Absuelven a los tres exdirectivos de TEPCO acusados de negligencia por el accidente de la central nuclear de Fukushima

Sociedad

En un juicio celebrado en el Tribunal del Distrito de Tokio, el expresidente de la junta directiva de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) Katsumata Tsunehisa, de 73 años, y los exvicepresidentes Takekuro Ichirō (73 años) y Mutō Sakae (69 años), fueron absueltos de la acusación de negligencia profesional con resultado de muerte o lesiones por el accidente ocurrido en la central nuclear de Fukushima Daiichi en marzo de 2011. El veredicto fue anunciado el jueves por el juez Nagafuchi Ken'ichi. El abogado designado para desempeñar la labor de la fiscalía pedía 5 años de cárcel para los tres acusados.

La principal cuestión por resolver en este juicio era si el enorme tsunami ocurrido tras el Gran Terremoto del Este de Japón de marzo de 2011 podría haberse previsto. Tomando como referencia la evaluación a largo plazo sobre la actividad sísmica realizada por el Gobierno, en 2008 TEPCO calculó que un tsunami de 15,7 metros de altura podría llegar a la central de Fukushima Daiichi. Durante el juicio, otra de las principales cuestiones fue la interpretación del nivel de credibilidad de la evaluación a largo plazo y la probabilidad de evitar el accidente.

Tanto el abogado de la acusación como el abogado de la defensa reconocieron que en marzo de 2008 una empresa subsidiaria de TEPCO calculó, basándose en la evaluación a largo plazo, que un tsunami de hasta 15,7 metros podría afectar a la parte sur de la central nuclear, que se encuentra situada a una altura de 10 metros sobre el nivel del mar. En junio de ese mismo año fue informado de este resultado el que a la sazón era vicegerente de la División de Energía Nuclear y Localización, el exvicepresidente Mutō Sakae, quien recibió el mismo informe nuevamente un mes después, tras lo que decidió pedir a sus subalternos que “realizaran más pesquisas”.

Durante una reunión de la comisión ejecutiva de TEPCO celebrada en febrero de 2009, el expresidente de la junta directiva Katsumata Tsunehisa escuchó en boca de un ejecutivo, que ya falleció, que había personas que aseguraban que “podría producirse un tsunami de hasta 14 metros”. Esto motivó que entre abril o mayo de ese mismo año Takekuro Ichirō, que ese año ocupaba el puesto de gerente de la División de Energía Nuclear y Localización, recibiera de dicho ejecutivo una explicación sobre la posibilidad de la llegada de un tsunami de grandes dimensiones.

El abogado de la acusación argumentó que “los tres acusados tenían la obligación de haber reunido por su cuenta suficiente información y haber tomado medidas de seguridad una vez conocida la posibilidad de que se produjese un tsunami de dimensiones superiores a la altura del terreno”. Asimismo, criticó al exvicepresidente Mutō por “no haber tomado ninguna medida a pesar de que se había previsto la llegada de un gran tsunami, dejando el problema para después bajo el pretexto de continuar las investigaciones”.

El abogado de la defensa rebatió a la acusación alegando que “la evaluación a largo plazo del Gobierno resultó no ser de confianza, y las previsiones sobre la llegada de un tsunami no eran más que cálculos aproximados. Por ello, no se trató de un retraso en la toma de medidas, sino de la imposibilidad de tomar una decisión al respecto”, y concluyó que “aunque se hubiesen tomado medidas, no habría podido evitarse el accidente”.

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