La boda de la princesa Mako está en el limbo

Sociedad

La boda de la princesa Mako con su prometido lleva dos años frenada y se ha convertido en un problema al que la Casa Imperial debe hacer frente. La polémica ha llegado hasta la Dieta, donde se debate sobre la posibilidad de que las mujeres de la familia imperial puedan seguir formando parte de la realeza tras casarse.

Una rueda de prensa para anunciar el compromiso tras cinco años de noviazgo

Quisiera empezar por repasar los hechos y las declaraciones que han tenido lugar hasta la fecha para reflexionar sobre los sentimientos de la princesa Mako, hija mayor de la Casa de Akishino. En septiembre de 2017 la princesa y Komuro Kei, que estudiaron juntos en la Universidad Cristiana Internacional, anunciaron su voluntad de contraer matrimonio tras cinco años de relación. La rueda de prensa para anunciar la noticia se celebró después de que la joven pareja se reuniese formalmente con el Emperador y la Emperatriz (actuales Emperadores Eméritos).

La princesa declaró ante los medios lo siguiente: “Komuro me apoya con calidez. Creo que lo primero que me atrajo de él fue su sonrisa alegre, que brilla como el sol. Me gusta su forma de pensar y su voluntad firme, así como su apertura a la hora de afrontar las cosas”. Por su parte, Komuro comentó “La princesa Mako me cuida en silencio, como la luna. Me gusta mucho su carácter devoto y de creencias sólidas”.

“Desde pequeña he sabido que al casarme tendría que separarme de la Familia Imperial. Hasta ahora he apoyado al Emperador y me he esforzado todo lo posible para desempeñar debidamente mi papel en la familia, valorando a la vez mi vida personal. Mis padres siempre han respetado mi forma de pensar, ofreciéndome protección y consejo. Deseo formar un hogar lleno de calidez, apoyo mutuo y sonrisas junto a mi prometido”, explicó su alteza.

“Soy consciente de la gran responsabilidad que supone casarme con una princesa imperial y la asumo con la máxima formalidad. Gracias a la consideración que me brinda la princesa para que no sienta el peso de esa responsabilidad, he llegado hasta aquí sin notar ninguna presión. Quiero formar una familia en la que reine la espontaneidad y la felicidad”, afirmó Komuro.

La princesa Mako de Akishino y su prometido, Komuro Kei, anuncian su compromiso en una rueda de prensa, el 3 de septiembre de 2017 en el Palacio de Akasaka, Tokio. (Jiji Press)
La princesa Mako de Akishino y su prometido, Komuro Kei, anuncian su compromiso en una rueda de prensa, el 3 de septiembre de 2017 en el Palacio de Akasaka, Tokio. (Jiji Press)

Una boda pospuesta durante dos años

Ese debió de ser el pináculo de la felicidad para la pareja. En noviembre del mismo año llegó a anunciarse el calendario de la boda, pero poco después salió a la luz un problema legal de la familia de Komuro, que al parecer acarreaba una deuda de algo más de cuatro millones de yenes. En febrero de 2018 la Agencia de la Casa Imperial anunció la posposición del nōsai no gi, la primera de las ceremonias nupciales de la princesa Mako, y previó su celebración para 2020, una vez finalizadas todas las ceremonias de la sucesión del trono imperial.

El comunicado de la pareja que emitió la Agencia de la Casa Imperial en febrero de 2018 rezaba así: “Creemos que nos hemos precipitado en muchos aspectos y hemos juzgado adecuado tomarnos el tiempo suficiente para efectuar todos los preparativos. Sus Majestades el Emperador y la Emperatriz respetan nuestra voluntad (de posponer la boda). Consideramos que esta posposición es una buena oportunidad para prepararnos de cara a la nueva vida que empezaremos juntos y valoramos este tiempo del que vamos a disfrutar antes de nuestra unión”.

“Solucionar el asunto debidamente”

En agosto de 2018, con el problema de las deudas familiares aún sin solucionar, Komuro Kei se fue a estudiar tres años en Estados Unidos para obtener la certificación oficial de abogacía. Al parecer, se comunica a menudo con la princesa Mako a través de internet.

