El Banco de Japón, a contracorriente: no subirá tipos y recortará perspectivas de precios

FOTO DE ARCHIVO: Un hombre frente a la sede del Banco de Japón en Tokio, Japón, 22 de mayo de 2020. REUTERS/Kim Kyung-Hoon
FOTO DE ARCHIVO: Un hombre frente a la sede del Banco de Japón en Tokio, Japón, 22 de mayo de 2020. REUTERS/Kim Kyung-Hoon

Por Leika Kihara

TOKIO, 26 oct (Reuters) - El Banco de Japón mantendrá el jueves su masivo programa de estímulos y recortará la previsión de inflación para este año, en una señal de que no tiene intención de seguir a otros bancos centrales que buscan retirar las políticas monetarias de apoyo introducidas por la crisis del coronavirus.

Mientras que el aumento de los precios de las materias primas ha llevado la inflación al por mayor de Japón a su nivel más alto de los últimos 13 años, la inflación al consumidor está estancada en torno a cero, ya que la debilidad del gasto interno impide que las empresas repercutan el aumento de los costes en los hogares.

Una inflación anémica y la aún frágil recuperación de Japón darán a su banco central razones suficientes para mantener su objetivo de tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y el de los rendimientos de los bonos a 10 años en torno al 0%, en su reunión de política monetaria de dos días que finaliza el jueves.

En sus nuevas proyecciones trimestrales, el Banco de Japón reducirá las estimaciones de crecimiento e inflación del país para este año, pero mantendrá su previsión de una recuperación moderada, según declararon fuentes a Reuters.

"A nivel mundial, los bancos centrales están cambiando de postura para responder al aumento de la inflación con subidas de tipos. Pero es difícil ver que el Banco de Japón se vuelva agresivo", en parte porque la inflación impulsada por los costes por sí sola no impulsará la inflación hasta su objetivo del 2%, dijo Hiroshi Ugai, economista jefe para Japón de JPMorgan Securities.

Los mercados se centrarán en si el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, lanzará alguna advertencia contra la reciente debilidad del yen, que impulsa las exportaciones pero eleva los ya elevados costes de importación para los minoristas que aún se resienten de la pandemia.

El dólar ha rondado los 113,50 yenes después de haber alcanzado un máximo de cuatro años de 114,585 yenes el 20 de octubre, lo que ha llevado al Gobierno nipón a pedir movimientos "estables" de la moneda.

El dólar/yen sigue estando por debajo del nivel de 125, que los analistas consideran la línea de flotación de Kuroda. Pero el tipo de cambio efectivo real del yen ha caído aproximadamente un 4,7% este año, hasta 70,4 en septiembre, según datos del BIS, lo que pone de manifiesto la disminución del poder adquisitivo de Japón.

Con las exportaciones y la producción afectadas por la escasez de piezas y las limitaciones de la oferta, los responsables de política monetaria esperan que el levantamiento del estado de emergencia el 30 de septiembre impulse a los hogares a aumentar el gasto y ayude a lograr una recuperación económica sostenida.

"Mi esperanza es que Japón vea materializarse gradualmente la demanda reprimida hacia finales de este año o principios del próximo", declaró Asahi Noguchi, miembro del consejo del Banco de Japón, en una reciente reunión informativa.

(Reportaje de Leika Kihara; edición de Sam Holmes; traducción de Darío Fernández)

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