Los “embajadores desnudos” de Japón mostrarán su poderío en Londres y París

Deporte Intercambio internacional

En las sesiones de combates de sumo puede verse siempre el cartel de “completo”. Entre el público, cada vez se ven más extranjeros. Los vientos son favorables y la Asociación Japonesa de Sumo ha organizado para este año y el que viene dos torneos en Londres y París. El retorno de estos “embajadores desnudos“ es esperado con ilusión por miles de aficionados.

Más de tres decenios de ausencia en Francia y el Reino Unido

“El Royal Albert Hall se transforma en un ‘templo de sumo’ mientras se prepara para acoger el Gran Torneo del Sumo por segunda vez” (BBC).

Así informaban los medios de comunicación británicos a principios de diciembre del año pasado sobre los preparativos del torneo, que no se había celebrado en el Reino Unido desde 1991. El Royal Albert Hall, tiene una estrecha relación histórica con el mundo del sumo, pues sirvió de modelo para la construcción, en 1909, del antiguo Kokugikan de Ryōgoku.

También en París se aguarda con expectación el retorno del sumo, ausente de la capital francesa desde 1995. Este mes de febrero, cuando se confirmó la celebración del torneo, las versiones digitales de los medios franceses hablaban ya de los “luchadores legendarios” y “caballeros de la fuerza” que llegarían al país.

Kitanowaka (derecha) y otro joven sumotori posan apeándose de un taxi frente al Royal Albert Hall de Londres en diciembre de 2024 para una campaña de promoción del Gran Torneo de Sumo que se celebrará en este histórico salón. (Getty Images)
Kitanowaka (derecha) y otro joven sumotori posan apeándose de un taxi frente al Royal Albert Hall de Londres en diciembre de 2024 para una campaña de promoción del Gran Torneo de Sumo que se celebrará en este histórico salón. (Getty Images)

El último salto a ultramar del sumo fue en 2013, cuando los forzudos japoneses hicieron una exhibición en Yakarta (Indonesia). Para encontrar un torneo propiamente dicho en el extranjero hay que remontarse todavía más, 20 años, hasta el de Las Vegas (Estados Unidos) de 2005. Durante este lapso, además del fuerte impacto que ha tenido la pandemia del nuevo coronavirus, el mundo del sumo se ha visto sacudido por una serie de escándalos que van de las apuestas ilegales en partidos de béisbol que hacían algunos luchadores, a los mensajes de correo electrónico que revelaban la existencia de componendas o tongos. En estas circunstancias, las salidas al extranjero quedaron prácticamente reducidas a cero.

En una rueda de prensa celebrada en Londres, el presidente de la Asociación Japonesa de Sumo y exyokozuna Hakkaku Nobuyoshi expresó su deseo de dar a conocer al público británico la centenaria tradición cultural del sumo y su compromiso de no escatimar esfuerzos para conseguir que el espectáculo satisfaga a todos.

El “Lobo”, centro de atención durante el torneo de 1991

El último torneo fue el de 1991, una época marcada por el ascenso del luchador Takahanada, luego rebautizado Takanohana, en la que Japón vivió un boom del sumo sin precedentes. Se esperaba que la fiebre se contagiara también a Londres, pero la ausencia del aclamado Takanohana, debida a una conjuntivitis, la enfrió un tanto. Su vacío lo cubrió en buena medida “Wolf” (el “Lobo”), apodo con el que era conocido el legendario exyokozuna Chiyonofuji, que acabada de retirarse de la competición tras la derrota sufrida precisamente frente a Takahanada en el torneo de verano.

Sobre la arena, el que concitó más expectación fue sin duda, con sus 254 kilogramos, Konishiki, que entonces alcanzaba la categoría de ōzeki, inferior solo a la de yokozuna. Junto a él estaban otros gigantones muy populares, como Mitoizumi o Akebono. No menos ovaciones arrancaron los luchadores más pequeños pero dotados de una sorprendente técnica, como Wakahanada (posteriormente, Wakanohana), que acababa de recibir tres premios en el último torneo de otoño, o Mainoumi. El entonces presidente de la Asociación Japonesa de Sumo y exyokozuna Futagoyama, tío de los hermanos Hanada, se congratuló de haber podido mostrar un sumo a la altura de cualquier torneo oficial celebrado en Japón y resaltó el papel del sumo como embajador de la cultura japonesa.