En noviembre de 2018, tres meses después de que Komuro se trasladase a Estados Unidos, los príncipes de Akishino (padres de la princesa Mako) ofrecieron una rueda de prensa en la que el príncipe heredero realizó estas declaraciones: “Estoy al corriente de que revistas y periódicos hablan del señor Komuro todas las semanas. Mantengo contacto con él una vez cada dos o tres meses. Opino que, si los dos siguen deseando casarse, el asunto debe solucionarse debidamente. Puesto que todavía no se han comprometido oficialmente, no estoy en posición de hablar de familias ajenas, pero insisto en que hay que solucionar el asunto debidamente. Está claro que no podemos proceder con las ceremonias nupciales a menos que las circunstancias sean las adecuadas para que el pueblo apoye y celebre la unión”.

La princesa Kiko añadió lo siguiente: “Se trata de una situación muy compleja para nuestra familia, pero mi hija mayor Mako es una persona muy importante e insustituible para mí. Mis sentimientos respecto a ella no van a cambiar y seguiré cuidándola de ahora en adelante”.

Los príncipes de Akishino responden a las preguntas sobre el compromiso matrimonial de la princesa Mako, en la rueda de prensa celebrada la víspera del 53 cumpleaños del príncipe. Fotografía tomada el 22 de noviembre de 2018 en la antigua residencia Akishino, Tokio. (Jiji Press)
Los príncipes de Akishino responden a las preguntas sobre el compromiso matrimonial de la princesa Mako, en la rueda de prensa celebrada la víspera del 53 cumpleaños del príncipe. Fotografía tomada el 22 de noviembre de 2018 en la antigua residencia Akishino, Tokio. (Jiji Press)

Un comunicado aclaratorio que se volvió en contra de Komuro

En enero de 2019, dos meses después de la rueda de prensa de los príncipes de Akishino, Komuro Kei realizó un comunicado a través de su abogado: “Mi madre y su exprometido se comprometieron en 2010, pero dos años después él rompió el compromiso. Mi madre aceptó su decisión y dijo que le devolvería los gastos que había concurrido con ella durante el compromiso, pero él aseguró que no era necesario, por lo que quedaron de acuerdo en que no se debían ninguna suma de dinero, ni por manutención ni por compensación de ningún tipo. Sin embargo, un año después, en 2013, mi madre recibió una carta del exprometido en la que le reclamaba la devolución de los gastos que había pagado mientras duró su relación. Muchos medios de comunicación mantienen que mi madre tiene problemas de deudas, pero tanto ella como yo sabemos que ya no tenemos vínculos financieros con su exprometido y nos hallamos perplejos ante lo que se dice en las noticias. Mi madre y yo agradecemos a su exprometido el apoyo económico que nos brindó y haremos todo lo posible para llegar al entendimiento con él.” (Versión resumida)

No son muchos los que aceptan la versión de los Komuro de que la situación está solucionada y de que no van a devolver el dinero al exprometido de la madre. Es más, la mayoría de los japoneses han dejado de ver con buenos ojos el compromiso de la princesa Mako con Kei y se preguntan por qué él no aprovechó la oportunidad para devolver el dinero y zanjar el asunto. Hay quien opina que el problema no es si la justicia considera que han de devolver el dinero o no, sino que se trata de una cuestión de honestidad.

Críticas a las muestras de apoyo fraternal de la princesa Kako

En marzo de 2019 la princesa Kako, hermana pequeña de la princesa Mako, levantó polémica con una carta escrita en ocasión de su graduación universitaria en la que afirmaba lo siguiente: “Creo que lo más importante a la hora de casarse son los sentimientos de los novios. Quisiera ver cumplidos los deseos personales de mi hermana”. La candidez de su muestra de amor fraternal fue criticada como una falta de conciencia de su posición como princesa.

