(Vídeo) La cascada de Garō, un riguroso paisaje invernal

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En los días más fríos del invierno, partes de la cascada de Garō quedan congeladas y forman un misterioso paisaje. Este enclave natural se encuentra dentro de un bosque virgen en las montañas de Shirakami.

Las montañas de Shirakami, entre las prefecturas de Akita y Aomori, son una extensión de bosques primitivos de hayas aún no mancillados por el desarrollo urbano. Junto con la isla de Yakushima, Shirakami se dio a conocer cuando fue inscrita en la lista del Patrimonio Natural de la Humanidad de Japón en diciembre de 1993.

La cascada de Garō se encuentra en Fujisato-machi, en el lado Akita de la cordillera, en un bosque virgen con la atmósfera de un profundo valle de montaña y tiene una caída de 12 metros. Este enclave atrae a muchos turistas y excursionistas en verano por el aire fresco y en otoño por el cambio de color del follaje, pero la tranquilidad del bosque en invierno también tiene un gran magnetismo. La cuenca de la cascada comienza a congelarse poco a poco desde los bordes y, en el periodo más riguroso de invierno, partes de la cascada se convierten en carámbanos. En febrero, cuando incluso hasta el aire parece congelarse, aparece un fantástico mundo nocturno, resaltando la cascada iluminada por una luz blanquiazul sobre el trasfondo monótono de árboles negros y la nevada blanca.

La cascada de Garō se encuentra al lado de la ruta Nishimeya Futatsui de la carretera prefectural 317. Hay un santuario consagrado a la deidad Fudō Myō-ō como protectora de la cascada, un aparcamiento y el parque Oyamizu en las inmediaciones. La cascada se puede ver desde la carretera prefectural, pero se recomienda acercarse a ella si el terreno no es demasiado malo para cruzarlo a pie.

Bajando por la carretera hacia el sur se encuentra el Centro de Conservación del Patrimonio Mundial Shirakami-Sanchi, Fujisatokan, del Ministerio de Medioambiente, y la instalación Shirakami Sanchi Mori no Eki, gestionada por la Cámara de Comercio e Industria de la ciudad de Fujisato, donde se puede aprender más sobre el Patrimonio de la Humanidad y comprar productos locales.

Sugae Masumi (1754-1829), un escritor de viajes del periodo Edo que paseó por toda Akita, se adentró en las montañas de Shirakami y visitó la cascada de Garō. Un monumento de piedra frente a la cascada lleva inscrito un poema waka que compuso en aquella ocasión:

Como copos de nieve o pétalos del cerezo
es esparcida la blanca espuma de la cascada
por el viento de montaña.

El waka transmite la impresión que le causó al escritor el rocío de la cascada de Garō esparcido por los vientos de Shirakami como los copos nieve en invierno y los pétalos de cerezo en primavera.

Vídeo: Akita Cable Television (CNA)
Texto: Nippon.com

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