Los ‘sentō’ del distrito de Ōta, Tokio, cerca del aeropuerto de Haneda

Turismo

En los baños públicos sentō se puede continuar disfrutando del ambiente nostálgico del periodo Shōwa (1926-1989). Ōta, Tokio, donde se encuentra el aeropuerto de Haneda, es conocido como el distrito de los sentō. Aquí hay baños muy particulares.

El distrito de Ōta, una zona de aguas termales en Tokio

La historia de Haneda, lugar donde se encuentra el aeropuerto homónimo, data del siglo XVIII, cuando Suzuki Yagoemon comenzó los trabajos para ganar tierra al mar. Construyó un dique en el estuario del río Tama con el fin de explotar terrenos para la agricultura. Estas obras fueron completadas a principios del siglo XIX, cuando gobernaba el shōgun Tokugwa Ienari, dando origen a la zona agrícola de Haneda.

Sin embargo, el oleaje de la bahía de Tokio destruyó en varias ocasiones el dique y fue necesario repararlo, incluso estuvo a punto de sufrir daños a causa de un enorme hoyo. La población local levantó un pequeño santuario sintoísta (hokora) para la deidad protectora del dique. Este lugar se convertiría posteriormente en el santuario de Anamori Inari (Historia del santuario de Anamori Inari, Tokio, Haneda) La palabra inari, nombre de la deidad de este santuario, encierra el significado de “el arroz germina”. Esta expresión espiritual kotodama refleja la raíz de la vida, de ahí que se considere una deidad que otorga bendiciones a nuestro sustento: el vestir, el comer y la vivienda.

En el caso del santuario de Anamori Inari, que originalmente estaba en los terrenos que ahora ocupa el aeropuerto de Haneda, había quienes pedían por la seguridad de los viajes en avión. En la actualidad, la aerolínea Japan Airlines (JAL) vende en colaboración con el santuario una libreta de sellos de visita goshuinchō.

La zona de Haneda floreció como una localidad desarrollada alrededor del santuario. En 1894, justo antes del comienzo del siglo XX, se descubrió un manantial y se transformó en un paraje de posadas con aguas termales. Existen varios tipos de manantiales minerales, todos estrictamente regulados por la ley, pero, en general, esta denominación hace referencia a aguas con ingredientes activos. Al calentarlas se convierten en aguas termales, con las que las personas se bañan para obtener efectos positivos de belleza y salud.

Este paraje de posadas con manantiales no sobrevive hasta nuestros días, pero el distrito de Ōta, donde está el aeropuerto de Haneda, heredó dicha tradición, por lo que incluso en nuestros días se pueden encontrar muchos establecimientos de aguas termales.

Los baños públicos, abiertos al público general, han existido desde la antigüedad en numerosos lugares de Japón. Estos se conocen como sentō, pero en el distrito de Ōta, principalmente en Kamata, hay muchos que cuentan con aguas termales.

La calle comercial frente a la estación de Kamata Tokyū tiene una atmósfera retro del periodo Shōwa. Es conocida popularmente como Bourbon Road y cuenta con muchos bares y restaurantes. (Fotografía: Fukusako Ayako)
La calle comercial frente a la estación de Kamata Tokyū tiene una atmósfera retro del periodo Shōwa. Es conocida popularmente como Bourbon Road y cuenta con muchos bares y restaurantes. (Fotografía: Fukusako Ayako)

Las aguas termales conocidas como kuroyu son de color café y tienen una apariencia muy particular. Ya que se trata de un tipo de aguas poco comunes, cuyas características se deben a flora de la antigüedad, hay quienes visitan el distrito de Ōta, provenientes de otras zonas de termas, únicamente para bañarse en estas. Se pueden notar los efectos positivos en la salud y la belleza. No cabe duda de que la fama de lugar de aguas termales de la que goza el distrito de Ōta es real.

En este artículo presentamos tres establecimientos de fácil acceso desde el aeropuerto de Haneda que cuentan con grandes bañeras y otros atractivos particulares.

