Así planea Japón verter el agua contaminada de Fukushima en el océano

Sociedad Política

Por Aaron Sheldrick

TOKIO (Reuters) – Japón anunció el martes que planea verter en el océano más de un millón de toneladas de agua radiactiva de la accidentada central nuclear de Fukushima. La empresa que gestiona la central, Tokyo Electric Power Company Holdings Inc. (TEPCO), comenzará a liberar el agua dentro de alrededor de dos años después de tratarla en un proceso que tardará décadas en completarse.

AGUA CONTAMINADA

TEPCO ha tenido problemas con la acumulación de agua contaminada desde que logró tener bajo control tres de los reactores de la central después del terremoto y tsunami de 2011 que interrumpieron el suministro eléctrico y la refrigeración en el sitio.

La empresa ha utilizado un sistema provisional de bombeo y tuberías para inyectar agua en las vasijas de los reactores y mantener enfriadas las barras de combustible de uranio fundidas.

El agua queda contaminada al entrar en contacto con el combustible antes de filtrarse a los sótanos y túneles, donde se mezcla con agua del subsuelo que fluye bajo la central desde las colinas cercanas. La combinación da como resultado un exceso de agua contaminada que es bombeada y tratada antes de ser almacenada en enormes depósitos que ocupan buena parte de las instalaciones.

Estos depósitos contienen hoy unas 1,3 millones de toneladas de agua radiactiva, suficiente para llenar alrededor de 500 piscinas olímpicas.

Entre los esfuerzos para afrontar este problema se ha construido un “muro de hielo” alrededor de los reactores dañados y pozos para extraer el agua del subsuelo antes de que llegue a los reactores. Estas medidas han ralentizado, aunque no detenido, la acumulación de agua contaminada.

A lo largo de los años TEPCO también ha luchado contra las filtraciones, vertidos incontrolados, averías en el equipamiento y brechas en la seguridad, lo que ha obstaculizado los esfuerzos de limpieza que se espera que se extiendan durante décadas.

En 2018, TEPCO admitió que no había filtrado todos los materiales peligrosos del agua, a pesar de afirmar durante años que habían sido eliminados.

VERTIDO DEL AGUA

TEPCO planea filtrar el agua contaminada de nuevo para eliminar isótopos, dejando solo el tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno que es difícil de separar del agua. La empresa diluirá a continuación el agua hasta que los niveles de tritio estén por debajo de lo permitido antes de bombearla directamente al océano desde la costa.

El agua con tritio suele ser vertida desde las centrales nucleares de todo el mundo y la liberación de agua de Fukushima en el océano cuenta con el apoyo de las autoridades regulatorias.

Se considera que el tritio es relativamente inofensivo porque no emite suficiente energía para penetrar en la piel humana. No obstante, un artículo publicado en la revista Scientific American en 2014 señala que cuando es ingerido puede aumentar el riesgo de cáncer.

El primer vertido no se espera hasta dentro de dos años, un tiempo que TEPCO utilizará para empezar a filtrar el agua, construir infraestructuras y adquirir la autorización regulatoria.

Hasta entonces continuará la acumulación de agua contaminada, cuyo coste anual por su almacenamiento alcanza unos 100 mil millones de yenes (912,66 millones de dólares).

Una vez comience, el vertido de agua tardará décadas en ser completado, con el proceso de filtrado y dilución cíclico, junto al desmantelamiento planeado de la central.

REACCIONES AL VERTIDO EN EL OCÉANO

TEPCO se está involucrando con las comunidades pesqueras y sus accionistas y está promoviendo los productos de la agricultura, pesca y silvicultura en las tiendas y los restaurantes para reducir el daño a la reputación del género producido en la zona.

No obstante, grupos ecologístas, entre ellos Greenpeace, afirman que el Gobierno debe construir más depósitos para contener el agua fuera de la central en lugar de elegir la opción más barata que sería su vertido en el océano. Muchas personas han puesto en duda el plan de TEPCO ya que existe un alto nivel de desconfianza hacia la empresa.

Las cooperativas pesqueras de Fukushima han instado al Gobierno durante años a no verter el agua alegando que esto podría afectar a los esfuerzos para restaurar la reputación dañada de sus productos del mar.

En octubre, el líder de las cooperativas pesqueras de Japón dijo que liberar el agua tendría un “impacto catastrófico” en la industria.

Los países vecinos también han manifestado su preocupación. Un portavoz del Ministerio del Exterior de Corea del Sur, que mantiene una serie de restricciones sobre los productos japoneses, expresó su “profunda inquietud ante la posibilidad de que la decisión tenga un impacto directo e indirecto en la seguridad de la población y el entorno cercano”.

Los consejos municipales de Busan y Ulsan, dos ciudades surcoreanas cercanas al mar, han pedido que el plan de vertido del agua sea retirado.

En China, un portavoz del Ministerio del Exterior instó en octubre a Japón a actuar con un “alto sentido de la responsabilidad hacia su propia gente, sus naciones vecinas y la comunidad internacional”.

(1 dólar estadounidense = 109,5700 yenes)

(Reportaje de Aaron Sheldrick, información adicional de Obayashi Yuka en Tokio, Shin Hyonhee en Seúl y Gao Liangping en Pekín; Editado por Raju Gopalakrishnan y Jane Wardell. Traducido al español por nippon.com)

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