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Los pinceles de maquillaje de Hakuhōdō, admirados incluso por artistas de Hollywood

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Existe un utensilio hecho en Japón que es adorado no solo por los profesionales del maquillaje, sino también por las mejores marcas del mundo en este sector. Se trata de los pinceles de Hakuhōdō. Su calidad es fruto de las técnicas tradicionales utilizadas en su fabricación.

La distinción entre “brochas” y “pinceles”

Es natural que el mundo reconozca que Hakuhōdō es la mejor marca de pinceles de maquillaje.

Se ajustan perfectamente a la piel. Con una sola pincelada, el maquillaje se extiende uniformemente, lo que permite un terminado de mayor calidad, con pieles translúcidas, labios y ojos brillantes y tridimensionales. Estos pinceles, que parecen salidos de un cuento de hadas, son fabricados por Hakuhōdō.

La sede de Hakuhōdō se encuentra a 800 km de Tokio, en la zona montañosa de Kumano-chō, en la prefectura de Hiroshima. La zona es famosa por los pinceles de Kumano, designados como artesanía tradicional. Un detalle que refleja la filosofía de Hakuhōdō es que la propia empresa define sus productos como “pinceles” y no como “brochas” de maquillaje. Takamoto Hikaru, director general y gerente de la sección de integración de Hakuhōdō, nos habla al respecto.

“Designamos como ‘brochas’ a aquellos utensilios cuyas puntas de pelos están cortadas del mismo tamaño y ‘pinceles’ a aquellos a cuyas puntas se les da forma acomodándolas, sin ser cortadas. Los productos de Hakuhōdō son del segundo tipo”. La materia prima principal de los pinceles son pelos de animales, cuyas puntas son más delgadas. Es justamente gracias a estas que se logra el toque perfecto del pincel con la piel. Al no cortarse el pelo, se aprovecha su forma para que el extremo del pincel se integre bien y se convierta en un pincel que se mueve finamente al aplicar el maquillaje”.

Hakuhōdō es la firma creadora de los pinceles de maquillaje con haces de pelos naturales que no se cortan.
Hakuhōdō es la firma creadora de los pinceles de maquillaje con haces de pelos naturales que no se cortan.

El objetivo de fabricar los mejores pinceles de maquillaje

Hakuhōdō fue fundada en 1974. El presidente de la junta directiva actual es Takamoto Kazuo, quien estableció su propia empresa, independizándose del negocio familiar que, por generaciones, se dedicó a la fabricación de pinceles en Kumano-chō. En una pequeña edificación prefabricada, él y su esposa producían pinceles de alta calidad con técnicas tradicionales antiguas que se utilizan para pintar piezas de cerámica o muñecas.

Takamoto continúa: “En ese entonces, llegó a oídos de mi padre, actual presidente de la junta directiva, que estaba disminuyendo la producción de pinceles de alta calidad para artesanías. Con el fin de suministrarlos a quienes los necesitaban, decidió fundar Hakuhōdō”.

Sede de Hakuōdō.
Sede de Hakuōdō.

Sin embargo, la demanda de estos pinceles para artesanía era escasa y no generaba beneficios necesarios para mantener a flote la empresa. Por esa razón decidió aventurarse a hacer pinceles para maquillaje, un producto que parecía tener posibilidades de crecimiento a futuro en el mercado.

Ahora es cada vez más normal encontrar pinceles de maquillaje de alta calidad, pero en ese entonces, la mayoría de las brochas de maquillaje eran muy sencillas. Normalmente, se limitaban a aquellas que acompañaban a las bases de maquillaje o las sombras para los ojos.

Además, esas brochas sencillas se fabricaban arreglando los pinceles para pintura de estilo occidental. Los pinceles occidentales para pintura al óleo son excelentes para superficies planas, pero no dan los mejores resultados en zonas tridimensionales como la cara.

Por el contrario, para el maquillaje tridimensional son más adecuados los pinceles japoneses, fabricados para facilitar la pintura en cerámica y muñecas. Además, estos son excelentes para aplicar materiales tales como la laca viscosa o el pan de oro en polvo. Por esta razón son óptimos para el maquillaje.

Takamoto Kazuo se centró en dicha característica. Si su empresa lograba aprovechar la sofisticada técnica de fabricación de pinceles japoneses, conseguiría marcar la diferencia entre sus productos y las brochas sencillas que existían entonces. También confiaba que podría crear un producto que aplicara mejor el maquillaje.

