Un escultor japonés culminará una de las tallas de la Virgen María más grandes del mundo tras 40 años de trabajo

Arte Historia Turismo

En la ciudad de Minamishimabara de la prefectura de Nagasaki, el escultor de 88 años Oyamatsu Eiji está a punto de finalizar una de las imágenes de la Virgen María talladas en madera más grandes del mundo en memoria de las víctimas cristianas de la Rebelión de Shimabara.

El escultor japonés Oyamatsu Eiji está a punto de culminar tras 40 años de trabajo una estatua de madera que ha bautizado como “Estatua de santa María Guanyin del castillo de Hara” y que mide unos 10 metros de altura. La imagen ha sido construida en el estilo azekura-zukuri, apilando árboles de alcanforero de entre 200 y 300 años de antigüedad.

La Rebelión de Shimabara (también conocida como Insurrección de Shimabara-Amakusa), fue una de las mayores revueltas de la historia de Japón. Tuvo lugar en el sur de la península de Shimabara desde octubre de 1637 hasta febrero del año siguiente. Además de ser una revuelta campesina contra la excesiva recaudación anual de tributos por parte del clan Matsukura, el señor del feudo de Shimabara en aquella época, también tuvo una faceta de revuelta cristiana. Varios cristianos que se levantaron contra la opresión cristiana del shogunato de Edo perdieron allí la vida.

El castillo de Hara fue la última fortaleza en la que los lugareños se refugiaron y lucharon en un asedio junto al cristiano Amakusa Shirō, de 16 años, que ejercía como comandante en jefe. Se cree que alrededor de 37.000 personas murieron en el lugar entre víctimas que se unieron la revuelta y miembros del shogunato.

Tras la rebelión, el shogunato destruyó por completo los muros de piedra y otras estructuras que quedaban en el lugar del castillo original. Las excavaciones, que comenzaron en 1990, sacaron a la luz grandes cantidades de huesos humanos, así como crucifijos, medallas y rosarios enterrados entre las ruinas del castillo.

El sitio del Patrimonio Mundial “Ruinas del castillo de Hará” visto desde la colina donde se encuentra la estatua mariana. Está a unos 6 minutos por carretera.
El sitio del Patrimonio Mundial “Ruinas del castillo de Hará” visto desde la colina donde se encuentra la estatua mariana. Está a unos 6 minutos por carretera.

Oyamatsu, que es católico, nació en 1934 en la ciudad de Sado de la prefectura de Niigata (anteriormente ciudad de Ryōtsu), aunque él vive y trabaja en la ciudad de Fujisawa, en la prefectura de Kanagawa. Es miembro de la Exposición de Artes de Japón y ganó el Premio del Primer Ministro, el galardón más prestigioso del país, en 2011. En 1981, cuando el Papa Juan Pablo II visitó Japón por primera vez, hizo una pequeña estatua tallada en madera de la Virgen María Guanyin y se la dedicó. También decidió crear una estatua gigante de la Virgen María con su propio dinero, con el deseo de rendir homenaje a las víctimas de la Rebelión de Shimabara.

El plan era originalmente donarla a la ciudad de Minamishimabara, pero en 2015 el plan fue abandonado después de que los ciudadanos y otras personas dijeran que violaba la separación entre las religiones y el Estado. Posteriormente, ciudadanos voluntarios crearon la Asociación de Ciudadanos del Patrimonio Mundial de Minamishimabara para aceptar donaciones privadas y pusieron en marcha una iniciativa de micromecenazgo además de las donaciones generales para construir una instalación que albergara la estatua de la Virgen María. En julio de este año, la estatua desmontada de la Virgen María fue trasladada desde el taller de Oyamatsu en la ciudad de Fujisawa.

“Como escultor, he rezado para que Dios me dé una labor a la que pudiera consagrar mi vida. He seguido sosteniendo el cincel y el mazo incluso cuando no había dinero y nadie me miraba”. La bendición del Papa Juan Pablo II resultó un gran estímulo para el escultor. “Quiero hacer una estatua conmemorativa que sirva de consuelo a las víctimas de la Rebelión de Shimabara, y tengo el firme deseo de salvar sus almas abandonadas”, dice Oyamatsu. Actualmente se están dando los últimos retoques para su finalización a finales de octubre o principios de noviembre.

La Asociación de Ciudadanos del Patrimonio Mundial de Minamishimabara tiene la intención de utilizar el pabellón que alberga la estatua de la Virgen como base para la planificación urbana que aprovecha el sitio del Patrimonio Mundial y como lugar de interacción entre los residentes locales y los turistas. “Nuestro objetivo es crear un lugar que esté siempre lleno de sonrisas, vender productos locales y celebrar eventos artísticos y musicales. Queremos que sea un símbolo de nuestra ciudad natal del que los niños de la ciudad de Minamishimabara puedan estar orgullosos”, nos dijo la Asociación.

Todas las partes de la estatua de la Virgen se transportan desde el taller de Oyamatsu en la ciudad de Fujisawa para ser ensambladas en el pabellón y más tarde coloreadas.
Todas las partes de la estatua de la Virgen se transportan desde el taller de Oyamatsu en la ciudad de Fujisawa para ser ensambladas en el pabellón y más tarde coloreadas.

El creador de la estatua de la Virgen, Oyamatsu Eiji (derecha) e Ishikawa Yoshinori, director representante de la Asociación de Ciudadanos del Patrimonio Mundial de Minamishimabara.
El creador de la estatua de la Virgen, Oyamatsu Eiji (derecha) e Ishikawa Yoshinori, director representante de la Asociación de Ciudadanos del Patrimonio Mundial de Minamishimabara.

La Asociación de Ciudadanos del Patrimonio Mundial de Minamishimabara está llevando a cabo una campaña de micromecenazgo en CAMP-FIRE hasta el 2 de octubre.

Fotografía del encabezado: Oyamatsu Eiji, con un cincel y un mazo en la mano, trabaja sin descanso en la estatua de la Virgen María (todas las fotos son cortesía de la Asociación de Ciudadanos del Patrimonio Mundial de Minamishimabara).

Reportaje: Departamento Editorial de nippon.com

(Traducido al español del original en japonés.)

arte religión Nagasaki cristianismo Madera