Detrás de la máscara: artistas que personifican el significado de lo oculto en la cultura japonesa
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La dualidad de la “máscara” en obras de YMO
Behind the Mask (1979), es una de las canciones más emblemáticas de Yellow Magic Orchestra (YMO), banda que encabezó el auge mundial del tecno-pop en la segunda mitad de la década de 1970. La letra, escrita en inglés por el compositor británico Chris Mosdell, alude al vacío en los corazones de aquellas personas que usan una máscara para vivir. La canción tiene un sonido robótico ya que las voces y los instrumentos se mezclaron en un codificador de voz, lo que hace que tanto la letra como la música tengan una máscara puesta. En el vídeo musical donde Michael Jackson interpretó la canción, que fue publicado después de su muerte, la máscara, al pie de la letra, es la protagonista.
Al examinar el hecho de que hace medio siglo las canciones japonesas cuyo tema era la máscara se hicieron populares en el extranjero, podemos considerar que este fenómeno era una predicción de lo que sucede ahora en la sociedad de Japón, con la aparición de cantantes que actúan de incógnito.
Las diferencias entre el enmascaramiento en Japón y Occidente
Ado es una cantante que se popularizó gracias a su tema Usseewa (¡Cállate!, 2020), en el que parece expresar el descontento de los jóvenes de ahora. También está yama, un artista enmascarado o la banda Zutto Mayonaka de ii no ni (conocida como Zutomayo) de la que se desconoce el rostro de los miembros, excepto el vocalista, entre otras. Estos cantantes encubiertos comenzaron a surgir en internet a partir de la segunda mitad de la década de 2010. Sin embargo, las razones por las que esconden su rostro no son uniformes. Por ejemplo, están los miembros del grupo GRe4n BOYZ (antes conocidos como GreeeeN) que han declarado que se mantienen en el anonimato para no interferir con su otra profesión, la de dentistas.
En sentido estricto, en japonés los vocablos kamen y fukumen, que se podrían traducir como “máscara”, tienen un matiz diferente. Yoshioka Hiroshi, especialista en estética, nos dice que para el vocablo en inglés mask se pueden utilizar tres traducciones al japones: la primera, kamen, que representa la idea occidental de máscara de estilo gótico; la siguiente es fukumen, que describe un método para esconder la identidad real con un objetivo en particular, y la tercera es masuku, que hace referencia a las mascarillas de uso médico o de trabajo, que más que esconder el rostro, tienen el propósito de bloquear algo.(*1)
Si nos ceñimos a la interpretación de Yoshioka, las máscaras de los cantantes que esconden su identidad real podrían cumplir simultáneamente con las funciones de kamen y fukumen. En Japón, cuando se usa el concepto kamen vienen a la mente las máscaras de teatro noh. La frase nōmen no yōna hyōjō, (semblante como una máscara de noh) se usa para describir un rostro impasible, en el que no se pueden entrever los sentimientos. De igual manera, en el teatro bunraku, las personas que manipulan las marionetas se cubren la cabeza con una tela negra.(*2)
Se dice que las máscaras de noh tienen una “expresión neutra” que no revela emociones, y que estas se manifiestan a través de movimientos específicos para representar de forma establecida la belleza de la alegría, el enojo, la tristeza y el placer. En Occidente, las máscaras se usan en bailes u otras ocasiones para no dejar a la vista la clase social noble y disfrutar de lo extraordinario. Si las consideramos un objeto “coqueto”, nos daremos cuenta de que su naturaleza difiere de las máscaras de noh o de las telas negras con la que se cubren la cabeza los titiriteros, ya que estas últimas sirven para borrar en la medida de lo posible las emociones y llevar al máximo el refinamiento de las expresiones.
Para poder entender las razones por las que los cantantes que surgen de internet en nuestros días usan kamen o fukumen, es necesario tener en cuenta las diferencias que subyacen en el hecho de ocultar el rostro entre Japón y Occidente. Aunque el J-pop es un género musical inspirado en la música occidental, tomaremos como ejemplo a Ado, una de las cantantes enmascaradas más representativas, para reflexionar sobre el significado de ocultar el rostro con base en la cultura tradicional japonesa.
El gusto de Ado por la cultura japonesa
Ado comenzó como intérprete de canciones vocaloid(*3) y, desde 2024, hace giras y ofrece conciertos en todo el mundo. En una entrevista para medios filipinos declaró que le gustaría crear oportunidades para que las personas de todo el mundo puedan conocer más la belleza, la cultura y la música de Japón.(*4)
Dicen que el nombre de Ado viene del contraparte (posiblemente de las palabras geigō, “asentir” o “adular”, o aitō, “asentir”) de los protagonistas o shite en las obras de kyōgen.(*5) De hecho, el título de su primer álbum, lanzado en 2022, es Kyōgen. Cuando Ado participó en el programa musical de fin del año 2023 de NHK Kōhaku uta gassen, interpretó su canción desde el escenario de noh del templo Higashi Honganji en Kioto. Las siluetas etéreas proyectadas por las luces se asemejaban a sombras chinas que parecían fusionar la cultura vocaloid con las artes escénicas tradicionales de Japón. En el kyōgen, en contraste con el noh, no se usan máscaras, todo se interpreta con el rostro propio o hitamen, pero no cabe duda de que Ado aprecia profundamente la cultura japonesa.
