¿Qué hay en un nombre? Las estaciones de la línea Yamanote
Yoyogi (JY18): ¿un topónimo procedente de un árbol ancestral?
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La construcción consecutiva del ferrocarril Kōbu Tetsudō y el ferrocarril Nippon Tetsudō
La estación de Yoyogi se inauguró el 23 de septiembre de 1906. El proceso anterior y posterior a su puesta en marcha fue harto complicado.
En 1885 ya existía una línea entre Shinagawa y Akabane operada por Nippon Tetsudō, una compañía privada predecesora de los ahora desaparecidos Ferrocarriles Nacionales. Más tarde, en 1894, se puso en marcha también el trayecto Ushigome-Shinjuku con el ferrocarril Kōbu Tetsudō (predecesor de la línea Chūō). Ambas líneas pasaban por Yoyogi, pero no tenían estación allí.
La estación de Yoyogi del ferrocarril Kōbu Tetsudō se estrenó, al fin, el 23 de septiembre de 1906, pero tuvieron que pasar tres años más para que la línea Yamanote parara en ella. En aquellos tiempos, el andén de la Yamanote se situaba en la actual vía de mercancías de dicha línea (tramo que va de Shinagawa a Tabata pasando por Shinjuku, por donde principalmente circulan las líneas Saikyō y Shōnan Shinjuku de JR) y el andén de la línea Chūō pasaba por encima. No fue hasta 1924 que se construyó el andén actual, que permite hacer transbordo fácilmente entre ambas líneas (Marumaru Yamanote-sen meguri, Vueltas por la línea Yamanote).
¿El topónimo de Yoyogi proviene de un “árbol legado durante generaciones”?
Existen dos teorías sobre el origen del topónimo de Yoyogi (Tōkyō no chimei yurai jiten, Diccionario del origen de los topónimos de Tokio) que exponemos a continuación.
Teoría de los árboles saikachi
Esta teoría se apoya en la abundante presencia de saikachi (Gleditsia japonica) en la zona, que habían sido cultivados por la población oriunda durante generaciones. El saikachi es un árbol alto, caducifolio y leguminoso que da un fruto con una vaina de entre 20 y 30 centímetros de largo en octubre o noviembre. Las semillas del interior de la legumbre se usaban como remedio para detener la flema. Las vainas contienen saponina, un surfactante natural que genera espuma al hervirlo y se empleaba como detergente para la ropa.
Teoría del abeto momi
En el periodo Edo (1603-1868), en esta zona se hallaba la residencia secundaria del clan Ii, del dominio de Hikone, y allí también se erguía un viejo abeto momi. Según la obra Edo meisho zue (Mapa de lugares famosos de Edo), publicada en la era Tenpō (1830-1844), se trataba de “un árbol conservado y legado de generación en generación”. Era tan grande que, si tres caballos atados le daban la vuelta, quedaban completamente ocultos detrás. Se cuenta que los vasallos del clan Ii se subían a él para vigilar los barcos extranjeros en la costa de Shinagawa a finales del sogunato. El abeto murió al entrar en la era Meiji (1868-1912), pero permaneció en pie hasta justo antes de la Guerra del Pacífico (Shinshū Shibuyaku shi, Historia de Shibuya: nueva edición).

