La selección nacional de rugby de Japón: Osada Tomoki, un tres cuartos versátil

Deporte

Se hizo con el título de novato del año por el excelente rendimiento que demostró en su primera temporada en el equipo más potente de la League One. A sus 23 años, esta sorpresa del rugby forma parte de la selección nacional nipona y hace gala de un estilo de juego discreto que contrasta con sus llamativos resultados.

La sorpresa del rugby japonés

El excelente rendimiento que desplegó en un equipo repleto de jugadores de distintas selecciones nacionales como es el Saitama Wild Knights le valió el premio a novato del año y un puesto entre los mejores quince jugadores de la League One en la temporada 2022-2023. Poco después pasó a estar entre las filas de la selección nacional. Osada Tomoki es un jugador que ha irrumpido con una fuerza inesperada en el rugby japonés y que sigue subiendo como la espuma.

Osada empezó en el banquillo la batería de cinco partidos de la selección que tuvieron lugar en Japón entre julio y agosto, pero en el cuarto, contra Tonga, jugó todo el partido y lo lideró durante los 80 minutos. Con su metro y 79 centímetros de altura y 90 kilos de peso (una medida “normalita” en su deporte), no solo se enfrentó a un rival con una ristra de jugadores de más de 100 kilos, sino que logró la proeza de romper él solo el frente de tres delanteros de 120 kilos y provocar un turnover.

En el quinto partido, contra Fiyi, equipo fornido de corredores muy veloces, logró un impresionante avance de 70 metros con pasos precisos y hábiles cambios de dirección. Sin inmutarse por la desventaja que supuso quedarse a 14 jugadores contra 15 por una expulsión, su carrera calculada, midiendo con calma los movimientos del oponente, desembocó en un tanto de Jone Naikabula. “Creo que me moví por instinto gracias a la experiencia acumulada y centrándome en cómo desplazar a la defensa”, comenta Osada.

El estilo de lucha de los discretos

La presencia de Osada hace que parezca mentira que sea un novato en su primer año. Sin embargo, el as dice que no se considera ninguna estrella: “Siempre he estado rodeado de estrellas. Estaba en el curso de Kawase Ryūsuke en el bachillerato (instituto Gyōsei de Osaka de la Universidad de Tōkai), y Saitō Naoto y Nakano Shōgo iban unos cursos por delante de mí en la Universidad de Waseda (los tres juegan en el Tokyo Sungoliath actualmente). A mí me gusta jugar sin llamar la atención. Como no soy el tipo de jugador que puede dominar al contrario con la fuerza física o la velocidad, desvío un poco la defensa del otro para avanzar cuando ataco y cubro rápido el espacio por el que podría atacarme cuando defiendo. Esos son los puntos fuertes que quiero explotar”. Lo suyo es hacer brillar a las estrellas con quienes comparte equipo moviéndose discretamente como un ninja que pasa desapercibido.

Natural de Kioto, se inició en el rugby en el primer curso de secundaria. Ganó el Campeonato Nacional de Bachillerato cuando capitaneaba el equipo del instituto Gyōsei de Osaka de la Universidad de Tōkai. Después de participar en la selección nacional japonesa juvenil, jugó como ala titular en la Universidad Waseda desde el primer curso. En segundo fue central y ganó el Campeonato Universitario de Rugby. En cuarto capitaneó el equipo. Y ha arrasado en su primer año con el Saitama Wild Knights.

Las posiciones en que mejor se mueve son central y ala: lo da todo y lo borda en ambas. Aunque estrenó la pasada temporada —su primera como profesional— fuera del banquillo, debutó en el quinto partido, contra los Black Rams Tokyo, como central interior (número 12). En su cuarto partido, contra los Hanazono Liners, jugó como central exterior (número 13), mientras que pasó de reserva a ala en el enfrentamiento con los Kobe Steelers. Jugó como ala (número 14) en el partido de la semana siguiente contra los Spears Funabashi Tokyo Bay, el tercer partido consecutivo en que marcó un tanto. Logró cinco tantos entre los tres últimos partidos de la liga y los dos de las eliminatorias en que jugó cambiando de dorsal del 13 al 12 y luego al 14.

“No tengo ninguna posición favorita. Creo que la que mejor me va es la de central, pero es más una cuestión de querer desempeñar el papel que necesite el equipo que de qué me apetece a mí”, asegura Osada.

Suena a algo que se dice para quedar bien, pero es fácil de decir y difícil de cumplir, porque cada posición del rugby lleva a cabo un papel distinto. El central interior, que lleva el número 12, es una posición que libra su batalla principalmente en el contacto con los defensas contrarios y que en todo el mundo suelen ocuparla jugadores muy corpulentos y musculosos. La del central exterior (número 13) es la posición más técnica del rugby. Los jugadores se disputan el espacio exterior, sirviéndose al máximo de pases y chutes, y aprovechando toda oportunidad para emplear sus técnicas. El número 14 tiene la misión de llevar el balón que le pasan hasta la línea de gol del campo contrario para conseguir un tanto y de placar a los oponentes que intentan marcar.

Un tres cuartos versátil que colecciona tantos

Es increíble que Osada hiciera gala de un juego de tanta calidad en todas las posiciones, cambiándose el dorsal en cada partido. Los nueve tantos que logró en su temporada de novato se distribuyeron en dos jugando con el número 12, tres con el 13 y cuatro con el 14. Fuera en la posición que fuera, controlaba su zona con astutos movimientos aprovechando los despistes del contrario y sumaba una buena cantidad de puntos.

El partido contra Tonga, con el que debutó en la selección saltando al campo en el plantel inicial, se jugó en el estadio Hanazono, que Osada conocía bien desde sus tiempos de bachillerato. El quinto partido fue en el estadio Chichibunomiya, donde tantos partidos disputó en su época universitaria. En ambos el as jugó los 80 minutos del partido.

“En los partidos normales, ambos equipos tienen quien les apoye, por lo que la mitad del público anima y la otra grita. Pero, en los partidos de la selección japonesa, los 20.000 espectadores nos animan a nosotros y eso está muy bien”, comenta con franqueza.

Las tres ciudades donde Japón competirá en el grupo D de la Copa Mundial —Niza, Toulouse y Nantes— son conocidas como lugares con gran afición al rugby. El estadio puede ser casa o fuera en función de si se da un partido atractivo para los expertos “locos del rugby franceses”. Osada los conquistará si saca a relucir su versatilidad.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: Osada no es un jugador corpulento a nivel internacional, pero es capaz de embestir con fuerza a los jugadores de Fiyi. Imagen tomada el 5 de agosto de 2023 en el estadio Chichibunomiya. Jiji Press)

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