La selección nacional de rugby de Japón: Himeno Kazuki, un capitán apasionado

Deporte

Durante el Mundial de Rugby 2019, celebrado en Japón, Himeno Kazuki se dio a conocer entre los aficionados por ser experto en robar el balón. Cuatro años más tarde, y tras una gran evolución gracias al tiempo que pasó jugando en Nueva Zelanda, Himeno toma las riendas de la selección japonesa como capitán.

El gran robador de balones ha crecido

En una rueda de prensa realizada el 15 de agosto de 2023 se anunció que el capitán de la Selección Japonesa de Rugby para la Copa del Mundo sería Himeno Kazuki. Himeno es oriundo de la prefectura de Aichi. Tiene veintinueve años y, con sus 187 cm de altura y 108 kg de peso, cuenta con un físico realmente impresionante. La potencia que generan sus piernas y brazos es de clase mundial.

Himeno es conocido por su maniobra para robar el balón del oponente que tiene delante. En el momento en que un compañero realiza un placaje, Himeno mete sus brazos por los huecos creados cuando el rival trata de proteger la “guinda” y se la arrebata. Suena un silbato largo, y el árbitro marca falta: “¡No ha soltado el balón!”. El gigante se levanta de debajo de la pila de jugadores y alza un puño, dejando escapar un rugido...

Himeno recreó varias escenas similares contra los mejores jugadores del mundo en la Copa Mundial de 2019, donde se ganó la fama de ser un excelente robador de balones, y no dejó de avanzar en su carrera ni siquiera durante la pandemia del coronavirus. En 2020 y 2021 dejó su equipo, Toyota, para ir a jugar a Nueva Zelanda con los Highlanders en el Súper Rugby, el principal campeonato de este deporte en el hemisferio sur. En la capital del mundo del rugby jugó como delantero con el número 8 y llegó a conseguir con sus ataques y su técnica el Premio al Novato del Año contra una serie de jugadores de élite que aspiraban a entrar en los All Blacks, el equipo nacional de Nueva Zelanda.

Sin embargo Himeno declaró, con gran madurez, que dado que él ya era parte de la selección japonesa para la Copa Mundial quería que el premio fuera para un joven neozelandés. Tanto si se trata de la capital mundial del rugby como de los mejores jugadores del mundo, Himeno no sobreestima a sus oponentes, se enfrente a quien se enfrente, y avanza sin pausa para abrirse nuevos caminos.

Un potencial que no puede dejar de crecer

Himeno comenzó a jugar al rugby cuando ingresó en la escuela secundaria en Mita, Nagoya, en la prefectura de Aichi. Era un joven ya muy alto (170 cm), y enseguida se enamoró de aquel deporte consistente en correr y placar. Entró en el prestigioso instituto Haruhigaoka (actualmente Instituto Hiruhigaoka de la Universidad Chūbu), y al final del tercer curso había superado ya la categoría de institutos y lo seleccionaron para el club Junior Japan, donde entrenan universitarios y jugadores más adultos, para el futuro de la Selección Nacional de Japón.

En la primavera de su primer año en la universidad fue seleccionado como capitán de la U20, la selección sub-20 japonesa, para jugar contra la NZU (la selección universitaria de Nueva Zelanda), que visitaba Japón; pese a ser el capitán, también era el miembro más joven del equipo. Durante sus primeros años en la Universidad Teikyō sufrió varias lesiones y no tuvo tantas oportunidades de desempeñar un papel muy activo en el deporte, pero sí aprovechó para trabajar duramente y desarrollar su capacidad física. Cuando estaba en tercer y cuarto curso, tras recuperarse de una de esas lesiones, comenzó a romper la defensa de los rivales en numerosas ocasiones, y se convirtió en la fuerza motora para las ocho victorias consecutivas de la Universidad Teikyō en el Campeonato Universitario de Japón.

Así comenzó a crecer también como líder. En 2017 Jake White, recién inaugurado como entrenador del Toyota Verblitz, y exentrenador de la selección nacional de Sudáfrica cuando esta ganó la Copa del Mundo, nombró repentinamente capitán a Himeno, que acababa de graduarse en la universidad y unirse al equipo. White, un general de campo con gran experiencia internacional, fue capaz de ver el potencial de Himeno: si le daba espacio para desempeñar un papel activo, el jugador crecería.

Así pues, Himeno se desató en el campo, como capitán y número ocho del equipo, desde el comienzo de la Top League (la competición de nivel más alto del país; actualmente se llama Japan Rugby League One), y llegó a conseguir el Premio al Novato del Año. En otoño de esa su primera temporada como novato, Himeno fue nombrado por primera vez para la selección nacional japonesa, y en su primer partido internacional, contra Australia, mostró su gran fortaleza al desviar el placaje de un oponente, y llegó a anotar un ensayo esquivando un verdadero bosque de entradas. Su nombre se convirtió en una parte imprescindible de la selección misma. Del mismo modo se desempeñó durante la Copa Mundial de 2019. Mientras realizaba sus entrenamientos espartanos en Nueva Zelanda también llegó a trabar amistad con una de las leyendas del rugby moderno: Richie (Richard) McCaw.

Convertirse en el más grande capitán de la historia

En julio de 2023, ya nombrado por primera vez capitán de la selección japonesa, Himeno se hizo cargo del equipo en su encuentro contra los míticos All Black de Nueva Zelanda; en esa ocasión encendió los pechos de sus compañeros asegurándoles que “Lo importante es mostrar la pasión que llevamos dentro”.

“A mí no se me da bien animar al equipo con palabras, como hace Yutaka (el vicecapitán, Nagare Yutaka). Lo que sí puedo hacer es darlo todo en el terreno de juego. Quiero hacerme notar, que tanto los espectadores como los jugadores sientan mi pasión”.

Sus mensajes son siempre positivos y apasionados, y esto se refleja claramente en las palabras con las que recordó a Michael Leitch, quien fuera capitán de la selección durante los dos últimos torneos.

“Hasta ahora siempre he seguido a Leitch, y ha sido una referencia para mí, para el jugador en que quería convertirme; pero ahora no me queda más remedio que superarlo. Voy a dar lo mejor de mí mismo para que algún día puedan decir que soy el mejor capitán de la historia de la selección japonesa”.

Un buen capitán también debe comunicarse con los árbitros. El inglés es un gran obstáculo para los jugadores japoneses, pero Himeno asegura que su inglés es suficiente para entenderse en el rugby, por haber jugado en el extranjero. Esa actitud llena de confianza con la que asume sus desafíos pensando que todo saldrá bien también infunde confianza en su público. Ojalá esa positividad de Himeno lleve a la selección de Japón a las siguientes fases en la Copa Mundial.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Himeno forma una melé durante un partido amistoso contra Nueva Zelanda. Aunque normalmente lleva el número ocho, en ese partido jugó como alero. 29 de octubre de 2022, Estadio Nacional de Japón, Tokio. Jiji Press)

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