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‘Ano ko wa kizoku’: la solidaridad entre mujeres, hecha cine

Cine

Una mujer crece encajonada por su familia de clase alta, en Tokio; otra se aferra a esta ciudad para escapar de la zona rural de la que proviene. Sode Yukiko ha adaptado al cine la novela de Yamauchi Mariko Ano ko wa kizoku, en la que dos personas se conocen en la estratificada sociedad moderna y reconsideran juntas sus formas de vida.

Sode Yukiko SODE Yukiko

Nacida en 1983 en la prefectura de Nagano. Siendo estudiante de universidad asistió a un curso de dirección de cine del Seminario ENBU, y su cortometraje Kosupureiyā (Cosplayer), producido bajo la guía de Shinohara Tetsuo, fue seleccionado para el octavo Festival de Cortometrajes de Mito, en el Pia Film Festival de 2005. En 2008 su primer largometraje, Mayim Mayim, recibió el Premio al Entretenimiento y el segundo puesto en el Gran Premio de dicho festival. En 2009 fue seleccionada para el Proyecto de Desarrollo de Jóvenes Cineastas de la Agencia de Asuntos Culturales, y produjo su primera película en 35 mm, Underwear Affair, con Yamanaka Takashi y Ayano Gō. Su primer largometraje comercial llegó en 2015, con Good Stripes; esa obra ganó el premio al mejor director revelación en la séptima edición del Premio TAMA, y el premio Kaneto Shindo 2015 a la mejor dirección.

El término sisterhood (hermandad, entre mujeres), utilizado con frecuencia en el movimiento de liberación de la mujer entre la segunda mitad de los sesenta y la primera de los ochenta, está llamando nuevamente la atención. En el mundo del cine, las obras que versan sobre este tema, que representa la solidaridad entre mujeres, han ganado prominencia a nivel internacional.

Esta tendencia también ha surgido en Japón, y un buen ejemplo es Ano ko wa kizoku, dirigida por Sode Yukiko. La película está basada en la novela homónima de Yamauchi Mariko, la cual leyó Sode en una revista literaria antes de que se publicara como libro, y se enamoró de la historia. Negoció la adaptación al cine directamente con la autora, a quien ya conocía de antes.

Mujeres que eligen su propia forma de vida

La historia trata sobre dos mujeres, Hanako y Miki. Hanako (Kadowaki Mugi), que se acerca a los treinta años, nace en una familia de clase alta de Tokio y se cría sin ningún inconveniente, pero experimenta su primer revés en la vida cuando su novio, con el que planeaba contraer matrimonio, la abandona. Después de entregarse a la búsqueda de un novio para poder casarse, decide hacerlo con Kōichirō (Kōra Kengo), un guapo abogado de buena familia, pero sufre al descubrir la diferencia entre felicidad que había imaginado y la realidad. Por otro lado, Miki (Mizuhara Kiko) nace en una familia normal en Toyama, y tras estudiar mucho logra entrar en una universidad de primera clase, pero tiene que dejarla porque sus padres pierden su empleo y no pueden pagarle la matrícula. Se las arregla para aferrarse a la vida en Tokio, dedicándose al negocio del entretenimiento nocturno. Las vidas de ambas personas, que han vivido en mundos tan diferentes, se cruzan en ese punto y conducen a cada una en una dirección inesperada.

Hanako (Kadowaki Mugi) y su amiga violinista, Itsuko (Ishibashi Shizuka) © Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku
Hanako (Kadowaki Mugi) y su amiga violinista, Itsuko (Ishibashi Shizuka) © Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku

La directora Sode habla acerca del atractivo de contar una historia sobre dos mujeres completamente diferentes.

“Yo misma soy de Nagano, así que puedo entender a Miki, que viene del campo y lucha por sobrevivir en Tokio, pero al principio apenas era consciente de la estratificación de la sociedad y el estilo de vida de las personas con una familia como la de Hanako. La novela lo explica a vista de pájaro, y me hizo darme cuenta de muchas cosas al respecto. Me pareció interesante poder describir un mundo que comparte ambas visiones, en una sola película”.

