
‘La Ocupación de Kioto’ de Akio Satoko: la historia desconocida de la antigua capital bajo el GHQ
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El Palacio Imperial de Kioto y su jardín también estuvieron en peligro de ser incautados
En este libro destaca ante todo la detallada descripción del proceso de incautación de muchos lugares famosos y sitios históricos de Kioto por parte de las fuerzas de ocupación, y la resistencia de los habitantes de Kioto (funcionarios y sacerdotes sintoístas) a ello. Aquí, presentaré algunos ejemplos de incautaciones.
Kioto tiene varias avenidas de 50 metros de ancho que cruzan la ciudad de norte a sur. La razón es que durante la guerra las casas a lo largo de estas avenidas fueron demolidas a la fuerza para evitar que el fuego se propagara al Palacio Imperial de Kioto. Después de la guerra, Horikawa-dōri, una de estas avenidas, se utilizó como pista de aterrizaje para aviones pequeños del ejército estadounidense porque Kioto no contaba con ningún aeropuerto.
En diciembre de 1945, el GHQ emitió la Directiva Sintoísta, con la que abolía el sintoísmo estatal. Sin embargo, los santuarios de todo el país se salvaron, ya que se consideraba que los santuarios locales, en su calidad de lugares de oración para los ciudadanos, no representaban un problema. Gracias a ello, el propio edificio del santuario Heian jingū quedó intacto, pero los edificios circundantes fueron incautados uno tras otro, “convirtiéndose en una villa estadounidense”.
Entre ellos, el Museo Conmemorativo de la Gran Ceremonia de Kioto (actual Museo de Arte Kyocera de la ciudad de Kioto), establecido para conmemorar la entronización del emperador Shōwa, se convirtió en alojamiento y hospital militar estadounidense, el Butokuden (actual Centro de Artes Marciales), destinado a la formación de artistas marciales, se convirtió en un club de suboficiales, la mitad del Zoológico Municipal de Kioto se convirtió en estacionamiento, y otros edificios se utilizaron como almacenes de armas y materiales.
El Palacio Imperial de Kioto, residencia de sucesivas generaciones de emperadores, y los jardines circundantes también estuvieron en peligro de ser incautados. El plan del GHQ requería un extenso terreno residencial para 245 familias de militares estadounidenses. El Palacio Imperial es un lugar sagrado para los habitantes de Kioto, al que “el emperador regresará algún día”. Los funcionarios administrativos de Kioto negociaron repetidamente con las fuerzas de ocupación y lograron evitar la incautación ofreciendo a cambio el Jardín Botánico de la Prefectura de Kioto.
Se cree que la decisión del comandante supremo MacArthur de permitir la continuación del sistema imperial después de su reunión con el emperador Shōwa (Hirohito) influyó en esta decisión. Sin embargo, la construcción de la zona residencial provocó la tala de tres cuartas partes de los más de 25.000 árboles del jardín botánico.
El Gion Kaburenjō convertido en salón de baile
El gobernador político y militar del GHQ en Kioto (el jefe de facto de la administración de Kioto), un ávido aficionado al golf, intentó convertir los terrenos del santuario Kamigamo, el santuario más antiguo de Kioto, en un campo de golf. Se dice que en septiembre de 1946 los representantes del santuario fueron convocados a la oficina de la prefectura de Kioto y se les informó del plan. Kamiyama, el sitio previsto, es un área sagrada a la que se supone descendieron los dioses, y donde se lleva a cabo el ritual Mi-are, el más importante del Festival Aoi.
La construcción comenzó en octubre pese a que el santuario se oponía, pero las objeciones del Gobierno japonés terminaron por tener éxito, y la construcción del campo de golf se detuvo; por desgracia ya se habían talado unos 4.000 árboles, más de la mitad del total. Lejos de rendirse, el gobernador político y militar combinó dos años después parte de las tierras propiedad del santuario Kamigamo, el bosque de prácticas de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Kioto y otras tierras privadas para crear el actual Club de Golf de Kioto.
Uno de los lugares más repletos de turistas hoy día es la calle Hanamikōji de Gion; en ella se encuentra el teatro Gion Kōbu Kaburenjō, famoso por el espectáculo Miyako Odori y considerado la meca de las geishas y maikos. Sin embargo, este escenario lleno de glamur tampoco estuvo exento de la guerra. En marzo de 1944 cerraron todos los barrios de geishas del país. El Kaburenjō de Kioto se convirtió en una fábrica de prótesis dentales, y en el vecino Salón Yasaka se fabricaban bombas globo. Se dice que las okami (regentas) de Gion, las geishas y las nakai (asistentes) de Gion trabajaron en la movilización laboral. Después de la guerra, el Kaburenjō se convirtió en un salón de baile exclusivo para el ejército estadounidense. No fue hasta 1951 que fue devuelto a Gion Kōbu.
Este año se cumple el 80.º aniversario del fin de la guerra. Este libro arroja luz sobre una oscura parte de la historia que recuerdan los habitantes más ancianos de Kioto pero casi ninguno de los japoneses más jóvenes o los turistas extranjeros conoce, y los detalles de cada caso muestran una cara de la antigua capital revestida de un gran interés.
Kyōto senryō (La ocupación de Kioto)
Editorial: Shinchōsha
Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2024
Volumen: 208 páginas
Precio: 968 yenes (impuestos incluidos)
ISBN: 978-4-10-611070-2
(Traducido al español del original en japonés.)