Japón, en un momento crucial para contener el coronavirus

Salud

Analizamos cómo ha evolucionado la crisis del nuevo coronavirus y cuál es el panorama para Japón en adelante.

El estallido en Wuhan

Tan solo tres semanas después de que el Gobierno de China anunciara la detección de un nuevo coronavirus el 9 de enero, esta enfermedad se ha expandido por todo el país y más allá dejando 360 muertos y más de 17.000 personas infectadas en todo el mundo (a 3 de febrero).

Los coronavirus se transmiten entre las poblaciones de humanos y animales. Otros brotes anteriores como este han sido el del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), que comenzó en China en 2002, y el del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés), que se extendió desde Arabia Saudí en 2012 y provocó una epidemia en Corea del Sur en 2015. El SARS infectó a 8.000 personas y acabó con la vida de 774 en todo el mundo, mientras que el MERS infectó a 2.500 y mató a 858. Ahora que el número de personas infectadas con el coronavirus de Wuhan ha superado al de estos dos virus, la situación se está agravando cada día.

Con una población de 11 millones de personas, la expansión urbana de Wuhan acoge a una población superior a la del centro de Tokio. Se cree que la enfermedad comenzó en un mercado mayorista de pescado y mariscos en el que también se vendían animales vivos. El mercado fue clausurado, y para evitar que la enfermedad se expandiese más, el Gobierno chino cerró el transporte en Wuhan y sus áreas aledañas, imponiendo un bloqueo en la ciudad. No obstante, casi la mitad de la población de la ciudad abandonó el lugar durante una de las principales fiestas relacionadas con el Año Nuevo chino el 24 de enero. Muchas de estas personas viajaron por China, a Japón y a otros países, por lo que el número de infectados creció de forma constante.

Primera infección de persona a persona en Japón

Los mercados de valores se han hundido en todo el mundo a medida que la enfermedad afecta también a la economía global. Además de tomar medidas de seguridad inmediatas debido al virus, Japón también se ve presionado a controlar el problema antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio que se celebran el próximo verano. El país anfitrión, que tiene como objetivo recibir a 40 millones de visitantes internacionales este año, querrá controlar la infección antes del comienzo de los Juegos en julio.

El 28 de enero en Japón, un conductor de autobús que transportaba a turistas de Wuhan fue diagnosticado como portador del coronavirus, y al día siguiente se confirmó que la guía que iba en el mismo autobús también sufría una neumonía causada por el coronavirus. No había registros de que el conductor hubiera visitado China, por lo que este fue el primer caso de coronavirus transmitido entre personas en Japón.

Del 29 al 31 de enero los ciudadanos japoneses residentes en Wuhan fueron trasladados de vuelta a Japón en aviones fletados por el Gobierno. Algunos de los que viajaron en estos aviones fueron diagnosticados como portadores del coronavirus.

Varios ciudadanos japoneses trasladados de vuelta desde Wuhan hablan con la prensa en el aeropuerto de Haneda el 29 de enero de 2020. (© Jiji)
Varios ciudadanos japoneses trasladados de vuelta desde Wuhan hablan con la prensa en el aeropuerto de Haneda el 29 de enero de 2020. (© Jiji)

Predicciones difíciles de realizar

El profesor Iwata Kentarō, del departamento de enfermedades infecciosas del Hospital de la Universidad de Kobe, es un especialista con experiencia en una clínica de Pekín. “Este es un momento crucial en el que se decidirá si la infección continuará extendiéndose o será contenida”, asegura.

El profesor señala que si la infección de las personas que entran en el país y de aquellos que les rodean es contenida se podrá prevenir una epidemia. “Pero si el número de pacientes continúa aumentando hasta las decenas o las centenas, sus comunidades se convertirán en lo que Wuhan es ahora mismo”, explica. La labor perentoria es prevenir un aumento en el número de personas infectadas.

El profesor Iwata Kentarō del Hospital de la Universidad de Kobe. (Por cortesía del Hospital de la Universidad de Kobe)
El profesor Iwata Kentarō del Hospital de la Universidad de Kobe. (Por cortesía del Hospital de la Universidad de Kobe)

En una reunión de representantes de los ministerios y las agencias del Gobierno, alguien sugirió poner en cuarentena a todos los retornados de Wuhan durante un periodo de tiempo concreto. No obstante, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar afirmó que sería ilegal forzar a alguien a permanecer en cuarentena si no presenta síntomas, lo que supondría un problema que atañe a los derechos humanos. El ministerio pidió a los retornados que no presentaban síntomas que midiesen su temperatura corporal cada día y se abstuviesen de abandonar sus casas durante dos semanas para asegurar que se encontraban en buenas condiciones más allá del período de incubación del virus.

El profesor Iwata explica que “El período de observación de 14 días marcado por el Gobierno japonés es, en líneas generales, bueno. La gente debe actuar con normalidad con los retornados”. Asimismo, insiste en que no es necesario tomar medidas o precauciones especiales.

En cuanto a la cuestión de si la infección puede ser controlada en Japón antes del verano, Iwata afirma que “Es difícil hacer predicciones. La epidemia del SARS llegó a su fin, pero el virus de la gripe A de 2009 todavía está presente aunque haya pasado más de una década”. Mientras que aún existen muchos factores que se desconocen, los especialistas no pueden hablar con certeza sobre el coronavirus de Wuhan, y deben centrarse en reunir más información.

Hay que evitar preocuparse de forma desproporcionada

El profesor Iwata se encontraba en Pekín cuando el SARS estaba en su punto álgido en 2003. “Todos los pacientes con fiebre tenían potencialmente el SARS, por lo que sufrían un enorme estrés cuando les examinaba. Pero a pesar de que hubo miles de personas infectadas con esta enfermedad, la vida diaria de la ciudad siguió siendo la misma. China es un país enorme y Pekín es una gran ciudad”, recuerda.

Iwata ofrece el siguiente consejo para prevenir la infección: “Es un consejo extremadamente simple y obvio. Se debe dormir y descansar suficientemente, evitar la sobrecarga de trabajo y el estrés excesivo y comer alimentos nutricionalmente equilibrados”. Conservar unas buenas condiciones higiénicas lavándose las manos con jabón, haciendo gárgaras y evitando tocarse la boca y la nariz son también medidas fundamentales, al igual que con otras enfermedades que se transmiten por el aire.

Por el momento, no se ha desarrollado ninguna medicina para hacer frente al virus, pero uno no puede infectarse solo con cruzarse con una persona portadora del virus por la calle. La infección requiere de contacto prolongado, por lo que el profesor Iwata afirma que “Es importante no preocuparse de forma desproporcionada y mantener un estilo de vida saludable”.

(Fotografía del encabezado: un paciente que podría estar infectado con el nuevo coronavirus es trasladado a una ambulancia en Wuhan, China, el 30 de enero de 2020. © Hector Retamal, AFP, Aflo.)

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