En el Gran Torneo de Londres de octubre de 1991 participaron muchas jóvenes promesas que cuajarían durante los años siguientes. En la fotografía, de izquierda a derecha, Wakahanada, Akebono y Mainoumi se pasean por Londres. (Kyōdō Press)
En el Gran Torneo de Londres de octubre de 1991 participaron muchas jóvenes promesas que cuajarían durante los años siguientes. En la fotografía, de izquierda a derecha, Wakahanada, Akebono y Mainoumi se pasean por Londres. (Kyōdō Press)

Una historia que comienza en la era Meiji

El sumo se había dado a conocer ya en Londres durante la era Meiji (1868-1912). Entonces, la principal entidad organizadora era la de Kioto y a ella pertenecían los 35 luchadores que se desplazaron a la capital inglesa en 1910, entre ellos el yokozuna Ōikari. El evento formaba parte de la Exposición Anglo-Japonesa, que se celebró para conmemorar la alianza establecida entre ambos países. Finalizada la exposición, que duró cuatro meses y medio, los luchadores se embarcaron en una gira por Europa, que arrancó en París.

Los luchadores de la Organización de Sumo de Kioto posan en pleno frente al “Salón de Lucha Japonesa” montado a las afueras de Londres para la exhibición realizada durante la Exposición Anglo-Japonesa de 1910. (Cortesía del autor del artículo)
Los luchadores de la Organización de Sumo de Kioto posan en pleno frente al “Salón de Lucha Japonesa” montado a las afueras de Londres para la exhibición realizada durante la Exposición Anglo-Japonesa de 1910. (Cortesía del autor del artículo)

Con las mejores credenciales, a París

En París, el torneo se ha realizado dos veces: en 1986 y 1995. En la primera ocasión, Le Figaro presentó el sumo como “un deporte relacionado con las creencias sintoístas” y como “algo más que una lucha física”. En Francia, el sumo fue entendido como un “ritual sagrado”.

El Gran Torneo de Sumo de París de octubre de 1986 en el Bercy Arena (actual Accor Arena). Sobre el tejadillo pueden verse letreros colgantes de “Man’in onrei” (“Gracias por el llenazo”). (Kyōdō Press)
El Gran Torneo de Sumo de París de octubre de 1986 en el Bercy Arena (actual Accor Arena). Sobre el tejadillo pueden verse letreros colgantes de “Man’in onrei” (“Gracias por el llenazo”). (Kyōdō Press)

Jacques Chirac, un gran aficionado al sumo

El ya fallecido presidente francés Jacques Chirac era un gran aficionado al sumo. El primero de los torneos se celebró siendo Chirac alcalde de París y el segundo, siendo presidente de la República. Ambos fueron posibles gracias a su esfuerzo y compromiso. Llegó a decir en público que todo lo necesario para la vida lo había aprendido del sumo.

Takanohana (izquierda) y Akebono son recibidos por el entonces presidente de la República francesa Jacques Chirac (centro) en su residencia oficial, el Palacio del Elíseo, en octubre de 1995. (Kyōdō News)
Takanohana (izquierda) y Akebono son recibidos por el entonces presidente de la República francesa Jacques Chirac (centro) en su residencia oficial, el Palacio del Elíseo, en octubre de 1995. (Kyōdō News)

Durante el torneo de 1995 ocurrió un contratiempo. Al día siguiente de la llegada del grupo, un almacén del aeropuerto se incendió. Resultó ser el que alojaba los mawashi (fajas de los luchadores) y los trajes que visten los gyōji (árbitros de sumo), entre otras importantes prendas, todas las cuales se perdieron. La Asociación de Sumo consiguió hacer llegar recambios de Japón y el torneo pudo celebrarse sin problemas, entre los objetos perdidos muchos tenían un gran valor sentimental para los luchadores, que acusaron la pérdida.

Las tres jornadas del torneo se cerraron con un gran éxito de asistencia, que no bajó de los 10.000 espectadores. El combate final enfrentó a los dos poderosos yokozuna: Akebono, que había ganado la primera jornada y la última, y Takanohana, que se había impuesto en la segunda. Venció el primero mediante la técnica del yorikiri.

Exhibición de entrenamiento en la Casa Blanca

En Estados Unidos el interés por el sumo se remonta también a la era Meiji. El gran yokozuna Hitachiyama fue el primer luchador de sumo en pisar suelo norteamericano.

