Pekín 2022: Takanashi Sara, una joven pero experimentada saltadora de esquí

Deporte

A sus apenas 25 años, Takanashi Sara ya tiene una larga historia como saltadora de esquí nórdico a nivel mundial. En Sochi no subió al podio, pero en Pieonchang consiguió el bronce. En Pekín, sus terceros Juegos Olímpicos, buscará a toda costa la medalla de oro que se le ha resistido.

Una saltadora destacada que el mundo ha tomado como ejemplo

La fortaleza de Takanashi Sara se hace evidente simplemente con observar su historial de resultados. Ha acumulado 61 victorias, un récord tanto para hombres como para mujeres, en la Copa del Mundo de salto de esquí. Hasta el 29 de enero de 2022, había subido al podio en 110 ocasiones. Si se considera que el número de competiciones anuales no supera por mucho la docena, podremos tener una mejor idea de cuánto tiempo lleva siendo una de las deportistas más competitivas del mundo en su disciplina.

A pesar de esto, su último triunfo general de los cuatro con los que cuenta en la Copa del Mundo se remonta a la temporada 2016-2017. Esta adversidad no se puede achacar al mal rendimiento de Takanashi, sino a la aparición de competidoras de gran nivel en Europa, centro mundial de los saltos de esquí, que ha cambiado el escenario de la disciplina y ha traído consigo el fin de la época en que la japonesa era la mejor.

El salto de esquí femenino se convirtió en una disciplina olímpica a partir de los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014. Desde entonces, la popularidad como competición de este deporte fue en aumento y los países que ya eran potencia comenzaron a apuntalar la categoría femenina. Como parte de ese proceso, las deportistas de todo el mundo analizaron a profundidad las técnicas de Takanashi, la mejor saltadora en ese momento, e imitaron sus técnicas, desde su postura para deslizarse, el despegue, hasta sus movimientos en el aire.

Contrarrestar los inconvenientes de los reglamentos

Teniendo en cuenta que las condiciones de entrenamiento en Europa eran mejores desde el principio y que las diferencias en las técnicas se fueron reduciendo, la constitución física de Takanashi, que hasta entonces no había sido una desventaja, empezó a convertirse en un inconveniente.

Takanashi mide 152 cm. En contraste, la ganadora del primer puesto general en la Copa del Mundo de esta temporada, la austriaca Marita Kramer, mide 171 cm y la ganadora de la temporada anterior, la eslovaca Nika Kriznar, 166 cm. En esta disciplina, los participantes pueden utilizar esquíes con una longitud de hasta el 145 % de su estatura, dependiendo de su índice de masa corporal. Las deportistas extranjeras de gran estatura, además de conseguir con mayor facilidad la sustentación, ya que pueden utilizar esquíes más largos, producen naturalmente más velocidad ya que superan en peso a Takanashi.

La japonesa, que tiene que competir bajo estas circunstancias adversas, ha trabajado renovando muchas de sus técnicas, tales como su postura en el deslice para conseguir más velocidad, así como sus despegues, para que la ayuden a dar saltos más efectivos con el impulso generado en la rampa.

En la presente temporada no había conseguido subir al podio, pero a principios de 2022, durante el noveno encuentro, logró una victoria. Con esto pudo obtener algo de satisfacción.

Durante sus entrenamientos para sus terceros Juegos Olímpicos, así habló de sus aspiraciones: “En los cuatro años que han pasado desde Pieonchang he tenido que empezar desde cero y trabajar con nuevas técnicas para renovar mis saltos. Estoy preparándome para que, en Pekín, pueda demostrar todo lo que he progresado”.

Takanashi aspira a que todo el esfuerzo que ha hecho en estos cuatro años, y en toda su historia como competidora, de los frutos que se merece.

Fotografía del encabezado: Takanashi Sara sonriendo junto a Kobayashi Ryōyū, ganadores de las categorías femenina y masculina, respectivamente, en la Copa de Saltos UHB. (30 de octubre de 2021, Estadio de Saltos Ōkura, ciudad de Sapporo) (Jiji)

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