Además de esta silueta proyectada durante sus conciertos en vivo, Ado posee otra “máscara”. Esta cantante surgió en internet, donde publicaba grabaciones de estilo takuroku (que se graban en los armarios de las casas), y cuando saltó al mundo del J-pop, en el que se consideraba fundamental identificarse, decidió seguir manteniéndose en el anonimato.
En lugar de poner una foto del artista, su director de imagen ORIHARA le hizo una ilustración de una máscara (personaje o avatar) que ha venido representando su imagen. La cantante estadounidense Billie Eilish, de la misma generación que Ado, también saltó a la fama con grabaciones desde su habitación, pero ella muestra su rostro. Es decir, que para los artistas surgidos de internet no es un requisito mantenerse anónimos.
¿Será entonces que el anonimato es algo único y que tiene relación con la cultura tradicional japonesa?
Una técnica para interiorizar
Con respecto al enmascaramiento en la cultura japonesa, el filósofo Sakabe Megumi afirmaba que, en el noh, la máscara y la cara real se comprenden como omote y hitamen, y lo que queda al exterior o el personaje y en el interior o la cara real (ura), son intercambiables.(*6)
El actor de noh Katō Shingo cuenta que, al colocarse la máscara, su campo visual se reduce y su capacidad de concentración aumenta, gracias a lo cual desaparece la vergüenza, lo que le permite interpretar lo que está pensando y dar rienda suelta al verdadero yo de su interior.
Después de la pandemia de la COVID-19, cuando la mayoría de las personas nos vimos obligadas a usar mascarilla, algunos jóvenes mostraban reticencia a dejar al descubierto su cara real, fenómeno que se señaló como un problema de dependencia de mascarilla. Katō asegura que los artistas tienen una larga historia usando las máscaras y que por eso saben que colocárselas les brinda libertad, por lo que comprende el sentimiento de esos jóvenes.(*7)
Teniendo esto en cuenta, las máscaras, en Japón, se pueden comprender como un medio para interiorizar y no tanto para mostrarlas a otros. Si invertimos la explicación: las máscaras permiten expresiones más abundantes ya que llevarlas puestas permite interiorizar y liberar las emociones. Tal como sucede en el teatro noh, al usar hábilmente la superposición entre el omote y el ura, los cantantes encubiertos pueden expresar su verdadero ser, es decir, su ura. Esta técnica también les permite evitar el escrutinio excesivo de otras personas para hacer al público concentrarse en la música y las actuaciones y, como consecuencia, en las expresiones que borbotean de su interior.
En una entrevista para el periódico británico The Guardian, Ado declaró: “En mis conciertos busco una expresión pura a través de mis canciones, la iluminación y mi silueta”(*8). Queda en evidencia que esto permite que los cantantes no tengan que limitarse a su apariencia externa para disfrutar de la expresión artística.
El éxito internacional de Ado y otros cantantes enmascarados es resultado de la semilla que sembró Behind the Mask de YMO. Tras medio siglo, creció y floreció. Al esconder el rostro tras una máscara surge la curiosidad de lo que hay behind the mask (“Detrás de la máscara”). Sería un gran hito que los cantantes japoneses lograsen transformar el estándar global por el que los artistas se ven obligados a mostrar su rostro.
(Traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Pixta.)
(*1) ^ Sociedad Japonesa de Semiótica (2024), Kamen no jidai – kokoro no arika wo saguru (La era de las máscaras: la búsqueda de la morada de la mente), Shin’yōsha, página 46.
(*2) ^ Sin embargo, en la corriente principal, en la actualidad, el omozukai (maestro titiritero), encargado de mover la cabeza y el brazo derecho de la marioneta, es el que muestra el rostro.
(*3) ^ El término vocaloid se refiere a la tecnología que sintetiza voces, con Hatsune Miku como el programa más representativo. Quienes cantan canciones compuestas con vocaloid y las publican en internet son conocidos en Japón como utaite o intérpretes.
(*4) ^ “Interview: Japanese singer Ado excited to hold concert in Manila”, Manila Bulletin, 28 de marzo de 2025.
(*5) ^ Yamamoto Tōjirō, Ado no bigaku (La estética de Ado), periódico Nihon Keizai Shinbun, edición matutina del 23 de abril de 2024.
(*6) ^ Sakabe Megumi (2019), Kamen no kaishaku gaku (Hermenéutica de la máscara), Tōkyō Daigaku Shuppankai, página 15.
(*7) ^ Sociedad Japonesa de Semiótica (2024), Kamen no jidai – kokoro no arika wo saguru (La era de las máscaras: la búsqueda de la morada de la mente), Shin’yōsha, páginas 31 y 35.
(*8) ^ “‘I express purely through my songs and silhouette’: Ado, the platinum-selling pop star with a secret identity”, The Guardian, 11 de marzo de 2024.