Kamata, una zona de baños públicos en la que sobrevive el ambiente del periodo Shōwa

Los baños Kamata Onsen se encuentran a unos 10 minutos del aeropuerto de Haneda en la línea ferroviaria Keikyū. Para llegar aquí se debe caminar aproximadamente otros 10 minutos desde las estaciones de Keikyū Kamata o JR Kamata. El establecimiento, muy apreciado por sus clientes, está en medio de una zona residencial y emana una atmósfera nostálgica del periodo Shōwa. La entrada se encuentra detrás de un arco de estilo retro, y en el amplio vestíbulo el cliente encontrará una máquina expendedora de boletos.

El arco de Kamata Onsen se levanta en medio de una zona residencial. (Fotografía: Fukusako Ayako)
El arco de Kamata Onsen se levanta en medio de una zona residencial. (Fotografía: Fukusako Ayako)

El tono oscuro de las aguas kuroyu merece una mención especial. Es tan fuerte que al sumergir las manos parecen desaparecer de inmediato. En Kamata Onsen hay dos bañeras con kuroyu, una a altas temperaturas y otra más templada.

Se recomienda entrar primero a las aguas templadas. Las kuroyu se impregnan en el cuerpo y su delicado aroma es agradable. Estas aguas son ricas en bicarbonato de sodio y son conocidas también como las “aguas que embellecen la piel”. Al sumergirnos, la piel se vuelve sedosa.

Como estoy relativamente acostumbrado, también entré a la bañera de temperaturas altas. La temperatura que se siente es de entre 44º C y 45º C. Si no se está habituado, estas temperaturas resultan muy calientes, así que se recomienda tener cuidado. Sin embargo, si uno puede soportar estas temperaturas, es probable que se convierta en un aficionado. Las shirayu, aguas transparentes, también contienen minerales y su toque a la piel es suave.

Las kuroyu son verdaderamente oscuras. (Fotografía: Fukusako Ayako)
Las kuroyu son verdaderamente oscuras. (Fotografía: Fukusako Ayako)

La zona de duchas tiene techos altos e interiores blancos que dan una sensación de amplitud. (Fotografía: Fukusako Ayako)
La zona de duchas tiene techos altos e interiores blancos que dan una sensación de amplitud. (Fotografía: Fukusako Ayako)

En el primer piso de Kamata Onsen hay un amplio espacio en el que se sirven comidas y bebidas. Se recomienda probar el famoso kamameshi. Se utiliza el arroz de la variedad koshihikari, especialmente elegido y preparado deliciosamente. Es tan agradable comer y acompañar los platos con una cerveza que el cliente podría perder la noción del tiempo.

El famoso plato onsen kamameshi. Se sirve acompañado de sopa de miso, guarniciones y encurtidos. Tiene un precio de 1.200 yenes (IVA incluido, a febrero de 2024). (Fotografía: Fukusako Ayako)
El famoso plato onsen kamameshi. Se sirve acompañado de sopa de miso, guarniciones y encurtidos. Tiene un precio de 1.200 yenes (IVA incluido, a febrero de 2024). (Fotografía: Fukusako Ayako)

Los baños Hasunuma Onsen están muy cerca de la estación de Hasunuma de la línea Tōkyū Ikegami. También se puede llegar caminando desde la estación de JR Kamata después de atravesar la calle comercial. Fue remodelado al estilo moderno y la fachada exterior también es agradable, pero la luz que entra a través de las vidrieras en el cuarto de las bañeras lo convierten en un espacio dominado por un brillo suave.

En el interior hay tres bañeras. La del fondo tiene aguas termales naturales. Su color es aceitunado y están a una temperatura perfecta. Le sigue una bañera con aguas termales carbonatadas con gas. Este entra al cuerpo a través de la piel y se dice que mejora la circulación sanguínea. Al sumergirse en las aguas tibias se nota cómo la parte del cuerpo que está por debajo del agua se torna ligeramente roja, una muestra de sus efectos.

El interior tiene una apariencia moderna adornado con un mural y vidrieras. (Fotografía: Fukusako Ayako)
El interior tiene una apariencia moderna adornado con un mural y vidrieras. (Fotografía: Fukusako Ayako)

La tercera es una bañera de aguas frías de manantial. Se trata de termas extraídas directamente del subsuelo. Esto permite disfrutar en un baño público de Tokio la experiencia de un baño kakenagashi, en el cual el agua de manantial no se reúsa.

