La nueva prioridad del Covid-19 en Japón: cómo tratar a los pacientes de gravedad

Salud

Ante la difusión por Japón del nuevo coronavirus (Covid-19), el 16 de febrero el Gobierno convocó a su panel de expertos en contagios e hizo público que tomará una serie de medidas para evitar que el mal se propague sin control. Con estas medidas el Gobierno tratará de prestar la atención médica más adecuada a los enfermos que muestran síntomas graves, evitando así nuevas muertes.

Rutas de contagio desconocidas

Casos en las prefecturas de Kanagawa, Tokio, Wakayama, Aichi…, el avance del nuevo coronavirus por territorio japonés no se detiene. El día 13 de febrero se registró, además, la primera muerte por esta causa en Japón, la de una octogenaria residente en Kanagawa.

A las 10:30 de la mañana del día 18 de febrero, eran en total 616 los casos de Covid-19 detectados en el país: 52 de residentes, 13 retornados de China en vuelos chárter y 542 de pasajeros del crucero Diamond Princess. En China, a esa misma fecha, se contabilizaban 72.436 infectados y 1.868 muertos.

Entre los últimos casos surgidos en Japón, hay algunos que no permiten dilucidar la ruta de contagio. Un médico de Wakayama que comenzó a mostrar síntomas el día 13 no había viajado a China y tampoco se ha confirmado que entre los pacientes que ha reconocido o atendido haya contagiados del coronavirus. Se detectaron primero casos entre colegas con quienes había tenido contacto y entre los familiares y allegados de personas ingresadas en el hospital. Luego, entre personas que no habían estado últimamente en ese centro sanitario. En total, son 12 los infectados en esta prefectura.

Kunishima Hiroyuki, director del Centro de Infecciones de la Escuela Universitaria de Medicina St. Marianna, quien imparte también un curso sobre este tipo de enfermedades en dicha universidad, señala que, aunque en pequeño número, tenemos en Japón casos de contagios ocurridos en el propio país, es decir, no debidos al contacto con retornados desde China. Pero añade que este hecho entraba dentro de sus pronósticos.

El contagio, en su etapa inicial

En el panel de expertos organizado por el Gobierno había, el 16 de febrero, unanimidad en cuanto a que nos encontrábamos en la “etapa inicial del contagio dentro del territorio nacional”, en la que comienzan a aparecer los primeros casos de este tipo. Según el parecer de los miembros del consejo, todavía es pronto para que el Gobierno declare oficialmente la epidemia.

¿En qué aspecto habrán de centrarse los esfuerzos a partir de ahora? El profesor Kunishima llama a priorizar la correcta atención médica a los pacientes de gravedad. Los pacientes del nuevo coronavirus que desarrollan neumonía muestran muchas veces síntomas como fiebre, dolor de garganta, tos, sensación de fatiga, etc., pero en el 80 % de los casos los síntomas son leves. En todo caso, como se ha visto en la ciudad china foco de la infección, Wuhan, si se permite que estos síntomas se agraven la enfermedad mostrará su cara más agresiva y causará un gran número de muertes.

Según los analistas de la Organización Mundial de la Salud y otros organismos, cerca de un 20 % de los pacientes del Covid-19 acaban mostrando síntomas graves. “Debemos localizar rápidamente a los pacientes más graves, que pueden necesitar un respirador artificial u otros aparatos, y conseguir que reciban el tratamiento que necesiten”, dice Kunishima.

“Últimamente”, continúa el experto, “entre los pacientes externos hay algunos que se acercan a los hospitales sin mostrar ningún síntoma, simplemente porque les preocupa la situación, y esto puede contribuir a la saturación de estos centros. Así lo único que se consigue es aumentar el riesgo de contagio. Si los hospitales quedan saturados, se producen retrasos en la atención a los pacientes que muestran síntomas y que realmente necesitan tratamiento”.

Las personas que más riesgos afrontan si sus síntomas se agravan son los ancianos, los diabéticos y quienes sufren insuficiencia cardiaca. Hay que estar especialmente prevenidos ante la posibilidad de infecciones en las residencias de ancianos y otros centros similares.

Restricciones autoimpuestas en respuesta a la incertidumbre

La preocupación que causa la expansión de la enfermedad está llevando a diversas autorrestricciones. La recepción al público en general con motivo del cumpleaños del Emperador que estaba prevista para el 23 de febrero fue suspendida. Los cerca de 38.000 aficionados que se habían inscrito en el Maratón de Tokio del 1 de marzo tampoco podrán ver realizado su sueño. Siendo prueba puntuable para los Juegos Olímpicos Tokio 2020, los organizadores han decidido restringir drásticamente la participación y permitir tomar la salida solamente a los corredores de élite que habían recibido invitación. Entre los eventos que tampoco se realizarán está un multitudinario concierto con un coro de 5.000 personas que debía interpretar la Novena Sinfonía de Beethoven en el Kokugikan de Ryōgoku (Tokio).

Por el contrario, parece que podrá darse comienzo, el día 20 de marzo, a la liga profesional de béisbol, incluyendo los partidos que iban a celebrarse en estadios cubiertos. Ese mismo mes, el día 26, llegará a Japón y comenzará su recorrido por el país la antorcha olímpica. De cara a los juegos olímpicos y paralímpicos del verano, en Japón empieza ahora una dura carrera contrarreloj para evitar que la infección siga propagándose.

Fotografía del encabezado: usuarios del aeropuerto de Haneda (Tokio) protegidos con mascarillas para evitar infecciones esperan su vuelo el 27 de febrero de 2020. (Fotografía: Jiji Press)

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