Aunque hay partes que siguen fielmente el original, la forma única de narrar de Sode sobresale a la hora de crear una adaptación. En la historia original, a través del encuentro con esa mujer llamada Miki van quedando claramente definidas las diferencias entre la forma de pensar de Hanako y la de Kōichirō como diferencias entre hombres y mujeres. Pero la versión cinematográfica captura ese punto desde una perspectiva más amplia.

La directora Sode Yukiko.
La directora Sode Yukiko.

“Creo que el original representa una estructura de confrontación entre mujeres y hombres, pero para la película consideré también las diferencias de valores entre generaciones. Es una especie de canto a la juventud: los personajes de la generación más joven han recibido de sus padres viejos valores del tipo ‘Has nacido aquí, así que tienes que vivir así’, pero deciden apartarse de ellos y elegir su propio lugar y forma de vida”.

Una conciencia de clase que emerge en el Japón moderno

Además de los tres, hay otras dos mujeres que hacen avanzar la historia y son dignas de atención. Una es Itsuko, la mejor amiga de Hanako (Ishibashi Shizuka), que trabaja en el extranjero como violinista; la otra es una compañera de instituto de Miki, Rie (Yamashita Rio), que entró en la misma universidad en Tokio y aspira a abrir un negocio propio. La forma de vida de estas dos mujeres, como uno de los núcleos temáticos de la película, también representa un enfoque diferente a la novela original.

En la película a menudo aparecen en las conversaciones entre Miki y Rie temas relacionados con el dinero, como la devolución de dinero prestado por los padres, o los fondos necesarios para iniciar un negocio; esto está basado en situaciones reales sobre las que se hablaban en entrevistas de documentación para el guion.

Miki (Mizuhara Kiko) y su compañera de clase, Rie (Yamashita Rio) © Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku
Miki (Mizuhara Kiko) y su compañera de clase, Rie (Yamashita Rio) © Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku

“Tengo la sensación de que los jóvenes son más pobres ahora que en 2016, cuando se publicó el original. Para un joven japonés de a pie, a quien ellas representan, es más importante conseguir comida hasta el día de la muerte que andar persiguiendo sueños. Creo que la cantidad de personas que notan la estratificación de la sociedad está aumentando; podemos verlo, por ejemplo, en la frecuencia con que la gente usa con sarcasmo expresiones como ‘ciudadanos de clase alta’ en las redes sociales para referirse a personas que cuentan con privilegios”.

Un mundo tridimensional en el lugar del rodaje

El guion, escrito por Sode mientras realizaba entrevistas para recrear el trasfondo delineado en el original, sufrió más cambios tras comenzar el rodaje. La directora cuenta cómo se fue percatando de que los actores daban vida a los personajes.

“No estaba totalmente segura sobre Hanako y Kōichirō, porque no eran personajes que conociera tan a fondo. Cuando Kadowaki Mugi y Kōra Kengo empezaron a actuar, poco a poco todo se fue haciendo un poco más específico. Creo que ambos iban tanteando, pero a fuerza de irse probando así el uno al otro lograron inventar sus personajes. Tuve que actualizar el guion para completar los vacíos que surgían entre lo que nacía en el rodaje y lo que había imaginado en un principio”.

Kōichirō (Kōra Kengo) y Miki (Mizuhara Kiko) © Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku
Kōichirō (Kōra Kengo) y Miki (Mizuhara Kiko) © Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku

En cuanto al reparto, la directora dice que desde un principio tenía decidido que quería contar con Kadowaki Mugi, que interpreta a Hanako. Mizuhara Kiko, que da vida a Miki, no se esperaba nada al principio debido a su diferencia de edad con respecto al personaje, pero cuando la nominaron la directora le dijo que confiaba que podría “traicionar”, en el buen sentido, la imagen del original. Lo mismo ocurrió con Kōra Kengo, que interpreta a Kōichirō.

