Del campo de batalla a los sostenes: Tsukamoto Kōichi, el fundador de Wacoal

Historia Economía

Tsukamoto Kōichi fue el fundador de Wacoal, el principal fabricante de ropa interior de Japón. Tras su éxito se esconde también la gran tristeza de haber perdido a muchos compañeros en la guerra. Fue también un pionero en crear una cultura organizativa, adelantada a su tiempo, donde las mujeres desempeñaban un rol esencial.

La Batalla de Imphal fue una de las más horribles de la Guerra del Pacífico, y ha sido calificada como “la peor operación de la historia”. La temeraria marcha del ejército japonés para tratar de invadir el Raj Británico acabó en una desastrosa derrota, con 30.000 muertos.

Los soldados deambularon por las selvas birmanas y colapsaron de hambre y cansancio; el lugar quedó lleno de cadáveres en descomposición, y finalmente de huesos. Esa huida recibió el nombre de “la carretera de los huesos blancos”. El protagonista de esta historia fue uno de los tres únicos supervivientes de un destacamento de 55 soldados que participó en la batalla.

Actuaba en cuanto se le ocurría una idea

Tsukamoto Kōichi, tenía 26 años cuando regresó a Japón.

El libro Burajā de tenka wo totta otoko Wakōru sōgyō-sha Tsukamoto Kōichi (El hombre que cosechó el éxito con los sostenes: Tsukamoto Kōichi, fundador de Wacoal) describe cómo Tsukamoto puso en marcha su fábrica de ropa interior, de cómo expandió la empresa hasta convertirla en la mayor del sector, e incluso de su posterior expansión por el extranjero, algo que por coincidir con el caótico ambiente de posguerra y el entusiasmo de una época en la que Japón en su conjunto estaba a punto de experimentar un espectacular crecimiento económico resulta especialmente interesante.

Wacoal es, por así decirlo, “la realeza de la ropa interior”: representa un altísimo volumen de las ventas de los grandes almacenes y resulta en general demasiado cara para las jóvenes. Así es la imagen de Wacoal: una empresa con clase; pero sus comienzos fueron bien distintos.

Tsukamoto empezó vendiendo accesorios femeninos en el mercado negro. En cierta ocasión, por ejemplo, el presidente de uno de sus proveedores, al que nunca había visto, lo persuadió por escrito hasta tal punto que el joven vendedor le envió todo el dinero que tenía para adquirir prendas. Con otro presidente no conseguía cita para hablar de negocios, así que se disfrazó y lo esperó hasta altas horas de la noche. Una vez que tenía que ir a Tokio se coló por la ventanilla de un tren nocturno abarrotado, dispuesto a permanecer de pie y aguantando el traqueteo durante diez horas.

Cuando Kōichi tenía una idea, actuaba sin pensárselo dos veces. Viajaba desde Kioto hasta donde hiciera falta, y sudaba la gota gorda para seguir sacando adelante sus negocios.

Son, pues, unos comienzos muy distintos a la imagen que puede inspirar la lujosa lencería de encaje que lucen los maniquíes en los grandes almacenes.

Kōichi bromeaba diciendo: “Soy el presidente erótico de una empresa de comercio erótico”, aunque la sonrisa no llegaba a sus ojos. En una ocasión llegó a confesar: “Sentía una gran responsabilidad por mis 52 compañeros de armas caídos; quería estar a la altura, y por eso no me quejaba jamás por nada”.

Décadas después del final de la guerra, seguía teniendo pesadillas sobre la batalla de Imphal, y a menudo saltaba de la cama, en mitad de la noche, empapado en sudor.

Un hombre capaz de atraer talento

Son muchos los episodios interesantes que provocaron las ideas y la energía de Tsukamoto, como una “batalla pública de ventas” que realizó con una empresa rival en ciertos grandes almacenes, o sus “desfiles de lencería”, con acceso exclusivo para mujeres. Pero lo más fascinante de este joven empresario era su capacidad de atraer gente con talento.

Era siempre honesto y directo, sin engaños. Cuando llegaba el momento lo daba todo, por inauditos que fuesen sus métodos. Era abierto de mente, no le importaban las nimiedades y era atento (¡por eso resultaba tan atractivo!). También era sincero con sus subordinados. No puedo evitar pensar cuánto me habría gustado trabajar con él.

Watanabe Asano, reclutada por Kōichi, quien más tarde se convertiría en la primera gerenta de sección de Wacoal, comenta: “Kōichi tenía muchas virtudes. Hay una gran diferencia entre quienes logran reunir a personas con talento y quienes no; los primeros son los que acaban en la cima”.

Como ejemplifica el caso de Watanabe, Wacoal cultivó un ambiente empresarial en el que las mujeres desempeñaban un rol muy activo, algo poco habitual para las empresas japonesas de aquella época.

Fueron sus enérgicas mujeres las que lideraron el crecimiento en las áreas de costura, administración, ventas… Cuando Kōichi juzgaba que alguien era adecuado para su empresa nunca se preocupaba de si era un hombre o una mujer: lo contrataba y le daba la oportunidad de desarrollarse laboralmente.

Las mujeres recuerdan con cariño su paso por la empresa

Hace tiempo ya que el término “participación activa de las mujeres en el mercado laboral” es casi un eslogan entre las empresas japonesas. Muchas se han fijado objetivos numéricos, como el porcentaje de mujeres a tener en puestos de dirección, y ofrecen diversos programas de formación para alcanzarlos.

Sin embargo, y por desgracia, muchas mujeres parecen sentirse decepcionadas por el hecho de que Japón ocupe año tras año los puestos más bajos en las clasificaciones internacionales que comparan la situación laboral por géneros. Aunque el trasfondo histórico es diferente al actual, tenemos mucho que aprender de la forma de contratación que empleó y la importancia que Tsukamoto otorgó a las mujeres, en Wacoal.

Quizá por haber nacido en el seno de una familia de comerciantes de Ōmi (la actual prefectura de Shiga, famosa por su comercio) y haber estudiado en la prestigiosa Escuela de Comercio de Hachiman, Kōichi no enarboló la bandera de ese eslogan de participación activa de las mujeres, sino que mantuvo una idea sencilla de quién era adecuado para hacer crecer el negocio, qué función se le debía asignar, y quién podría significar un céntimo más de beneficios al final; eso es lo que dio forma al éxito de Wacoal.

Teniendo en cuenta los tiempos que corrían, no debió de resultarle fácil, pero Tsukamoto logró salir adelante sin rendirse.

En la empresa se valoraba a todo el mundo por su trabajo, sin importar si eran hombres o mujeres o qué puesto ocupaban, y quien demostraba excelencia en su labor recibía el respeto de todos. Las mujeres que trabajaron en Wacoal durante su juventud recuerdan con alegría su ambiente agradable.

Todo esto es fruto tanto de la energía de Tsukamoto Kōichi, capaz de atraer a gente con gran talento, como de la determinación por vivir en honor de sus compañeros perdidos que llevó en el corazón toda su vida.

Burajā de tenka wo totta otoko Wakōru sōgyō-sha Tsukamoto Kōichi (El hombre que cosechó el éxito con los sostenes: Tsukamoto Kōichi, fundador de Wacoal)

Editorial: President
Fecha de publicación: 15 de junio de 2023
Formato: 392 páginas (788 mm x 1.091 mm)
Precio: 2.090 yenes (impuestos incluidos)
ISBN: 978-4-8334-2502-5

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