Las princesas de Akishino, Mako y Kako, liberan patos con ocasión de la visita de los embajadores a la Reserva Imperial de Patos Salvajes de Niihama (Ichikawa, Chiba), el 17 de diciembre de 2019. (Jiji Press)
Las princesas de Akishino, Mako y Kako, liberan patos con ocasión de la visita de los embajadores a la Reserva Imperial de Patos Salvajes de Niihama (Ichikawa, Chiba), el 17 de diciembre de 2019. (Jiji Press)

La pérdida de contacto entre el príncipe de Akishino y Komuro Kei

Después de meses sin grandes cambios en relación con la boda de la princesa Mako, en la rueda de prensa que el príncipe de Akishino ofreció por su 54 cumpleaños, este dijo que realizaría declaraciones al respecto en febrero de 2020, cuando hubieran pasados los dos años que se acordó posponer el inicio del calendario nupcial: “En cuanto a los prospectos de la boda, nada ha cambiado respecto a lo que dije el año pasado. No obstante, como el próximo febrero se cumplen dos años desde que se pospuso el compromiso, creo que será necesario hacer algún tipo de declaración. No he tenido oportunidad de hablar con mi hija sobre la boda y no estoy en contacto con Komuro Kei”.

La mayor diferencia respecto a declaraciones anteriores fue el hecho de que el contacto entre el príncipe de Akishino y Komuro Kei se hubiera interrumpido. Parece que el príncipe tampoco quedó conforme con la forma en que Komuro quiso dar por resuelto el problema de las deudas de su familia en enero de 2019.

Los Emperadores Eméritos, preocupados por su nieta mayor

Cuando una princesa imperial se casa y se convierte en ciudadana corriente, se le concede una suma de más de cien millones de yenes para empezar su vida matrimonial. Por eso muchas personas están pendientes de la boda de la princesa Mako y los medios de comunicación no van a relajar su seguimiento del caso.

El problema de la boda de la princesa, que no muestra señales de avance, preocupa especialmente a los Emperadores Eméritos. Para el Emperador Emérito Akihito, que ya ha cumplido los 86 años, este escándalo ocurrido a finales de su era imperial y relacionado con su primera nieta debe de haber supuesto un golpe muy duro. Algunos medios aventuran incluso que el asunto ha hecho mella en la salud del anciano matrimonio.

La polémica de la boda ha alcanzado también el debate sobre la creación de una nueva institución para las mujeres de la Casa Imperial llamada josei miyake —que permitiría a las mujeres de la Familia Imperial seguir formando parte de esta y desempeñar sus funciones públicas después de casarse—, motivada por el encogimiento de la familia imperial. Se prevé que en 2020 la Dieta delibere sobre la posibilidad de que las mujeres asciendan al trono para garantizar la sucesión, así como sobre el josei miyake.

El josei miyake es una institución pensada para las nietas del emperador Akihito, incluida Mako. Se trata de una propuesta para facilitar apoyo al emperador y evitar que la actividad de la Casa Imperial se vea reducida. Se cree que las princesas podrían ayudar al príncipe Hisahito si se mantiene el sistema de sucesión actual y termina ascendiendo al trono en un futuro, cuando la familia imperial haya menguado considerablemente en número.

En adelante se debatirá también sobre la posibilidad de que los maridos e hijos de las princesas imperiales pasen a formar parte de la Casa Imperial. Lo que es innegable es que la polémica causada por la boda de la princesa Mako originará encendidos debates sobre la creación de la nueva institución para las mujeres imperiales y que la opinión pública de los japoneses se polarizará entre defensores y detractores del cambio.

La unión de la princesa Mako con Komuro Kei es una decisión que incumbe a ambos a título personal, así como a la casa de Akishino. Constituye una decisión importante para la princesa y un asunto crucial para toda la familia imperial en la recién estrenada era Reiwa. El pueblo japonés espera que el estancamiento de la situación no se alargue más allá de los dos años acordados en un principio y que se solucione lo antes posible.

Fotografía del encabezado: la princesa Mako de Akishino entrando al Palacio Imperial por la puerta Hanzōmon para atender a una ceremonia de celebración en honor del emperador Naruhito, el 22 de octubre de 2019 en Tokio. (Jiji Press).

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