Kawakami Mieko: amplificar las voces de las mujeres japonesas mediante la ficción

Literatura

La escritora Kawakami Mieko habló recientemente sobre su novela publicada en inglés, Breasts and Eggs (Senos y huevos), en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón, en Tokio.

La ética de la reproducción

Desde que debutó en 2007, la escritora Kawakami Mieko ha escrito prolíficamente y ha ganado varios premios literarios. La publicación en inglés de Breast and Eggs (Senos y huevos) en 2020 ha recibido una excelente acogida mediática. La novela se ha proclamado como una obra feminista que dirige el foco narrativo al cuerpo de las mujeres.

Breasts and Eggs (Senos y huevos) se centra en una familia de mujeres de Osaka: Natsuko, su hermana mayor Makiko y la hija de esta última, Midoriko. En la primera parte, Makiko, que trabaja de hostess, está obsesionada con someterse a una operación de aumento de pecho a pesar de que cuesta mucho dinero. En la segunda parte, más larga, Natsuko describe su vida en Tokio como aspirante a escritora y sus inciertas investigaciones sobre cómo concebir hijos mediante tratamientos de fertilidad, sin tener relaciones sexuales.

La nueva obra debe su título a la novela corta Chichi to ran, publicada por Kawakami en 2008 y ganadora del Premio Akutagawa. Sin embargo, en realidad se trata de la traducción de la novela de 2019 Natsu monogatari (que significa literalmente ‘cuentos de verano’ y es también una referencia al nombre de la protagonista, Natsuko), una versión de la primera considerablemente expandida, con una segunda parte totalmente nueva que transcurre entre 2016 y 2018.

En una charla que tuvo lugar en noviembre de 2020 en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón, en Tokio, Kawakami comentó que la novela corta galardonada fue su segunda obra y que, aunque la había escrito con mucha pasión, le faltaba algo de técnica. Durante la década posterior, se desarrolló como escritora, fue madre y decidió que su siguiente novela trataría sobre la ética de la reproducción. Sintió la necesidad de revisitar los personajes de aquella historia pasada, que parecían llamarla.

Kawakami asegura que reflexionó mucho sobre el título. El tema principal era el mismo, el cuerpo de las mujeres, por lo que el título original seguía siendo apropiado. “Me planteé añadirle una coma o un punto, o poner ‘Nuevo’ al principio”, bromea. Al final se decantó por Natsu monogatari (Cuentos de verano) para la versión en japonés pero, para la traducción al inglés, firmada por Sam Bett y David Boyd, no hubo ningún inconveniente para recuperar el título de la novela corta original y llamarla Breast and Eggs.

Voces no escuchadas

A propósito de los largos pasajes de diálogo que aparecen en sus novelas, Kawakami comenta: “Me gusta Dostoyevski, y en sus obras los monólogos y las conversaciones llegan a prolongarse varias páginas. Hay quien opinará que no es realista. Yo creo que en Osaka es bastante habitual. Quizás sea algo que tienen en común Rusia y Osaka”. Las raíces osakenses de los personajes de Breasts and Eggs son importantes, aunque gran parte de la acción se desarrolla en Tokio.

Kawakami explica que a muchos lectores de otros países les sorprendió saber que en Japón existe la pobreza que refleja la novela. En la primera parte, Natsuko recuerda la precaria situación en que creció. Después de que su padre se marchara de repente y empezaran a acudir a casa hombres que les amenazaban, la familia se trasladó a vivir con la abuela, pero esta y la madre fallecieron al cabo de poco y las chicas tuvieron que arreglárselas solas. Natsuko se vio obligada a trabajar desde la primera etapa de la adolescencia, haciendo malabarismos para ganar lo que pudiera —una misión nada sencilla para una menor— durante las vacaciones escolares: “Recuerdo mentir a la fábrica sobre mi edad en todas las vacaciones (primavera, verano e invierno) de los tres cursos de secundaria”.

Sobre ser madre en Japón, Kawakami declara: “Tener un hijo y seguir trabajando resulta dificilísimo”. Aunque su éxito como novelista le ha permitido compaginar la maternidad con su carrera, no quiere que se la considere un modelo ya que asegura que ella ha tenido suerte, pero otras mujeres se enfrentan a circunstancias mucho más duras: “Las voces de las mujeres que deberían hacerse oír no llegan a los demás”.

El patriarcado como religión

Como gran proyecto a perseguir antes de cumplir los cincuenta, Kawakami se propuso el objetivo de escribir una novela sobre religión. “Me gustaría escribir sobre qué significan los kami (dioses) en Japón o sobre la sociedad después de Aum Shinrikyō”, comentó, refiriéndose a la secta que perpetró los ataques con gas sarín en el metro de Tokio en 1995. Para esa obra, dice que se imagina una historia centrada en el personaje más joven de Breasts and Eggs y que la voz de Midoriko le habla desde el fondo de su mente.

Al responder a una pregunta posterior, añadió “La gente suele decir que Japón carece de religión y de fe, pero yo creo que vivimos en una sociedad en la que el patriarcado funciona como religión”, y apuntó que Japón tiene un emperador con una conexión tácita a su posición como máximo representante del sintoísmo en el país. Parece probable que su futura novela no vaya a limitarse al tema de la religión.

Parecido sucede con Breasts and Eggs, que, a pesar de que Kawakami se declara satisfecha con que se haya acogido como una obra feminista, ilustra también la desigualdad social como tema importante. La autora comentó también que quería escribir sobre cómo nace, vive y muere la gente. A pesar de la existencia a veces infeliz de los personajes, a la sombra de la muerte, la necesidad de vivir y crear vida es un tema central que dirige la obra.

(Traducción al español del artículo original, publicado en inglés. Fotografía del titular: Kawakami Mieko sostiene una copia de Breasts and Eggs en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón. © Mieko Kawakami.)

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