Llegó en agosto de 1907, acompañado por un séquito de otros sumotori y judocas. En la Casa Blanca se mostraron ante Theodore Roosevelt, presidente a la sazón, cubiertos por camisetas del color de la piel y ejecutaron la ceremonia de entrada de los yokozuna en el dohyō o montículo de arena prensada donde se celebran los combates, así como una exhibición de los ejercicios que se hacen durante los entrenamientos, consiguiendo así dar una imagen muy vívida del sumo. Entre las anécdotas que tachonaron la visita estuvo, según se dice, un chusco malentendido sobre el sexo de Hitachiyama. El moño que coronaba su cabeza, desacostumbrado para los norteamericanos, hizo que lo confundieran con una mujer, sospecha que quedó ahondada por su llamativa barriga, cuya prominencia fue atribuida a un feliz embarazo.

De Washington el grupo fue a Nueva York, donde Hitachiyama se midió con Alexander, un luchador de fuerza sobrehumana famoso en su época.

El yokozuna Hitachiyama (de pie, a la derecha), junto al norteamericano Alexander (de pie, segundo por la izquierda), con quién midió fuerzas durante su gira por Estados Unidos. Sentados, en primera fila, judocas y otros sumotori. La fotografía fue tomada en Nueva York en 1907 (cortesía del autor del artículo).
El yokozuna Hitachiyama (de pie, a la derecha), junto al norteamericano Alexander (de pie, segundo por la izquierda), con quién midió fuerzas durante su gira por Estados Unidos. Sentados, en primera fila, judocas y otros sumotori. La fotografía fue tomada en Nueva York en 1907 (cortesía del autor del artículo).

La película The Wide West, una producción de Hollywood que se estrenará este otoño, es una ficción basada en anécdotas y lances de aquella histórica visita y ambientada en la misma época (inicios de la primera década del siglo XX). En Japón ha despertado mucho interés tanto por el tema como por el hecho de que está interpretada por Ichinojō, un auténtico sumotori que llegó a la categoría de sekiwake, por debajo de ōzeki.

Más tarde, entrada la era Shōwa (1926-1989) y en ambiente ya prebélico, las salidas al extranjero de los sumotori se limitaron a las áreas que habían caído bajo dominio japonés: la península de Corea y las regiones del nordeste de China (Manchuria). Tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial, durante algún tiempo dejaron de hacerse giras por el extranjero.

Presencia reforzada desde 1958

El paréntesis se cerró en 1951, año en que Japón rubricó el Tratado de Paz de San Francisco, reincorporándose así a la comunidad internacional. Tres luchadores acompañados por su oyakata (jefe) hicieron una gira de seis meses que los llevó a Hawái, Los Ángeles, San Francisco y Chicago. Fue una gira muy modesta, que no puede compararse a los torneos y exhibiciones que se harían posteriormente.

El auge económico japonés contribuyó a reforzar la presencia internacional del sumo, especialmente a partir de 1958, cuando se instauró el sistema de seis torneos oficiales (honbasho) anuales. Se institucionalizaron entonces dos formatos de salida: el primero, llamado kōen (literalmente “exhibición pública”, expresión traducida como “torneo”) tenía por principal objetivo promover el entendimiento internacional; al segundo, jungyō (gira), se le dio un carácter más comercial. Además de hacerse a una escala mayor, se prodigaron más.

Personajes influyentes de todo el mundo se han interesado por el sumo. En 1986, el entonces príncipe de Gales y hoy monarca del Reino Unido, Carlos III, asistió junto a su esposa, la fallecida princesa Diana, a una sesión del basho (torneo) de verano en el Ryōgoku Kokugikan de Tokio. El ex-Beatle Paul McCartney también es un gran aficionado y ha asistido al menos a dos sesiones del basho de Kyūshū, en 2003 y 2013. En esta última ocasión, patrocinó uno de los premios obteniendo a cambio un espacio publicitario en el dohyō para su disco New. Entre los rostros internacionalmente famosos que se han visto en las tribunas del sumo durante los últimos años recordamos especialmente el de Donald Trump. En mayo de 2019 fue invitado a la jornada final del basho de verano en Tokio por el entonces primer ministro de Japón, el ya fallecido Abe Shinzō. Trump entregó personalmente al campeón Asanoyama la Copa del Presidente de Estados Unidos.