Yoyogimura no daidai no mogi no ki (El abeto momi centenario del pueblo de Yoyogi), uno de los orígenes atribuidos al topónimo de Yoyogi. Forma parte de la obra Ehon Edo miyage (Suvenires de Edo). (Biblioteca Nacional de la Dieta)
Ambas teorías giran en torno a la figura clave de un árbol y comparten el hecho de que dicho árbol fuera tan apreciado como para que se conservara “generación tras generación”. De ahí sale Yoyogi (literalmente, ‘árbol de generaciones’). Tiene cierta lógica.
Hay fuentes que afirman que la expresión que dio lugar al topónimo originalmente era yoiki (‘buen árbol’) y que más tarde derivó a yoyogi.
Con todo, ninguna de las teorías se ha confirmado. Kaneko Tsutomu, investigador de topónimos, se decanta por la plausibilidad de la teoría de los saikachi, puesto que parte de un terreno basto, mientras que la segunda se centra en un árbol concreto (Tōkyō 23-ku no chimei yurai, El origen de los topónimos de los 23 distritos de Tokio).
Lo cierto es que el topónimo Yoyogi se halla documentado en Kansei chōshū shokafu, un registro genealógico de familias de daimios y vasallos directos elaborado en la era Kansei (1789-1801). El documento reza: “En 1591, Hatsudai no Tsubone, nodriza del segundo shōgun Tokugawa Hidetada, recibió 200 koku de tierras en el pueblo de Yoyogi”. De ser cierto, el origen del nombre se situaría en el periodo Sengoku (1467-1568).
Asimismo, se cuenta que al clan Ii se le otorgó una residencia secundaria en la zona en 1640, por lo que es más probable que la teoría del abeto momi como origen de Yoyogi se creara posteriormente.
Un lugar demasiado remoto para dar nombre a una estación
Volvamos a los primeros tiempos de la estación de Yoyogi tras su inauguración.
Aunque parezca que tiene un recorrido plano, la línea Yamanote pasa por muchas elevaciones y depresiones. La estación de Yoyogi, situada a 38,7 metros sobre el nivel del mar, es la de mayor altitud en toda la línea.
La elevada ubicación de Yoyogi atrajo a daimios y vasallos directos, que empezaron a mudarse allí a partir del periodo Edo (1603-1868). Un buen ejemplo de ello es la residencia del daimio del clan Katō, señor del dominio de Kumamoto, situada en el norte del recinto del santuario Meiji. Dicen que a día de hoy sigue brotando agua del pozo de Kiyomasa, supuestamente excavado por Katō Kiyomasa, primer señor del dominio (la anécdota de que lo construyera él no es más que una leyenda).

El barrio de Yoyogi-Kamizono (Shibuya-ku, Tokio), en el norte del recinto del santuario Meiji, es donde se halla el pozo de Kiyomasa, atribuido a Katō Kiyomasa.
Tras la privación del dominio al clan Katō, el clan Ii recibió sus tierras y allí mantuvieron sus residencias secundarias hasta el fin del sogunato.
En Yoyogi y los pueblos vecinos de Shibuya y Harajuku se cultivaba arroz, trigo, alforfón, berenjenas, nabos y zanahorias, que se distribuían a mercados como el de Nihonbashi. En el Sistema de Navegación del Entorno Agrícola Histórico (Historical Agro-Environment Browsing System, HABS), un mapa de principios de la era Meiji que está publicado en la web de la Organización Nacional de Investigación en Agricultura y Alimentos (NARO, por sus siglas en inglés), se observa que era una zona agrícola formada por campos de cultivo que nada tiene que ver con su configuración actual.

La estación de Yoyogi y sus alrededores a principios de la era Meiji. El pueblo de Yoyogi estaba lejos. Imagen extraída del Sistema de Navegación del Entorno Agrícola Histórico (Historical Agro-Environment Browsing System, HABS).
El topónimo oficial completo del lugar donde se construyó la estación de Yoyogi era “Shinden, Sendagaya, pueblo de Sendagaya, distrito de Toyotama”. El pueblo de Yoyogi estaba lejos de allí, al suroeste de la estación. En realidad, hubiera sido más adecuado bautizar a la estación como Sendagaya. Sin embargo, en agosto de 1904 el ferrocarril Kōbu Tetsudō ya había inaugurado una estación con dicho nombre, que actualmente forma parte de la línea Chūō Honsen de JR. Por eso fue inevitable otorgar el nombre de Yoyogi a la nueva estación, aunque fuera el topónimo de una zona remota que ni siquiera era lo bastante conocido para ello.
Yoyogi pasó a ser conocido en todo Japón después de la Segunda Guerra Mundial gracias a la existencia del Yoyogi Seminar, una escuela preparatoria inaugurada en 1957 cuya reputación elevó la fama del topónimo a nivel nacional. En 1970 se cedió parte de Sendagaya y la zona de la salida oeste de la estación pasó a llamarse Yoyogi 1-chōme (Ekimeigaku nyūmon, Introducción a la toponimia de las estaciones). Edificios de la talla del centro principal de Yoyogi Seminar formaron parte de dicho barrio.
Hoy en día, Yoyogi es una zona vasta dividida en cinco barrios; el tercero se extiende 1 kilómetro desde la estación hasta la ruta Kōshū Kaidō, donde están el Bunka Fashion College y la Universidad Bunka Gakuen. Así pues, Yoyogi tiene ahora una faceta de “ciudad estudiantil”.
Toki no Kane, la campana que anunciaba la hora en el periodo Edo
Vamos a hablar ahora de dos recintos sagrados famosos de Yoyogi. El primero es el santuario sintoísta Yoyogi Hachimangū, situado 1,9 kilómetros al noroeste de la estación. El Hachiman del nombre indica que está consagrado al emperador Ōjin. Según los documentos del santuario, se construyó en el 1212, durante el periodo Kamakura (1185–1333). Se dice que, después de que Minamoto no Yoriie (hijo de Yoritomo y segundo shōgun del sogunato de Kamakura) fuera asesinado en Izu Shuzenji, un subordinado suyo se escondió aquí y se estableció el santuario invitando allí el culto de la deidad del santuario de Tsurugaoka Hachimangū. Sin embargo, no está claro si el topónimo de Yoyogi existía en la zona en el momento de la construcción.