Para gozar al máximo de esta experiencia, que incluye agua fría de un manantial poco común, se recomienda entrar primero a la bañera del fondo y avanzar hacia el frente. Mientras se baña, el cliente sentirá que se encuentra en unas famosas aguas termales montaña adentro, y al salir notará que su piel está sedosa.

Según Kondō Yoshimasa, propietario de estos baños, también son muy populares entre los visitantes extranjeros, quienes al salir le comentan que se trató de una experiencia increíble o que les fascinó. Para mí también fue algo increíble.

La bañera del primer plano, del tipo kakenagashi, con aguas frías que no se reúsan. (Fotografía: Fukusako Ayako)
La bañera del primer plano, del tipo kakenagashi, con aguas frías que no se reúsan. (Fotografía: Fukusako Ayako)

Al noreste desde la estación de JR Kamata se encuentra el río Nomi. Al cruzar el puente que lo atraviesa se alcanza a ver la letra “yu” escrita en el silabario hiragana iluminada de color rojo. Es parte de la luminaria de los baños termales Yū City Kamata.

Lo mejor de este establecimiento es su baño al aire libre. Se puede disfrutar de las aguas kuroyu en un espacio abierto. No olvidemos que, aunque se trata de un baño al aire libre, estamos en medio de una metrópolis. Está debidamente cubierto, así que no hay que preocuparse por las miradas indeseadas. Las bañeras se encuentran completamente fuera de la zona de las duchas, por lo que se puede gozar al máximo de una experiencia al aire libre. La temperatura de las aguas es un poco elevada pero agradable. Después de calentarse por completo, el cliente puede disfrutar de un descanso en las bancas que hay cerca.

Nakamura Kōtarō, el actual dueño, practicó rugby durante su época de estudiante. Los entrenamientos eran muy duros y volvía agotado a casa, pero se recuperaba tras un baño en las aguas kuroyu del negocio familiar. Gracias a su propia experiencia puede recomendarlas con confianza a sus clientes.

El baño a cielo abierto está debidamente cubierto, pero se puede disfrutar de la experiencia liberada en contacto con el aire libre. (Fotografía: Fukusako Ayako)
El baño a cielo abierto está debidamente cubierto, pero se puede disfrutar de la experiencia liberada en contacto con el aire libre. (Fotografía: Fukusako Ayako)

La bañera interior contiene aguas shirayu, mientras que la bañera del centro cuenta con un magnífico jacuzzi. A los lados hay un baño de burbujas de aire y uno eléctrico en los que se pueden combinar sus efectos con los de las aguas kuroyu. Aquí el cliente sentirá que se va reponiendo. El día anterior a este reportaje, había caminado 10 km y me sentía sumamente cansado, pero me recuperé tras bañarme en estas aguas.

Por cierto, en Yū City Kamata se permite dejar en consigna las maletas grandes en la recepción.

Kamata Onsen abre a las 10:00 a. m., Yū City Kamata, a las 11:00 a. m. y Hasunuma Onsen, a las 2:00 p. m. El viajero puede aprovechar el tiempo entre su llegada al aeropuerto y la hora de registrarse en el hotel para disfrutar de un baño y relajarse, o bien, hacerlo como parte de los preparativos antes de ir al aeropuerto y tomar su vuelo de vuelta a casa.

Al centro, la bañera con jacuzzi de burbujas, a la izquierda, el baño con burbujas de aire y, a la derecha, el baño eléctrico. Se dice que todos ayudan a recuperarse del cansancio. (Fotografía: Fukusako Ayako)
Al centro, la bañera con jacuzzi de burbujas, a la izquierda, el baño con burbujas de aire y, a la derecha, el baño eléctrico. Se dice que todos ayudan a recuperarse del cansancio. (Fotografía: Fukusako Ayako)

La etiqueta en los baños públicos sentō

Ya que los sentō son baños públicos, cualquiera puede utilizarlos. En las instalaciones de baños en Japón es común que se prohíba la entrada a personas con tatuajes, pero en el caso de los baños públicos sentō normalmente no hay problemas, siempre y cuando se cumpla con cierta etiqueta.

