Pese a la amenaza de la guerra, los bancos centrales se centran en la inflación

Por Howard Schneider, Balazs Koranyi y Leika Kihara

11 mar (Reuters) - El ataque ruso a Ucrania puede ralentizar el crecimiento mundial y plantear nuevos riesgos económicos, pero los principales bancos centrales mantienen su atención centrada en la lucha contra una inflación que parece que va a intensificarse.

Aunque Europa puede ser la más vulnerable a una crisis económica más amplia derivada de la guerra, el Banco Central Europeo dejó claro el jueves que la región no puede dar la espalda a la creciente inflación en la zona euro.

Calificando la guerra de "momento decisivo" que podría frenar el crecimiento pero impulsar la inflación, el BCE decidió dejar de inyectar dinero en los mercados este verano, despejando el camino para posibles subidas de los tipos de interés más adelante este año.

"Se puede cortar la inflación como se quiera, y si se mira cualquier medida subyacente, está por encima del objetivo y está subiendo. Tenemos un objetivo del 2% y lo estamos incumpliendo", dijo un responsable de la política monetaria del BCE, que pidió no ser nombrado.

En otros países occidentales, incluido Estados Unidos, se está produciendo una situación similar, ante la cual las autoridades sopesan los posibles daños de la guerra en sus economías y el persistente aumento de la inflación.

Se espera que el crecimiento se mantenga por encima de la tendencia en las principales economías, lo que permite a los bancos centrales centrarse en una inflación que va mucho más rápido que su referencia común del 2%.

El Banco de Canadá subió los tipos de interés a principios de este mes.

Se espera que el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal lo hagan la próxima semana. La previsión es que cada uno de ellos siga con más subidas en los próximos meses.

Incluso los responsables de la política fiscal -más sensibles a la evolución económica y a menudo defensores de las políticas monetarias más relajadas de los bancos centrales- son muy conscientes del poder corrosivo de los aumentos desmesurados de los precios.

La inflación "es una gran preocupación", dijo el jueves la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen. "Golpea duramente a los estadounidenses. Hace que se preocupen por cuestiones básicas de su bolsillo".

Con la inflación de los consumidores estadounidenses alcanzando un máximo anual de 40 años, los inversores esperan ahora que la Fed eleve su tipo de interés de referencia a un nivel entre el 1,75% y el 2% para finales de año, un cuarto de punto más de lo que esperaban la semana pasada. 

LAS PERSPECTIVAS DE ASIA SON MÁS OSCURAS

La excepción entre los principales bancos centrales es el Banco de Japón, que se espera que mantenga una política monetaria ultralaxa para apoyar una recuperación todavía frágil, incluso cuando el aumento de los costes de la energía empuje la inflación hacia su objetivo del 2%.

"Si los precios del crudo y de las materias primas hacen subir la inflación mientras el crecimiento de los salarios sigue siendo lento, eso afectaría a los ingresos reales de los hogares y a los beneficios de las empresas, y perjudicaría a la economía", dijo el martes el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda.

La senda de la política monetaria está menos clara en Asia, donde muchas economías han ido a la zaga de sus homólogas occidentales en la eliminación de las duras restricciones de la pandemia de COVID-19.

Para algunos bancos centrales de la región, como los de Nueva Zelanda, Corea del Sur y Singapur, la profunda preocupación por los precios y la inflación importada ya ha puesto en marcha el endurecimiento de las política monetarias.

El viernes, el máximo responsable del banco central de Australia advirtió a los solicitantes de préstamos que sería prudente prepararse para una subida de los tipos este año, ya que la inflación va a aumentar.

Para la mayoría de los demás países de la región, la necesidad de mantener una frágil recuperación probablemente complique las deliberaciones.

Es poco probable que el banco central de Tailandia suba tipos de interés a corto plazo, a pesar de que la inflación ha alcanzado su nivel más alto de los últimos 13 años, ya que los efectos de la guerra sobre el turismo y el comercio están afectando al crecimiento.

(Informes de Howard Schneider en Washington, Balazs Koranyi en Fráncfort y Leika Kihara en Tokio; edición de Dan Burns, Lisa Shumaker y Raju Gopalakrishnan; traducción de Darío Fernáncez)

FOTO DE ARCHIVO: El distrito financiero Canary Wharf de Londres, Reino Unido, 7 de diciembre de 2018. REUTERS/Simon Dawson
FOTO DE ARCHIVO: El distrito financiero Canary Wharf de Londres, Reino Unido, 7 de diciembre de 2018. REUTERS/Simon Dawson

FOTO DE ARCHIVO: Las oficinas de la sede de Societe Generale en el distrito financiero y de negocios de La Defense, cerca de París, Francia, 4 de febrero de 2020. REUTERS/Benoit Tessier
FOTO DE ARCHIVO: Las oficinas de la sede de Societe Generale en el distrito financiero y de negocios de La Defense, cerca de París, Francia, 4 de febrero de 2020. REUTERS/Benoit Tessier

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