Las víctimas de la Iglesia de la Unificación expresan su alegría por la orden de disolución del grupo religioso

Sociedad

Kōchi/Tokio, 25 de marzo (Jiji Press)—Las víctimas de las demandas de cuantiosas donaciones por parte de la Iglesia de la Unificación expresaron el martes su alegría por la orden de disolución del grupo religioso que el Tribunal de Distrito de Tokio emitió ese mismo día.

Una mujer en la treintena contó que tanto su padre, aún creyente, como su madre, una excreyente, han donado al menos decenas de millones de yenes a la Iglesia de la Unificación. “No era una organización que debiera haber recibido beneficios fiscales como corporación religiosa. Me alegro de la orden de disolución”, comentó.

La mujer añadió que los bienes de la Iglesia de la Unificación deben ser preservados para su uso a la hora de cubrir las compensaciones. “Espero que los ciudadanos sigan vigilando al grupo religioso y consideren que es un asunto que les puede afectar, para que no se repitan los daños”, dijo.

Un hombre en la sesentena cuya mujer es excreyente del grupo calificó la orden de disolución de “hito”, y comentó: “Espero que las familias de los creyentes alcen sus voces y busquen ayuda, incluyendo los servicios públicos de consulta”. Al mismo tiempo, señáló que es probable que algunas personas continúen creyendo en la doctrina de la Iglesia de la Unificación aunque el grupo pierda su estatus como corporación religiosa.

Hashida Tatsuo, de 67 años, que lidera un grupo de víctimas y simpatizantes en la ciudad de Kōchi, en el oeste de Japón, afirmó que su exmujer donó 100 millones de yenes a la Iglesia de la Unificación. “La orden no es ninguna sorpresa. Yo ya sabía cómo de mala era (la Iglesia de la Unificación), por lo que pensé que se emitiría”, dijo Hashida en una rueda de prensa en la ciudad de Kōchi.

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