Las 24 divisiones del año solar en Japón

‘Taisetsu’: nevadas intensas

Cultura Naturaleza

El frío se va intensificando y el invierno llega a su plenitud. Además, empiezan a informar de nevadas en la zona septentrional de Japón.

El taisetsu (literalmente, nevadas intensas) cae alrededor del 7 de diciembre, según el calendario actual. En esta época es frecuente oír la expresión fuyushōgun (literalmente, general de invierno) en las noticias y el pronóstico del tiempo; con ella se hace referencia a un frío, propio del invierno riguroso, provocado por una masa de aire frío que se origina en Siberia y se desplaza hacia el sur. Cuando esta choca con las montañas que atraviesan la isla de Honshū, se producen nevadas en las costas del mar del Japón, mientras que en las cercanías del Pacífico sopla un viento del noroeste.

En lo referente a las costumbres, este período está marcado por el inicio de los preparativos de Año Nuevo. Aunque son días de ajetreo, se celebran muchas actividades y la alegría se respira en el ambiente.

Oseibo: obsequios en invierno

Oseibo (literalmente, el final del año) es el término que se utiliza para referirse a los obsequios que se hacen en invierno con el objetivo de mostrar agradecimiento hacia aquellas personas que han tenido algún detalle con nosotros a lo largo del año. Las fechas que se consideran adecuadas para entregar estos regalos varían según la región: en la parte oriental, desde finales de noviembre hasta el 20 de diciembre, aproximadamente; en la occidental, desde el 10 al 20 de diciembre, más o menos.

Obsequio de invierno u oseibo. (PIXTA)
Obsequio de invierno u oseibo. (PIXTA)

Daikondaki: ofrendas de rábano japonés en Kioto

Los días 9 y 10 de diciembre los templos budistas y los santuarios sintoístas de Kioto llevan a cabo el daikondaki, un acto cuyo objetivo es rezar por la buena salud. Destaca especialmente el del templo Ryōtoku, donde colocan una olla enorme y cuecen a fuego lento 3.000 rábanos japoneses aokubi junto con tofu frito en lonchas finas para luego repartirlos entre los asistentes. En Kioto el invierno es sinónimo de daikondaki.

Daikondaki. (PIXTA)
Daikondaki. (PIXTA)

Yukizuri y yukigakoi: protegiendo los árboles frente a la nieve

En las regiones donde caen nevadas copiosas, como las de Tōhoku y Hokuriku, entre noviembre y mediados de diciembre se ponen en marcha las medidas para proteger las ramas de los árboles frente a la acumulación de nieve; existen dos métodos: yukizuri y yukigakoi. El primero de ellos consiste en utilizar cuerdas o cables, mientras que en el segundo se emplea una especie de cerca, si bien la técnica varía en función de la zona. Los jardines Kenroku-en, situados en Kanazawa y declarados Sitio Pintoresco de Japón, son famosos por su yukizuri: colocan a lo largo del tronco un rodrigón más alto que el propio árbol, de cuya punta cuelgan radialmente una serie de sogas que se atan a las ramas. El resultado es una especie de paraguas abierto.

Yukizuri de los jardines Kenroku-en, situados en Kanazawa. (PIXTA)
Yukizuri de los jardines Kenroku-en, situados en Kanazawa. (PIXTA)

La limpieza susuharai: el inicio de los preparativos de Año Nuevo

El 13 de diciembre es el día en que comienzan los preparativos de Año Nuevo. En el período Edo esta jornada se dedicaba a hacer una limpieza general (ōsōji), tanto del interior como del exterior de los hogares, denominada susuharai; de hecho, existen templos budistas que siguen llevándola a cabo a partir de esta fecha.

