Preservar las notas de suicidio de los pilotos kamikazes de la Segunda Guerra Mundial, una tarea complicada

Sociedad

Tokio, 15 de agosto (Jiji Press)—La conservación de las notas dejadas por los soldados del hoy extinto ejército imperial japonés antes de sus misiones de ataque suicida se presenta como una tarea complicada ahora que se cumplen 78 años de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial.

Con el paso de los años el papel se ha deteriorado y el color de la tinta ha cambiado. “Este es un material valioso que cuenta la realidad de la guerra, por lo que queremos transmitirlo a las generaciones futuras”, dijo un responsable de un museo que gestiona dichas cartas.

“Madre, no tengo nada que decirte. Reiré y me marcharé a cumplir con mi último y primer acto de piedad filial”, escribió un piloto en una nota antes de su ataque suicida.

Este es uno de los 5.000 artículos, entre ellos notas y diarios que expresan gratitud hacia la familia, que se conservan en el Museo de la Paz de Chiran en Minamikyūshū, en la prefectura de Kagoshima. El distrito de Chiran albergó una base del ejército imperial para los pilotos kamikazes.

El papel pierde su color con el tiempo y se vuelve más vulnerable a rasgaduras y daños debido a sus arrugas. En el momento de su donación algunos artículos ya estaban en muy malas condiciones debido al efecto del sol y a los daños provocados por insectos.

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