“Hubo quien dijo que Kadowaki y Mizuhara debían interpretar cada una el personaje de la otra, pero Mizuhara tiene un aire de superviviente, así que pensé que iría realmente bien. Miki se convirtió, en gran parte por su propio esfuerzo, en ese personaje sensible y delicado. En cuanto a Kōichirō, aunque en el original es un personaje más desagradable, con la actuación de Kōra resulta más humano. De él rezuma una cierta honestidad que no puede evitar”.

La directora asegura que las partes que quedaron más alejadas de la imagen de los personajes que había imaginado al escribir el guion funcionaron muy positivamente. La verdadera emoción de filmar, dice, es comprobar cómo la historia se hace mucho más profunda de lo que se esperaba.

“Cuando empezamos a rodar actúan personas reales y el equipo tiene también sugerencias y opiniones, así que a partir de ahí voy seleccionando, como si fuera algo vivo, como una actuación en directo. Creo que si alguien no acepta esa apuesta no tiene sentido que intente ser director de cine (risas). A través del rodaje me doy cuenta a veces de que he encontrado el tema que quería perfilar. Tengo la fuerte sensación de estar creando cada película para conocer un mundo determinado”.

La relajada solidaridad de las mujeres

Por otro lado, por supuesto, no podemos olvidar que la directora captó con gran precisión los temas que le interesaban a la autora original, y ha tratado de plasmarlos con cuidado en la película. Un buen ejemplo es la estructura de la confrontación, fácil de entender en el mundo, “mujer soltera / ama de casa”. Yamauchi Mariko, sin embargo, es consciente de que este sencillo esquema puede ser el resultado de apartar la mirada de problemas reales que subyacen en la sociedad. Sode eligió, por lo tanto, centrarse también en esa “relajada solidaridad”, en lugar de simplemente enfrentar a dos mujeres que viven de manera diferente.

© Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku
© Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku

“Creo que la individualidad y la forma de pensar de cada persona son resultado del entorno en el que han vivido. Tras cada personaje representado en esta película -la chica de campo, la señorita de Tokio- se halla un trasfondo por el que podemos ver la situación en la que se encuentra su lugar de origen, ese mundo en que la clase alta está en el centro, y así sucesivamente. Poder dibujar todos esos elementos al mismo tiempo es, para mí, uno de los grandes atractivos de una película. Me interesan los temas que reflejan el estado actual de la sociedad japonesa y su actualidad, aunque parezcan hablar tan solo de las relaciones humanas de un mundo muy pequeño”.

Una de las frases de la película deja una impresión especial en el recuerdo: “Algunos días creo que todo es fantástico, y otros días solo quiero llorar”. La directora considera que la idea de que una historia tenga un final feliz o un final triste depende en última instancia de la forma de pensar y de cortarla.

“Creo que es importante ir dando cada paso, sin preocuparse tanto por el final de los personajes. El final de esta película es realista y doloroso, pero también es refrescante. Tengo la impresión de haber creado un tipo de final feliz y realista, que puede llegar a darse, en ese sentido, en el mundo real”.

Texto: Watanabe Reiko

© Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku
© Yamauchi Mariko / Shūeisha – Comité de producción de Ano ko wa kizoku

Información de la película

  • Dirección y guion: Sode Yukiko
  • Reparto: Kadowaki Mugi, Mizuhara Kiko, Kōra Kengo, Ishibashi Shizuka, Yamashita Rio, Satoi Kenta, Shinohara Yukiko, Ishibashi Kei, Yamanaka Takashi, Takahashi Hitomi, Tsukayama Masane, Ginpun Chō
  • Obra original: Yamauchi Mariko, Ano ko wa kizoku (Shūeisha bunkokan)
  • Distribución: Tokyo Theatres / Bandai Namco Arts
  • País: Japón
  • Año de producción: 2020
  • Duración: 125 minutos
  • Página web oficial (en japonés): anokohakizoku-movie.com
  • Estrenada el 26 de febrero de 2021 en salas de todo el país

Tráiler

(Artículo traducido al español del original en japonés)

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