Récords de ‘para powerlifting’ en el templo de Tsukiji

Deporte Cultura

La Competición Nacional Japonesa de Para Powerlifting se celebró en un lugar con cuatrocientos años de historia: el templo Tsukiji Honganji, en Tokio. Fue también la primera vez que se realizaba un evento de deporte adaptado ante estatuas sagradas budistas.

Nervios en el recinto sagrado y récords japoneses

La 23.ª Competición Nacional de Japón de Para Powerlifting se celebró el 29 de enero de 2023 en el templo budista de Tsukiji Honganji, en el distrito tokiota de Chūō.

El para powerlifting (levantamiento en potencia realizado por paraatletas) se introdujo como evento oficial en las Olimpiadas de Tokio de 1964 para competidores con discapacidades en las piernas y otras disfunciones similares; en este deporte los atletas compiten para ver quién es capaz de levantar más peso haciendo press de banca. En este evento participaron atletas nacionales de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y otros invitados extranjeros, y sus resultados se reflejarán en las clasificaciones mundiales.

Kōse Tomohiro, plusmarquista japonés en la categoría masculina de 59 kilos, batió un nuevo récord en el evento.
Kōse Tomohiro, plusmarquista japonés en la categoría masculina de 59 kilos, batió un nuevo récord en el evento.

Tsukiji Honganji es un templo budista de la escuela Honganji de la secta Jōdo Shinshū erigido en 1617. Su pabellón Daini-Dendō, donde habitualmente se realizan ceremonias y ciertos eventos, fue el lugar elegido para la competición, ante el pedestal sobre el que se halla una estatua de Amida-nyorai (Amitābha). Durante la competición se contó con la ayuda de niños del lugar que escoltaron a los atletas, y proyecciones de vídeo mapping ayudaron a entretener a los espectadores.

Miura Hiroshi, atleta que participara en la clase de 49 kilogramos, cuenta que “Nos sentíamos bastante nerviosos por estar en ese lugar sagrado. Pero recordando el apoyo de los voluntarios y las personas que nos ayudaron con el micromecenazgo pude darlo todo”.

Los atletas compitieron ante una numerosa audiencia, periodistas… y Amitābha.
Los atletas compitieron ante una numerosa audiencia, periodistas… y Amitābha.

Miura Hiroshi, de 58 años, era el atleta de mayor edad; es una verdadera leyenda del deporte: ha competido en tres juegos paralímpicos consecutivos, incluyendo los de Tokio 2020.
Miura Hiroshi, de 58 años, era el atleta de mayor edad; es una verdadera leyenda del deporte: ha competido en tres juegos paralímpicos consecutivos, incluyendo los de Tokio 2020.

Superar las barreras de religión, raza y discapacidad

El templo de Tsukiji Honganji ha talado los árboles de su recinto para crear un espacio abierto, una terraza con cafetería a la moda, y ha mantenido la misión de “abrir su espacio para todos”; con esa misma mentalidad fue con la que investigaron cómo apoyar las competiciones de deportes adaptados.

Fue el propio atleta Miura quien, tras dar en cierta ocasión una conferencia en Tsukiji Honganji, propuso la idea de que el templo proporcionara el lugar para el campeonato, la primera vez que se realizaría un evento en aquel templo con cuatrocientos años de historia. Según Higashimori Shōnin, subdirector religioso del templo, la propuesta significó también “una oportunidad de comprobar la eficacia de las instalaciones, ideadas como lugar ‘sin barreras’ para que puedan acudir sin problemas también aquellos con alguna discapacidad física”.

Los “niños escolta” acompañaron a los atletas en su presentación.
Los “niños escolta” acompañaron a los atletas en su presentación.

También participaron en el evento frente a las estatuas budistas algunos atletas extranjeros, de modo que la Federación Japonesa de Para Powerlifting, los organizadores, sugirieron usar como lema “Superar las barreras de raza, religión y discapacidad”. Hacía tres años que no se celebraba la competición con público debido a la pandemia del coronavirus, y tratándose de una ocasión tan única el interés por el evento hizo que se llegaran a agotar las entradas de preventa.

El apoyo del público fue dirigido en especial a Nishizaki Tetsuo, competidor masculino en la categoría de 49 kilos. “No tenía nada de confianza en poder levantar ese peso, pero los vítores de la gente me animaron mucho”, recuerda sobre el momento en el que se enfrentó a 140 kilos, con los que trataba de superar su propio récord y el de Japón. Aunque no llegó a lograrlo, sí se llevó una tremenda ovación.

Nishizaki, en la categoría masculina de 49 kilos. Su rostro se relajó justo antes de intentar batir el récord, ante las voces de apoyo del público.
Nishizaki, en la categoría masculina de 49 kilos. Su rostro se relajó justo antes de intentar batir el récord, ante las voces de apoyo del público.

En la categoría masculina de los 59 kilos participó Kōse Tomohiro, quien compitiera previamente en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y consiguió levantar 154 kilos, superando con ello su propio récord de Japón. “Fue gracias al apoyo de todos. Voy a esforzarme para convertirme en el primer japonés en lograr una medalla en las Paraolimpiadas de los Juegos de París de 2024”, declaró, produciendo así una nueva ovación.

Kōse Tomohiro, a la izquierda, tras recibir la medalla de oro en la categoría masculina de 59 kilos.
Kōse Tomohiro, a la izquierda, tras recibir la medalla de oro en la categoría masculina de 59 kilos.

Imágenes: Kodera Kei
Texto: Comité editorial de Nippon.com

(Artículo traducido al español del original en japonés.)

deporte Tsukiji Templos Paralímpicos