Takamoto nos relata que el objetivo de su padre era convertir su producto en el Hermès de los pinceles de maquillaje, utilizando como base las técnicas tradicionales de los pinceles de Kumano. A partir de 1980, en tres o cuatro años, se dedicó al desarrollo del producto y pudo materializarlo. En la actualidad, los pinceles se siguen fabricando exactamente de la misma forma.

Entre esas técnicas inalterables se encuentra, por ejemplo, el proceso saraedori, parte tradicional de la fabricación de pinceles de Kumano en la que se clasifica el pelo original para unificar la calidad. Se aplica una pequeña navaja ajustada para no cortar el pelo en el haz y en ella quedan atrapados los pelos doblados o maltratados. El proceso saraedori se refiere al paso en el que el artesano remueve uno a uno diligentemente los pelos no adecuados.

Sin embargo, esto no es suficiente para retirar todos los pelos problemáticos por lo que, en Hakuhōdō, antes y después de cada parte del proceso se hace una revisión de las puntas de los pelos. A veces se desecha entre un tercio y la mitad de la cantidad de pelos originales, pero gracias a este cuidadoso trabajo de selección se consigue un pincel suave.

Saraedori, parte del proceso en el que se retiran los pelos innecesarios.
Saraedori, parte del proceso en el que se retiran los pelos innecesarios.

El proceso especial de Hakuhōdō para la fabricación de las cabezas de sus pinceles es una adaptación de la técnica tradicional seiho. Esta tecnología es parte del procedimiento de fabricación de haces. Tradicionalmente, para hacer las cabezas de los pinceles de Kumano, los haces se introducen en un molde de madera conocido como koma y se les da forma a mano. En el caso de Hakuhōdō, se mejoró la forma interior de los koma y se desarrolló una técnica para fabricar de manera estable pinceles de alta calidad.

Una cabeza de pincel con forma perfecta.
Una cabeza de pincel con forma perfecta.

Subdividir los procesos, la clave para producir masivamente artesanías de calidad

A pesar de tratarse de pinceles de alta calidad, la respuesta del mercado japonés fue tibia debido a sus precios, más altos que los de las brochas de maquillaje existentes. Pero en 1995 un acontecimiento lo cambio todo. Las declaraciones de la profesional del maquillaje japonesa Andō Hiromi, que triunfaba en Nueva York y adoraba los pinceles de Hakuōdō, pusieron a esta marca bajo los reflectores. “En Canadá hay una marca de maquillaje interesante que podría necesitar los pinceles de Hakuhōdō”.

Ahora es una marca ampliamente conocida, pero entonces era una pequeña empresa recién fundada con niveles de venta de mil quinientos millones de yenes al año. Sin embargo, ya que tenía la intención de dar importancia a los utensilios para el maquillaje, las brochas de maquillaje representaban el 60 % del total de sus ventas. Kazuo, sin tener contacto con la marca, comenzó a promocionar sus productos. La administradora de la marca, que también era maquilladora, advirtió de inmediato la calidad de los productos de Hakuhōdō, por lo que decidió firmar un contrato de fabricación de equipos originales (OEM) al momento.

Posteriormente, los pinceles de maquillaje de la marca ganaron fama entre las actrices de Hollywood y la fama de la propia marca de Hakuhōdō comenzó a hacerse famosa de boca en boca. Esta fue la llave para abrir las puertas del mercado. Su popularidad en Japón fue resultado de la importación invertida, cuando los productos de un país se hacen famosos a nivel nacional luego de conseguir éxito en el extranjero. En la actualidad, además de tener su marca propia, suministra pinceles a unas 150 empresas dentro y fuera de Japón a través de contratos OEM y es conocida como una de las marcas de pinceles de mayor calidad del mundo.

Takamoto también nos cuenta que, en el presente, se producen cerca de 10.000 pinceles de maquillaje al día. En las dos fábricas con las que cuenta la firma en la prefectura de Hiroshima trabajan cerca de 150 empleados que hacen el trabajo a mano. La razón por la que ha decidido no mecanizar la fabricación es que el manejo del pelo, materia prima de los pinceles, es inestable. En otras palabras, aunque las máquinas sean configuradas para moverse de la misma forma, no pueden producir de igual manera los pinceles.

