(Video) Kioto, un paseo por la antigua capital en otoño

Naturaleza Turismo

Entre las vistas otoñales más impresionantes de Kioto están el templo Eikandō, famoso por sus arces; el santuario Kitano Tenmangū iluminado; el templo colorado Ninnaji, Patrimonio de la Humanidad o el templo Tōfukuji, donde se pueden ver los colores del otoño desde los puentes.

Templo Eikandō o Zenrinji (Eikandō-chō, Sakyō-ku, Kioto)

Las hojas rojas dan color al estanque en el que nadan las carpas nishikigoi. Este y el de la pagoda son dos paisajes representativos del Eikandō otoñal.
Las hojas rojas dan color al estanque en el que nadan las carpas nishikigoi. Este y el de la pagoda son dos paisajes representativos del Eikandō otoñal.

Es el templo principal de la escuela Seizan Zenrinji de la secta budista Jōdo y se le conoce como “Eikandō de los arces” desde su fundación en 853. Su nombre oficial es “templo Zenrinji”, pero es más conocido como Eikandō. El paisaje de las orillas del estanque bellamente coloreadas, en el centro del recinto del templo, y el de la pagoda en la colina detrás del pabellón de Shakadō, rodeada por el follaje otoñal, es un espectáculo muy popular.

Templo Ninnaji (Ōuchi, Omuro, Ukyō-ku, Kioto)

La pagoda de cinco pisos, designada como importante propiedad cultural nacional, rodeada por árboles de colores otoñales.
La pagoda de cinco pisos, designada como importante propiedad cultural nacional, rodeada por árboles de colores otoñales.

El templo Ninnaji, fundado por el emperador Uda en el años 888, está registrado por la UNESCO como Propiedad cultural de la antigua capital de Kioto en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. El templo se llama “Omurogosho” porque es el lugar donde vivió el emperador Uda después de hacerse monje, y donde miembros de la familia imperial continuaron sirviendo como el sacerdote principal. Omuro es especialmente famoso por sus cerezos en flor en primavera, pero los terrenos del templo también son hermosos en otoño, cuando el pabellón principal y la pagoda de cinco pisos se ven acompañados por el colorido de los arces.

Templo Nanzenji (Fukuchichō, Nanzenji, Sakyō-ku, Kioto)

Vista desde la puerta de Sanmon de Nanzenji. La leyenda dice que la conocida frase de kabuki atribuida a Ishikawa Goemon, el famoso samurái transformado en bandido, “¡Zekkei ka na, zekkei ka na!” (¡Qué vista tan magnifica!) se refería a este lugar.
Vista desde la puerta de Sanmon de Nanzenji. La leyenda dice que la conocida frase de kabuki atribuida a Ishikawa Goemon, el famoso samurái transformado en bandido, “¡Zekkei ka na, zekkei ka na!” (¡Qué vista tan magnifica!) se refería a este lugar.

Este fue el primer templo de zen establecido por petición imperial en Japón, fundado en 1291 por el emperador emérito Kameyama, y fue clasificado superior en rango a los cinco templos de Kioto y los otros tantos de Kamakura por Ashikaga Yoshimitsu, el tercer shogun del período Muromachi. Durante la temporada del follaje otoñal, se pueden ver desde lo alto de la puerta de Sanmon unos 300 arces coloreados.

Santuario de Kifune (Kibune-chō, Kurama, Sakyō-ku, Kioto)

Las hojas del otoño decoran con gracia el acceso al santuario principal donde se alinean los faroles de Kasuga.
Las hojas del otoño decoran con gracia el acceso al santuario principal donde se alinean los faroles de Kasuga.

Las linternas Kasuga, que se alinean en los escalones de piedra a lo largo del acceso al santuario principal, son muy populares entre los turistas. Es la sede central de los cerca de 450 santuarios Kifune que hay en Japón, conocidos por traer buena suerte en el matrimonio. Hay numerosos puntos paisajísticos con follaje otoñal a lo largo del río desde la estación Kibuneguchi del Ferrocarril Eléctrico de Eizan hasta el acceso al santuario principal. Entre ellos destacan las estampas del valle visto desde el área de descanso de Ryūsenkaku y el monte Kurama teñido con colores otoñales.

Vista del valle teñido por los colores otoñales desde Ryūsenkaku.
Vista del valle teñido por los colores otoñales desde Ryūsenkaku.

Genkōan (Kitatakagamine-chō, Takagamine, Kita-ku, Kioto)

A la izquierda está la “Ventana de la iluminación” y a la derecha la “Ventana de la confusión”.
A la izquierda está la “Ventana de la iluminación” y a la derecha la “Ventana de la confusión”.

Genkōan fue construido en 1346 como un lugar de retiro por Tettō Gikō, quien se hizo cargo del templo Daitokuji, de la secta Rinzai, después de unirse a la escuela del gran maestro conocido como Shūhō Myōchō. En su salón principal encontramos las famosas “Ventana de la Iluminación”, de forma redonda, y “Ventana de la confusión”, que es cuadrada. En otoño, las ventanas recortan el bello follaje otoñal del jardín.

Templo Tōfukuji (Honmachi, Higashiyama-ku, Kioto)

El follaje otoñal alrededor del puente Gaunkyō visto desde el mirador de otro puente, el Tsūtenkyō.
El follaje otoñal alrededor del puente Gaunkyō visto desde el mirador de otro puente, el Tsūtenkyō.

Este es uno de los templos más grandes de Japón. Fue construido en 1236 y es el templo principal de la escuela Tōfukuji perteneciente a la secta budista Rinzai. El templo es famoso por sus 2.000 arces cuyas hojas se tornan rojas en otoño y por sus espectaculares vistas del pintoresco valle de Sengyokukan desde los dos puentes Tsūtenkyō y Gaunkyō. 

Templo Jingoji (Takao-chō, Umegahata, Ukyō-ku, Kioto)

Los escalones de piedra que conducen al pabellón principal. El follaje otoñal invade los escalones de piedra.
Los escalones de piedra que conducen al pabellón principal. El follaje otoñal invade los escalones de piedra.

El Jingoji, donde Kūkai fue el primer abad principal, es el templo principal especial de la secta budista Kōyasan Shingon. El templo es famoso desde hace mucho tiempo por su follaje otoñal, y los árboles coloridos reciben a los visitantes desde el puente Takao sobre el río Kiyotaki, donde comienza el acceso al mismo. Todo el vasto recinto del templo está teñido de rojo y amarillo, y la vista desde el pabellón Jizōin hacia el Kinʼunkei e, otoño también tiene fama de ser espectacular.

Kitano Tenmangū (Bakuro-chō, Kamigyō-ku, Kioto)

El puente Uguisu pintado en bermellón sobre el río Kamiya rodeado por las hojas coloreadas de arce.
El puente Uguisu pintado en bermellón sobre el río Kamiya rodeado por las hojas coloreadas de arce.

El santuario de Kitano Tenmangū, famoso por sus ciruelos, es también un enclave conocido por su follaje otoñal. En la parte oeste del recinto del santuario, donde se queda parte del “Odoi”, un terraplén construido por Toyotomi Hideyoshi, se encuentra el Jardín del Arce que alberga unos 350 arces que cambian de color en otoño, los cuales son iluminados por la noche durante un tiempo limitado.

Fotografías y vídeo: Fujii Kazuyuki (96BOX)

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