Una mujer lleva a cabo una limpieza general u ōsōji. (PIXTA)
Una mujer lleva a cabo una limpieza general u ōsōji. (PIXTA)

Además, en aquella época se acostumbraba a ir a un monte situado en una dirección considerada de buena suerte a buscar el pino necesario para los adornos de Año Nuevo y se preparaban los árboles de hoja perenne empleados en los ritos sintoístas: sakaki (Cleyera japonica) y yuzuriha (Daphniphyllum macropodum), urajiro (Gleichenia japonica)… Las hojas de este último, indispensable en las decoraciones de Año Nuevo, presentan la misma simetría que un espejo, de ahí que simbolicen la armonía matrimonial, mientras que la parte blanca del reverso representa la idea de que el matrimonio permanezca en amor y compañía hasta que a ambos se les quede blanco el pelo. Esto, a su vez, es un símbolo de la fecundidad y la fertilidad.

A la izquierda, hojas de sakaki en un altar sintoísta kamidana; a la derecha, yuzuriha y urajiro, este último perteneciente a la familia de los helechos. (PIXTA)
A la izquierda, hojas de sakaki en un altar sintoísta kamidana; a la derecha, yuzuriha y urajiro, este último perteneciente a la familia de los helechos. (PIXTA)

La camelia

La camelia, una flor propia del archipiélago nipón, aparece en obras antiguas como Las crónicas de Japón y la antología Man’yōshū. Debido a su belleza, antes era conocida como la rosa de Japón en Europa. El archipiélago de Izu (Tokio), cuya isla más famosa es Izu Ōshima, y las islas Gotō (Nagasaki) gozan de fama por albergar una especie silvestre de camelia. El aceite de esta flor lleva siglos empleándose en la elaboración de productos capilares y de aceite de cocina prémium, mientras que las ramas del camelio sirven de materia prima para confeccionar sellos y objetos de artesanía, entre otros artículos; por ejemplo, aún se emplean en los peines y en las piezas de shōgi.

La flor del camelio, que es de hoja perenne, florece a pesar del riguroso frío invernal, de ahí que en el período Heian la nobleza la apreciara como símbolo de la vitalidad y la perseverancia y la considerara una flor noble. Sin embargo, con la llegada del período Edo, entre los samuráis se extendió la creencia de que daba mala suerte debido a que se desprende del tallo; así pues, cayó en desgracia.

A la izquierda, una camelia shiro wabisuke, muy apreciada para decorar las salas donde se lleva a cabo la ceremonia del té; a la derecha, unas camelias convencionales. (PIXTA)
A la izquierda, una camelia shiro wabisuke, muy apreciada para decorar las salas donde se lleva a cabo la ceremonia del té; a la derecha, unas camelias convencionales. (PIXTA)

El Día del Kanji

La Fundación del Examen de Aptitud de Kanji declaró el 12 de diciembre el Día del Kanji inspirada en el siguiente juego de palabras: iiji (significa “buena letra” y se pronuncia igual que uno y dos; o sea, el número 12 y, por lo tanto, el decimosegundo mes del año) ichiji (quiere decir “una letra”, pero también se pronuncia como un uno y un dos; en este caso, el día 12). El objetivo de esta jornada es anunciar el Kanji del Año; esto es, un ideograma que refleje algún aspecto por el que se hayan caracterizado los últimos doce meses, elegido de entre las propuestas presentadas por la ciudadanía. La opción más votada se da a conocer en un acto, celebrado en el templo Kiyomizu (Kioto), durante el cual el monje jefe dibuja, con un pincel enorme, el carácter ganador en una hoja de papel tradicional de 1,5 metros de alto y 1,3 de metros de ancho. Los ideogramas que se emplean en Japón tienen su origen en la escritura de la dinastía Yin, de la China antigua; no obstante, existen también caracteres creados en Japón y de uso exclusivo en este país.