Paul McCartney (centro) en el Centro Fukuoka Kokusai, donde asistió a una sesión del basho (torneo de sumo) de Kyūshū en 2013. (Cortesía del autor del artículo)
Paul McCartney (centro) en el Centro Fukuoka Kokusai, donde asistió a una sesión del basho (torneo de sumo) de Kyūshū en 2013. (Cortesía del autor del artículo)

Mejor dos yokozuna que uno

El torneo de Londres, que se celebrará en octubre, está ya a la vuelta de la esquina. Veremos qué posibilidades de alcanzar el rango de yokozuna tienen luchadores como Ōnosato, campeón del recién concluido basho de primavera, o Kotozakura, que gracias a su buen desempeño en dicho basho ha evitado in extremis perder el rango de ōzeki. Desde que, en 1993, el hawaiano Akebono obtuvo los avales para ser nombrado yokozuna, de los diez luchadores que han accedido al máximo rango solo ha habido tres japoneses: Wakanohana, Takanohana y Kisenosato. En el basho de marzo, el de Osaka, el único luchador que mantenía ese rango ha sido el mongol Hōshōryū.

Para sostener la popularidad del sumo, no hay nada mejor que tener un nuevo yokozuna japonés. Y cuando la fiebre sube en Japón, acaba transmitiéndose también al extranjero. Sería estupendo que en Londres tuviéramos ya dos yokozuna. Si Ōnosato lo consigue, lo más probable es que suba al dohyō siguiendo el estilo unryū que heredará de su maestro. El mongol, por su parte, seguirá el estilo shiranui. Dos yokozuna compitiendo en majestuosidad en su presentación será otro de los interesantes aspectos del sumo que podrán disfrutar los aficionados europeos.

Las salidas al extranjero de los sumotori han sido una inmejorable oportunidad para dar a conocer la cultura japonesa en todo el mundo, incluyendo los países del antiguo bloque comunista. Inconfundibles con su chonmage (mechón de pelo largo recogido en el centro de la cabeza) y su yukata (kimono ligero de algodón), estos luchadores son recibidos con los brazos abiertos en el mundo como herederos de una forma de lucha que es al mismo tiempo cultura. Todo indica que este año en Londres y el próximo en París, estos “embajadores desnudos” continuarán desempeñando magníficamente su papel.

El yokozuna Asashōryū saluda al público tras la jornada final de una exhibición en el Memorial Sports Arena de Los Ángeles (EE. UU.) en junio de 2008. (Kyōdō Press)
El yokozuna Asashōryū saluda al público tras la jornada final de una exhibición en el Memorial Sports Arena de Los Ángeles (EE. UU.) en junio de 2008. (Kyōdō Press)

Salidas al extranjero de los sumotori desde 1958

Década de 1960

  • Torneos: Moscú y Jabárovsk (1965)
  • Giras: Hawái (1962, 1966), Hawái y Los Ángeles (1964), Macao (1966)

Década de 1970

  • Torneos: Pekín y Shanghái (1973)
  • Giras: Hawái (1970, 1972 y 1974), Hawái y Los Ángeles (1976)

Década de 1980

  • Torneos: Ciudad de México (1981), Nueva York (1985), París (1986)
  • Giras: San José y Los Ángeles (1981), Hawái (1984)

Década de 1990

  • Torneos: Sao Paulo (1990), Londres (1991), Viena y París (1995), Melbourne y Sídney (1997), Vancouver (1998)
  • Giras: Madrid y Düsseldorf (1992), Hong Kong (1993), Hawái y San José (1993)

Década de 2000

  • Torneos: Seúl y Busán (2004), Pekín y Shanghái (2004), Las Vegas (2005)
  • Giras: Taipéi (2006), Hawái (2007), Los Ángeles (2008), Ulán Bator (2008)

Década de 2010

  • Giras: Yakarta (2013)

Década de 2020

  • Torneos: Londres (previsto para 2025), París (previsto para 2026)

Entre paréntesis, los años en que se llevaron a cabo.
Fuente: Ōzumō Journal.

Fotografía del encabezado: Tochitaikai (izquierda) y otro joven sumotori posan delante de la Torre Eiffel para una fotografía de promoción del torneo de sumo previsto para ser celebrado en París en junio de 2026. (Fotografía tomada en febrero de 2025, AFP/Jiji Press)

(Traducido al español del original en japonés.)

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