La forma sigue a la función: cajas de té japonesas como decoración interior

Cultura Arte

La humilde caja de té surgió en el siglo XIX como un recipiente de delicada factura para almacenar y transportar hojas de té verde. Un siglo más tarde, estas cajas fueron descubiertas por personas que las decoraron con finas telas para convertirlas en elementos decorativos atemporales para el interior de sus hogares. Un libro explora el arte y la historia de las chabako.

Un giro colorido a la tradición

A mediados de octubre de 2025, se celebró un evento para presentar un nuevo libro, Chabako (La caja de té), de Masumi Pizer, en una galería de Kyōbashi, en el centro de Tokio. El Interior Chabako Club, dirigido por Pizer y con sede en Shinagawa, Tokio, aprovechó la ocasión para mostrar una variedad de sus elegantes “cajas de té para interiores”, incluidas varias piezas nuevas.

Masumi Pizer con una selección de chabako en el evento de presentación de su nuevo libro, el 17 de octubre de 2025 en Kyōbashi, Tokio. (© Izumi Nobumichi)
Masumi Pizer con una selección de chabako en el evento de presentación de su nuevo libro, el 17 de octubre de 2025 en Kyōbashi, Tokio. (© Izumi Nobumichi)

El término “Interior Chabako” es una marca registrada que pertenece al club. Las chabako eran originalmente cajas de té que se utilizaban para almacenar y transportar hojas de té. Las versiones de interior son una adaptación de estas cajas para su uso moderno. Los cofres se envuelven en telas de kimono u obi (cinturón de kimono), telas tejidas de otras partes del mundo y materiales para cojines, transformándolas en artículos decorativos para el hogar. Tal y como se describe en el libro, las chabako grandes pueden equiparse con ruedas o patas de madera para convertirlas en taburetes o bancos, o cubrirse con una lámina de acrílico para utilizarlas como mesas o superficies de exposición. Con ideas creativas adaptadas a diversos estilos de vida, las chabako son los complementos de interior perfectos para cualquier estancia.

Raíces en la comunidad de expatriados de Japón

Las chabako están disponibles en más de 20 tamaños diferentes, desde grandes cofres que pueden utilizarse como muebles hasta piezas más pequeñas ideales para usar como cajas de almacenamiento de mesa. El concepto se originó en las chabako forradas de tela creadas por residentes extranjeros que vivían en Japón, quienes envolvían las cajas con sus telas favoritas y las modificaban para utilizarlas como cofres decorativos y funcionales.

Pizer se enamoró de las chabako forradas de tela cuando las descubrió entre la comunidad de expatriados de Tokio en 1998. Al año siguiente, comenzó a impartir clases sobre chabako decorativas y, en 2004, fundó el Interior Chabako Club como sociedad limitada. En 2005 comenzó a ofrecer cursos de instructora certificada. En la actualidad, el club cuenta con 125 aulas en todo el país y con instructores en Estados Unidos y Alemania.

Las chabako recubiertas de tela originales, fabricadas por extranjeros con estrechos vínculos con Japón, utilizaban principalmente telas tradicionales japonesas destinadas a kimono y obi. Se puede decir que las chabako de interior llevan el concepto un paso más allá, incorporando las opciones estándar de Nishijin-ori y Yūzen junto con una variedad de telas tradicionales de Francia, Italia y otros países. Hoy en día están despertando un interés creciente en el extranjero como obras de arte prácticas y atractivas que pueden aportar toques de color a los interiores.

¿Los cofres de almacenamiento más duraderos del mundo?

El libro también aborda la historia de las propias chabako. Se cree que la primera exportación de té japonés se remonta a 1610, cuando la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales transportó una remesa desde Hirado, Nagasaki, a Europa. Pero sin cofres duraderos, capaces de mantener frescas las hojas de té y transportarlas de forma segura a lo largo de viajes largos y difíciles, es probable que el té verde nunca se hubiera establecido en todo Japón y en el resto del mundo.

Las primeras chabako datan del periodo Edo (1603-1868). Fue a principios del periodo Meiji (1868-1912) cuando alcanzaron su forma actual de caja de cedro revestida de estaño. Estos cofres modernos ofrecían una protección muy mejorada contra la humedad y los insectos. Artesanos expertos fabricaban cajas lo suficientemente resistentes como para durar un siglo o más. A finales del siglo XIX, las chabako se exportaban como productos deseables por derecho propio.

Sin embargo, con el tiempo, otros materiales baratos y prácticos como el cartón y las bolsas de aluminio se hicieron populares como alternativas para transportar y almacenar el té, y amenazaron con dejar obsoletas a las chabako. La demanda se desplomó y las empresas tuvieron dificultades para encontrar sucesores, ya que la generación joven buscaba trabajo en otros lugares. Uno tras otro, los fabricantes especializados en chabako cerraron, hasta que en 2024 solo quedaban tres.

Preservar la artesanía para la próxima generación

El libro describe acertadamente las chabako, con sus más de 150 años de historia, como la cristalización de una serie de diferentes habilidades artesanales japonesas.

El cedro utilizado para el marco exterior suele tener al menos 30 años. Después de estar expuesta a la intemperie durante al menos tres meses, la madera se pesa y se seca completamente para evitar que se deforme o se distorsione. Para el revestimiento se utilizan láminas de hojalata galvanizada, mientras que las esquinas, las juntas y otras zonas vulnerables a los daños se refuerzan con gruesas tiras de papel washi. Todos los materiales utilizados en las cajas son cuidadosamente elaborados por artesanos experimentados.

Una mirada al proceso de creación de chabako por parte de los artesanos de Kawane. (Cortesía del Interior Chabako Club)

El Interior Chabako Club ha trabajado duro para preservar estas técnicas en peligro de extinción y transmitirlas a la siguiente generación. Este libro cuenta la historia de esta lucha por salvar valiosas tradiciones para el futuro.

La prefectura de Shizuoka, una de las principales regiones productoras de té de Japón junto con Uji (Kioto y alrededores) y Sayama (Saitama), es el hogar de Kawane Honchō, conocida por su famoso té. El club se asoció con Maeda Seikanjo, un fabricante tradicional de chabako de alta calidad, para preservar la artesanía. En 2010, presentaron una petición al alcalde de la ciudad para mantener viva la pequeña industria de las cajas de té y comenzaron a formar a jóvenes artesanos para que continuaran con la tradición en el futuro. Maeda Kōbō se fundó con el apoyo del gobierno local en 2016, y la empresa comenzó a operar desde una nueva fábrica en 2020.

Un libro bilingüe de lujo a todo color

El libro de Pizer incluye fotografías a todo color que muestran una variada selección de chabako en todo su esplendor. Muchas de ellas son colaboraciones con destacados diseñadores y marcas, tanto japonesas como internacionales. Las fotografías a tamaño completo dan al libro un impacto visual sorprendente y lo convierten en un placer para la vista.

El libro también contiene siete columnas interesantes e informativas que examinan las cajas y la cultura que ha surgido a su alrededor, entre ellas “Comenzar un legado”, “Una tradición para disfrutar” y “La oración del papa Francisco”.

La autora pasó su infancia con su familia, en Londres. Más tarde trabajó para Mitsubishi Corporation y Citibank NA en Tokio. Este libro refleja más de 25 años de su pasión por las chabako y se presenta en japonés e inglés.

Chabako

Masumi Pizer
Publicado por Daiwa Shobō en 2025
ISBN: 978-4-479-88049-3

(Imagen del encabezado: © Daiwa Shobō.)

arte artesanía tradicional