Como dice estar confiado en que produce pinceles adecuados para cualquier tipo de maquillaje imaginable, ha creado utensilios que responden a las épocas y las necesidades de los clientes y cuenta con unos 800 modelos en su catálogo. Si a esa cifra se añaden los pinceles para artesanías, el total supera los mil.

Takamoto señala que su empresa es una productora típica de poca cantidad y gran variedad. Mecanizar los procesos significaría invertir grandes cantidades y no se conseguiría la productividad necesaria. Para su firma, fabricar a mano le permite crear pinceles de mejor calidad a precios más bajos.

La clave para producir masivamente a mano, pero con gran calidad y estabilidad es la subdivisión del proceso de producción. En general, la fabricación de pinceles de maquillaje se divide en siete pasos, pero en Hakuhōdō el proceso consta de 80. Bajo su sistema, una persona se hace cargo de aproximadamente tres pasos.

La subdivisión permite que los empleados se especialicen en técnicas concretas y no tengan que conocer a fondo la totalidad del proceso, como sucede en un sistema tradicional. Como resultado, se reduce notablemente el tiempo de aprendizaje y aumenta el nivel de excelencia del trabajo.

Además, también se hacen adecuaciones a las herramientas, lo que facilita el trabajo a mano. Por ejemplo, el caso antes mencionado de los moldes koma. Al utilizar estos utensilios se mejoran los resultados y cualquiera puede fabricar de manera estable productos de alta calidad.

Los pinceles, herramienta importante para las otras artesanías tradicionales

Aunque parece que todo avanza a la perfección, la empresa también se enfrenta a otros desafíos. Por ejemplo, en el caso del pelo, la materia prima de los pinceles. Debido a factores tales como la perspectiva de protección de los animales de razas pequeñas, en años recientes cada vez es más difícil utilizar pelo de otros animales que no sean ganado, como cabras, caballos o cerdos. Como consecuencia, está surgiendo la necesidad de desarrollar fibras sintéticas como sustituto.

A pesar de todo, los pinceles de maquillaje de Hakuhōdō han mantenido y continuarán manteniendo su buena reputación gracias al uso de técnicas tradicionales.

El proceso para ordenar las puntas de pelos se repite en múltiples ocasiones.
El proceso para ordenar las puntas de pelos se repite en múltiples ocasiones.

Los pinceles de maquillaje de Hakuhōdō se desarrollaron a partir de la adaptación de los pinceles de Kumano, una artesanía tradicional. Además, la firma sigue produciendo pinceles para artesanías tradicionales como la cerámica o las muñecas. En palabras de Takamoto, Hakuhōdo es inseparable de las artesanías.

Si observamos las artesanías japonesas tradicionales nos daremos cuenta de que la mayoría necesita pinceles en alguna parte de su proceso de fabricación. Los pinceles son una herramienta que sostiene las artesanías tradicionales. Por tal razón, es impensable para Takamoto dejar de fabricar una pieza tan relevante para estas, por el simple hecho de que no den suficientes ganancias. En sus palabras: “Creo que nuestra misión es seguir fabricando pinceles de gran calidad para apoyar las artesanías tradicionales japonesas”.

Finalmente, así describió el atractivo de los pinceles:

“Los pinceles son una herramienta que facilita la realización personal. En el caso del maquillaje, su objetivo es ser atrayente para actuar con mayor confianza y convertirse en la persona que se anhela ser. De igual manera, pintar y crear objetos son otras formas de realización personal. Nosotros deseamos seguir apoyando la realización personal de la gente”.

Sede en Kioto de Hakuhōdō.
Sede en Kioto de Hakuhōdō.

Información general

Hakuhōdō

Dirección: 731-4215 Jōnohori 7-10-9, Kumano-chō, Aki-gun, prefectura de Hiroshima.

Representante: Takamoto Sō, director general.

Alcance de trabajo de la empresa: fabricación y venta de pinceles de maquillaje, de caligrafía, para pintar rostros de muñecas, para pintura de estilos japonés y occidental, de diseño e industriales.

Capital: 50 millones de yenes.

Plantilla: 250 empleados.

Sitio web: https://hakuho-do.co.jp

Reportaje y texto: Sugihara Yuka, equipo editorial de POWER NEWS
Fotografías por cortesía de Hakuhōdō.

(Traducido al español del original en japonés.)

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