Animales que trabajan

Kirara, la yegua del santuario Kumano

Entretenimiento Vida

Esta serie presenta animales que trabajan en Japón, y al hacerlo sanan y enriquecen las vidas de quienes los rodean. En este cuarto episodio presentamos a Kirara, un poni que actúa como shinme, montura para un dios. Visitamos a la encantadora shinme en el santuario Kumano, en el distrito de Katsushika, Tokio.

El ema, un remanente de la tradición del shinme

Desde la antigüedad ha sido siempre costumbre contar en los santuarios japoneses con un caballo, al que se denomina shinme, para que los dioses lo monten.

Sin embargo, debido a la dificultad que representa criar caballos, estos se han visto reemplazados gradualmente por efigies y tablillas votivas (ema) en representación de los animales, hasta el punto de que en la actualidad se pueden contar con los dedos de una mano los santuarios en los que hay caballos reales.

Kirara cuidando las tablillas votivas que los fieles han ofrecido con sus deseos.
Kirara cuidando las tablillas votivas que los fieles han ofrecido con sus deseos.

El santuario Gohōzan Kumano se encuentra en Tateishi, en el distrito tokiota de Katsushika; se trata de un santuario histórico construido a mediados del período Heian (794-1185). También es famoso por ser un santuario relacionado con Abe no Seimei, famoso onmyōji (importante puesto oficial de la antigüedad que se dedicaba a la adivinación y la interpretación del terreno basándose en la teoría de las cinco fases del yin y el yang).

En dicho santuario se hallan tres shinmes muy hermosos.

“Kirara, un poni Shetland, es una yegua ya mayor, que este año ha cumplido veintisiete años pero sigue estando muy saludable. Es la shinme jefa, y tiene bajo su liderazgo a dos caballos castrados”, nos explica Chishima Shunji, el sacerdote principal del santuario.

Chishima, oriundo de Hokkaidō, creció en una casa en la que el abuelo era entrenador de caballos y el padre era jinete; según cuenta, siempre había algún caballo cerca.

Antes él mismo era atleta ecuestre, y enseñaba en la Escuela de Carreras de Caballos de la Asociación de Carreras de Japón (JRA), pero gracias a cierta conexión obtuvo un puesto como sacerdote sintoísta.

“Pensé que en el santuario tenía que haber, definitivamente, un shinme; por suerte yo era un profesional de los caballos. En diciembre de 2000 fui a buscar a Kirara a un rancho de Hokkaidō”.

Kirara tenía seis años cuando llegó al santuario Kumano.

En términos humanos correspondería a veintitantos años, según cuenta Chishima; al parecer al animal le costó un tiempo acostumbrarse a su nuevo entorno.

Celebrando el Shichigosan

“El santuario Kumano cuenta con un jardín de infancia, y sus pequeños alumnos hacen mucho ruido y tocan instrumentos musicales (risas). Al principio el animal estaba inquieto. Sin embargo, tras un tiempo, en los días de descanso del jardín, Kirara parecía empezar a echarlos de menos”.

Hay una plaza en el recinto donde los niños y los caballos pueden jugar juntos.

La veterana Kirara es ya una compañera de juegos familiar para los niños del jardín de infancia
La veterana Kirara es ya una compañera de juegos familiar para los niños del jardín de infancia.

Los niños cuidan del poni y montan sobre su lomo para aprender a interactuar con “amigos no humanos” con contacto físico.

“El caballo es mucho más sencillo que los humanos, por lo que genera emociones sencillas, como ‘Eso no me gusta’, o ‘Estoy contento por haber comido una golosina’. Esto es muy bueno para el crecimiento del corazón de los niños. Los caballos también comprenden bien qué se espera de ellos, así que saben cómo tratar a los niños”.

El santuario dio también la bienvenida a Choco, un poni en miniatura, en 2011, y a Vanila, un poni japonés, en 2019; en la actualidad los tres ponis llevan una vida muy ocupada como compañeros de juegos de los niños, saludando a los visitantes y, por supuesto, como monturas de los dioses.

Otra función importante del shinme, durante la celebración de la fiesta de Shichigosan (peregrinaje para rezar por los niños y niñas de tres, cinco y siete años) de cada otoño, consiste en tirar por el recinto del santuario de un carruaje en el que montan los niños que han recibido oraciones por un crecimiento saludable.

“De esta manera el nuestro es un santuario cercano a los animales. A partir de octubre, comenzaremos a rezar por la salud y longevidad de las mascotas. Como es un santuario con caballos, todos los meses celebramos el día del caballo”.

Antes era Kirara la que tiraba del carruaje en la fiesta de Shichigosan, pero ahora le ha pasado el testigo a los jóvenes Choco y Vanila (imagen cortesía del Santuario Kumano).
Antes era Kirara la que tiraba del carruaje en la fiesta de Shichigosan, pero ahora le ha pasado el testigo a los jóvenes Choco y Vanila (imagen cortesía del Santuario Kumano).

Aquí tenemos una pequeña buena noticia por parte de Chishima:

“Uno de mis caballos, en el rancho de Chiba, dio a luz un potro blanco en abril. No sé cuántos años tardará, pero creo que algún día pasará a formar parte del santuario Kumano como shinme de pura sangre”.

El santuario Kumano fue construido hace más de mil años, a mediados del período Heian, sobre un pentágono regular diseñado por Abe no Seimei, basándose en la teoría de las cinco fases del yin y el yang, tras visitar el área, que había sufrido graves daños por inundaciones.

En esta nueva era Reiwa, de “hermosa armonía”, recemos por la paz de todos los seres vivos, con ayuda de la protección de esos tres hermosos caballos sagrados.

Perfil

Nombre: Kirara

Edad: 27 años

Ocupación principal: como montura de los dioses, esperar hasta los días de celebraciones. Saludar a los visitantes del santuario. Jugar con los niños del jardín de infancia.

Lugar de trabajo: santuario Gohōsan Kumano

Tokio, Katsushika-ku, Tateishi 8-44-31

http://jinjya.kumano-kids.com

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Chishima Shunji, el sacerdote principal del santuario Kumano, pasea con Kirara por el recinto – Imagen de Yamaguchi Noriko)

animales Caballos