Yoyogi Hachiman, el santuario sintoísta del pueblo de Yoyogi. Las estatuas de perros guardianes se ofrendaron en 1785. (Pixta)
El Yoyogi Hachimangū engi-e, una enorme tablilla votiva de más de un metro de ancho y alto que ilustra el proceso de fundación, es una ofrenda de 1841 y se conserva en el archivo del santuario. No se muestra al público, pero, según la oficina del santuario, los visitantes pueden contemplarlo si reservan la visita con antelación. Los perros guardianes de piedra cuentan con más historia, ya que datan de 1785.
El segundo recinto sagrado famoso de Yoyogi es el templo budista Tenryū-ji. Situado en la avenida Meiji en dirección norte, antes del cruce con la ruta Kōshū Kaidō, se halla a 700 metros ―unos 10 minutos a pie― de la estación.
El Tenryū-ji estuvo en su origen en Kakegawa, un municipio de la prefectura de Shizuoka. Era el templo familiar del padre de Saigō-no-Tsubone, concubina de Tokugawa Ieyasu y madre de Tokugawa Hidetada. Lo trasladaron a la ubicación actual cuando Ieyasu entró en el sogunato de Edo.
El elemento más destacado del templo es la Toki no Kane (literalmente, ‘campana de la hora’). En el periodo Edo, a falta de relojes, se usaban campanas para indicar las horas. En Edo había nueve y sonaban en orden. La del Tenryū-ji era la novena, es decir, la que doblaba la última.

La campana Toki no Kane del templo Tenryū-ji. La gente del periodo Edo se enteraba de la hora gracias a las campanas. (Pixta)
El Tenryū-ji estaba cerca de Naitō Shinjuku, un pueblo de posta con burdeles donde los clientes se quedaban hasta el amanecer. Se dice que el templo tocaba las 6 de la mañana un poco antes de la hora para avisar a esos hombres de que debían volver a sus casas, por lo que la Toki no Kane pasó a conocerse como “la campana de expulsión”.
La famosa campana todavía existe y emite su bello tañido en Nochevieja.
Datos de la estación de Yoyogi
- Inauguración: 23 de septiembre de 1906 (empezó a operar como estación del ferrocarril Kōbu Tetsudō y se incluyó en la línea Yamanote el 16 de diciembre de 1909).
- Media diaria de viajeros: 51.096 (vigésimo tercera estación más utilizada de las 30 de la línea, según un estudio realizado por JR East en el año fiscal 2022).
- Conexión con otras líneas: línea Chūō Honsen de JR, estación Yoyogi de la línea Ōedo de Toei.
Bibliografía
- Marumaru Yamanote-sen meguri (Vueltas por la línea Yamanote). Editado por el equipo DJ Tetsu Bura Books. Kotsu Shimbunsha.
- Tōkyō no chimei yurai jiten (Diccionario del origen de los topónimos de Tokio). Editado por Takeuchi Makoto. Tōkyōdō Shuppan.
- Shinshū Shibuya-ku shi (Historia de Shibuya: nueva edición). Ayuntamiento de Shibuya.
- Tōkyō 23-ku no chimei yurai (El origen de los topónimos de los 23 distritos de Tokio). Kaneko Tsutomu. Gentōsha.
- Ekimeigaku nyūmon (Introducción a la toponimia de las estaciones). Imao Keisuke. Chūkō Shinsho Rakure.
Fotografía del encabezado: La estación de Yoyogi a principios de los años 60. (Archivo del Museo del Ferrocarril).
(Traducido al español del original en japonés.)