La primera regla es que no se puede entrar con bañador. Si la desnudez le incomoda, puede cubrirse ligeramente la parte delantera con una toalla. En Japón existe la expresión hadaka no tsukiai (intercambios desnudos). Se dice que el emperador romano Adriano frecuentaba los baños públicos y convivía con la gente de a pie. De igual manera, en Japón es tradición que todas las personas, por igual, disfruten desnudos de los baños. Nadie comentará sobre su cuerpo y, si no lo detienen tabúes religiosos, le recomiendo que disfrute la experiencia con total apertura (en el aspecto psicológico).

Lo primero que debe hacer al entrar es limpiarse el cuerpo y ser cuidadoso de no ensuciar el agua de las bañeras. Por la misma razón, no debe meterse con la toalla que lleva. Podría pensar que acaba de lavarla o que es nueva, pero incluso en estos casos, las fibras finas de la tela terminan ensuciando las aguas.

Sin importar su sexo, si lleva el cabello largo, debe amarrarlo para evitar que toque el agua. Es una forma de evitar que los cabellos caigan al agua.

Estas serían todas las normas de etiqueta que necesita saber, y después puede disfrutar con los amigos de intercambios desnudos, relajarse o meditar. Por último, al salir, debe secarse el cuerpo para evitar mojar la zona del vestuario.

Vestuario de Yū City Kamata. Respete las reglas para disfrutar la experiencia. (Fotografía: Fukusako Ayako)
Vestuario de Yū City Kamata. Respete las reglas para disfrutar la experiencia. (Fotografía: Fukusako Ayako)

En este artículo he presentado baños públicos centrándome en las aguas termales, pero este no es el único atractivo de los baños públicos sentō. El distrito de Ōta, conocido por sus sentō, es una zona con muchos baños públicos, cada uno con sus particularidades.

Además, en otras partes de Tokio también hay muchos sentō. Sumergirse en una bañera en un espacio amplio, estirar las piernas y liberarse del cansancio cotidiano es algo sensacional. Si todavía no lo ha experimentado, le recomiendo que visite un baño local cerca de su hogar. En Tokio, el coste de entrada a los baños es de 530 yenes (en marzo de 2024).

Disfrutar de los sabores Edomae tras un baño

A mediados del siglo XX, el distrito de Ōta floreció como una zona industrial. Personas de otras partes de Japón e incluso de otros países han hecho de este lugar su residencia. La historia de Kamata ha quedado reflejada en su cultura gastronómica variada, deliciosa y asequible. Un gran atractivo de Ōta es poder comer en alguno de sus establecimientos tras disfrutar de un buen baño.

El día del reportaje visité el restaurante Tempura Suzuki, en la calle comercial de la salida oeste de la estación de Kamata. Desde antaño, la bahía de Tokio es conocida por los productos marinos frescos que se capturan en sus aguas. Esos pescados se conocen tradicionalmente como Edomae, una marca con mucho valor. Gracias a que es una localidad colindante al mar, en el distrito de Ōta sobreviven muchas tiendas famosas de productos marinos.

En Tempura Suzuki, local frecuentado por muchos clientes locales, solo hay una barra. (Fotografía: Fukusako Ayako)
En Tempura Suzuki, local frecuentado por muchos clientes locales, solo hay una barra. (Fotografía: Fukusako Ayako)

Tempura de congrio, producto tradicional Edomae. En Suzuki se sirven menús fijos a la hora de la comida y, por las noches, puede elegir libremente platos de tempura a precios razonables. (Fotografía: Fukusako Ayako)
Tempura de congrio, producto tradicional Edomae. En Suzuki se sirven menús fijos a la hora de la comida y, por las noches, se pueden elegir libremente platos de tempura a precios razonables. (Fotografía: Fukusako Ayako)

En Suzuki uno puede también deleitarse con un menú de tempura de silago japonés o congrio acompañado con arroz y sopa por el muy razonable precio de 1.200 yenes (precios con IVA incluido, a febrero de2024). En este restaurante se usa un aceite especial que hace que los platos no se sientan demasiado grasientos. El tempura de congrio es suave y caliente. ¡Kamata es de lo mejor!

Bañarse en aguas termales y comer platos deliciosos. Definitivamente, fue un placer.

Fotografía del encabezado: Hasunuma Onsen, popular entre los turistas por la calidad de sus aguas y su decoración moderna. Fotografía: Fukusako Ayako.

(Traducido al español del original en japonés.)

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