogidos en la 88.ª noche eran las primeras y que, por lo tanto, beberse una infusión preparada con ellas garantizaba la longevidad. Además, la letra de la canción Chatsumi (La recogida del té), del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología de Japón, dice lo siguiente: “En la 88.ª noche, cercana al verano, las hojas nuevas crecen en el campo y las montañas”.

Aunque el consumo generalizado de té envasado en botellas de plástico ha traído consigo que la gente tenga cada vez menos la costumbre de hacerse esta infusión, prepararla poniendo las hojas en la tetera le da un sabor auténtico: rico y amargo. Para disfrutar de esta estación, no hay nada como una taza de té elaborada con las hojas de la temporada.

Una plantación de té en Shizuoka, con el monte Fuji de fondo. (PIXTA)
Una plantación de té en Shizuoka, con el monte Fuji de fondo. (PIXTA)

Los preparativos para plantar el arroz

Una vez que las semillas han germinado, comienzan las labores de cultivo del arroz: se labra la tierra, se riega y se mezclan el barro y el agua. Los plantones se cultivan en unas cajas colocadas en unos semilleros (invernaderos de plástico) con vistas a plantarlos posteriormente en los arrozales.

Invernadero de plástico usado como semillero. (PIXTA)
Invernadero de plástico usado como semillero. (PIXTA)

Tango no sekku: el Día de los Niños

El 5 de mayo se celebra en Japón el Día de los Niños, un festivo nacional que, según el calendario actual, cae entre el kokuu y el rikka (el comienzo del verano). Llamado también Tango no sekku, podría considerarse el equivalente masculino del Hina Matsuri, que se celebra el 3 de marzo, dado que en este caso se reza por el crecimiento de los varones.

Originalmente, existía la costumbre de espantar a los malos espíritus con cálamo aromático y artemisia del Japón para rezar por una buena cosecha; sin embargo, en el período Kamakura (1185-1333) se modificó esta práctica, importada de China, y quedó dedicada a los varones de las familias samuráis. Así pues, con el objetivo de proteger a los menores de los infortunios, en las casas se coloca, a modo de adorno, un casco o una armadura, o bien un muñeco ataviado con ellos. Por otra parte, en el exterior de las viviendas se cuelgan unas banderolas con forma de carpas, las llamadas koinobori, que simbolizan el éxito en la vida.

Muñeco del Día de los Niños. (PIXTA)
Muñeco del Día de los Niños. (PIXTA)

Los tulipanes

Los tulipanes, muy populares como flor primaveral, adornan los jardines y los parques. En el caso de Japón, su cultivo prosperó en la prefectura de Niigata. De un tiempo a esta parte se han ido mejorando las especies, de modo que hay una gran variedad de colores y formas.

Tulipanes. (PIXTA)
Tulipanes. (PIXTA)

Los mercados de cerámica

Durante la Semana Dorada, que se celebra del 29 de abril al 5 de mayo, se organizan mercados de cerámica en torno a los distintos hornos de todo el país que la producen. Uno de los más destacados es el de Arita (Saga), en el que se pueden comprar tanto cerámica como porcelana.

El mercado de cerámica Himatsuri que se celebra en Kasama, en la prefectura de Ibaraki, cada primavera y otoño. Los ceramistas venden sus obras directamente en sus puestos a los visitantes. (Imagen de nippon.com)
El mercado de cerámica Himatsuri que se celebra en Kasama, en la prefectura de Ibaraki, cada primavera y otoño. Los ceramistas venden sus obras directamente en sus puestos a los visitantes. (Imagen de nippon.com)

Las peonías

Las peonías, originarias de China, se han ido mejorando en Japón con fines apreciativos. Las de primavera se abren entre abril y mayo. Por ejemplo, en el templo Hase (Nara) se puede contemplar un verdadero espectáculo de belleza gracias al florecimiento de 7.000 ejemplares de 150 especies. Unas flores ricas en variedad, las flores de la nobleza y las reinas de las flores son algunos de los apelativos que reciben las peonías.

Flores de peonía. (PIXTA)
Flores de peonía. (PIXTA)

El pez dulce y los cambios estacionales

El pez dulce (ayu) nace río abajo en otoño, se hace grande en el mar y en primavera remonta el río donde nació. Los ejemplares de esta época, denominados agariayu (literalmente, pez dulce que sube), wakaayu (pez dulce joven) y kōgyo (pez aromático), desprenden un aroma refrescante. El verano lo pasan río arriba y, con la llegada del otoño, se desplazan río abajo para desovar, motivo por el cual se los denomina ochiayu y kudariayu (literalmente, pez dulce que cae y que desciende, respectivamente). Estos destacan por su amargor.

En la gastronomía japonesa la temporada de un alimento se divide en tres etapas: hashiri, cuando empieza; sakari, cuando abunda en los mercados y es el momento ideal para consumirlo, y nagori, cuando ya queda poco para que deje de estar en temporada. En el caso del pez dulce, el amargor del ochiayu representa precisamente el sabor característico de la última de estas tres etapas. Como ninguna temporada se considera mejor que las demás, lo importante es disfrutar de los cambios.

Pez dulce asado a la sal. (PIXTA)
Pez dulce asado a la sal. (PIXTA)

La artemisia del Japón

Esta planta, de hoja perenne y perteneciente a la familia de las asteráceas, se denomina también mochigusa (literalmente, hierba de mochi) debido a que en primavera sus hojas jóvenes se ponen dentro del mochi y el dango. Se cree que ahuyenta los malos espíritus. Además, tiene un aroma peculiar cuando se mete en la boca.

Kusamochi, dulce japonés que consiste en un mochi que lleva hojas de artemisa del Japón trituradas y está relleno de an. (PIXTA)
Kusamochi, dulce japonés que consiste en un mochi que lleva hojas de artemisa del Japón trituradas y está relleno de an. (PIXTA)

El jurel, el pescado por excelencia de las clases populares

Está de temporada desde primavera hasta verano. El tataki de jurel se condimenta con jengibre y cebolla galesa. También es común prepararlo abierto en canal, frito o en escabeche.

Tataki de jurel. (PIXTA)
Tataki de jurel. (PIXTA)

El caracol de mar

Es uno de los moluscos con caparazón en espiral más representativos de Japón. Se suele preparar al tsuboyaki: se coloca en la parrilla con la estoma hacia arriba y, cuando haya soltado el jugo, se le echa salsa de soja y sake. También resulta delicioso en sashimi, dado que su carne cruda es crujiente.

Caracol de mar asado en su caparazón con salsa de soja. (PIXTA)
Caracol de mar asado en su caparazón con salsa de soja. (PIXTA)

Elaborado bajo la supervisión de Inoue Shōei, profesora de sintoísmo. Inoue imparte clases en la Universidad Tōhoku Fukushi y confecciona calendarios, materia sobre la que también investiga. Además, se dedica a dar charlas y a escribir.

Imagen del encabezado: Una plantación de té bajo la lluvia. (PIXTA)

(Traducción al español del original en japonés)

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