A la izquierda, el monje jefe del templo Kiyomizu dibujando el Kanji del Año de 2022: ikusa, que significa “conflicto” o “batalla” (Jiji Press); a la derecha, el ideograma de hataraku, que quiere decir “trabajar” y es originario de Japón. (PIXTA)
A la izquierda, el monje jefe del templo Kiyomizu dibujando el Kanji del Año de 2022: ikusa, que significa “conflicto” o “batalla” (Jiji Press); a la derecha, el ideograma de hataraku, que quiere decir “trabajar” y es originario de Japón. (PIXTA)

El Mercado de las Raquetas Hagoita (mercado de fin de año del templo Sensō)

Del 17 al 19 de diciembre el templo Sensō (Tokio) alberga un mercado en el que se venden artículos relacionados con las festividades de Año Nuevo y objetos que traen buena suerte, como las raquetas hagoita. Estas últimas tienen su origen en la costumbre de utilizarlas para ahuyentar a los malos espíritus cuando se reza por el crecimiento saludable de las niñas. Durante el período Edo se popularizó un juego que consistía en golpear con una raqueta una bola a la que se le habían colocado plumas. En la segunda mitad de esta época, estas raquetas empezaron a utilizarse como adorno: las decoraban con dibujos de actores de kabuki y de personajes que hubieran sido famosos en los últimos 12 meses. Así pues, se organizaban mercados para venderlas en diciembre y cerrar así el año de manera animada.

Raquetas hagoita. (PIXTA)
Raquetas hagoita. (PIXTA)

Las ostras

Las ostras, que están de temporada en invierno, tienen un sabor fuerte que les ha valido el apelativo de la leche del mar. Las ostras del Pacífico, por su parte, están de temporada de noviembre a marzo. Se pueden preparar de múltiples formas; sea cual sea la elegida, el comensal siempre quedará satisfecho: crudas, fritas, servidas a la cazuela en caldo de miso… Su alto contenido en vitaminas del grupo B y minerales como el hierro, el cobre y el zinc hace que contribuyan a que el cuerpo se recupere del cansancio.

A la izquierda, ostras crudas; a la derecha, fritas. (PIXTA)
A la izquierda, ostras crudas; a la derecha, fritas. (PIXTA)

La espinaca rizada

La espinaca rizada concentra el dulzor y la sabrosura de la espinaca convencional y se cultiva al descubierto en invierno. Se caracteriza por tener el tallo corto y el mesófilo grueso debido a que extienden las hojas de modo que trepen por el suelo y queden expuestas al sol lo máximo posible, puesto que hay menos horas de luz solar durante el período invernal. Además, con el objetivo de protegerse del frío, acumulan azúcar en lugar de reducir el agua, de ahí que sean más dulces. Su alto contenido en hierro las convierte en idóneas para aquellas personas que no consuman suficiente verdura o sean propensas a sufrir anemia.

A la izquierda, espinacas rizadas; a la derecha, un ohitashi elaborado con esta verdura. (PIXTA)
A la izquierda, espinacas rizadas; a la derecha, un ohitashi elaborado con esta verdura. (PIXTA)

El salmón

El salmón, que tarda varios años en crecer y regresa al río donde nació, se pesca en Hokkaidō y en las regiones de Tōhoku y Hokuriku en esta temporada. Los indígenas ainus lo llamaban kamui chep (pez divino) y lo consideraban un alimento de reserva valioso para superar el riguroso invierno. El salmón fresco puede prepararse de diversas formas: a la meunière, frito, asado en papel de aluminio, a la cazuela… Cuando se hace al estilo aramaki; esto es, si se cura a la sal colgándolo de una soga o envuelto en paja, los aminoácidos que contiene se descomponen debido a que se le quita el jugo y, por consiguiente, queda muy sabroso.

A la izquierda, salmón al estilo aramaki; a la derecha, asado. (PIXTA)
A la izquierda, salmón al estilo aramaki; a la derecha, asado. (PIXTA)

Elaborado bajo la supervisión de Inoue Shōei, profesora de sintoísmo. Inoue imparte clases en la Universidad Tōhoku Fukushi y confecciona calendarios, materia sobre la que también investiga. Además, se dedica a dar charlas y a escribir.

Imagen del encabezado: Frutos de Nandina domestica (nanten) ligeramente cubiertos de nieve. (PIXTA)

(Traducción al español del original en japonés)

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