La diosa sol cambia de aposentos

En la noche del pasado 2 de octubre tuvo lugar una de las citas más importantes del calendario religioso de Japón, cuando la diosa que preside el Gran Santuario de Ise fue trasladada a sus nuevos aposentos por primera vez en 20 años.

Este ritual es el punto álgido del proyecto de reconstrucción que tiene lugar cada dos décadas, y que comenzó hace 1.300 años. El Santuario de Ise, situado en la prefectura de Mie, está estrechamente relacionado con la Casa Imperial de Japón, y es considerado el lugar más sagrado del sintoísmo. Se dice que la reconstrucción del shikinen sengū representa la eterna juventud e incorruptibilidad del  santuario de Ise y los dioses que allí habitan.

Debido a que se reconstruye concorde a un plan prefijado y siempre con las mismas especificaciones, los pabellones del santuario consiguen ser prácticamente intemporales: increíblemente antiguos y manifiestamente nuevos al mismo tiempo.

Oculto de las miradas piadosas por una alta valla de madera, los edificios de este santuario, construidos en madera, y sus tejados hechos con juncos representan un antiguo estilo de arquitectura japonesa que no se utiliza en ningún otro santuario del país. En los últimos meses, los edificios han sido desmantelados y reconstruídos con materiales nuevos en un emplazamiento adyacente, a escasos 300 metros. Este año se ha realizado la sexagésima segunda reconstrucción, y la cuarta desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Sacerdotes sintoístas conducen un enorme tronco de ciprés “hinoki” al lugar de la reconstrucción. Es uno de los más de 10.000 que se han utilizado en esta tarea. (Fotografía cortesía del santuario de Ise) Sacerdotes sintoístas conducen un enorme tronco de ciprés “hinoki” al lugar de la reconstrucción. Es uno de los más de 10.000 que se han utilizado en esta tarea. (Fotografía cortesía del santuario de Ise)

En esta ceremonia, el espejo sagrado que representa a la diosa sol es solemnemente trasladado al nuevo edificio. Unos 150 sacerdotes sintoístas, junto a representantes de la familia imperial, acompañaron al espejo desde el antiguo al nuevo santuario. Las vestimentas rituales y los objetos votivos utilizados en las ceremonias que tienen lugar en el santuario también fueron trasladadas. En total, más de 1.500 objetos, incluyendo espadas ceremoniales, escudos y lanzas. Más de 10.000 troncos de ciprés (hinoki) fueron utilizados para la construcción de los nuevos edificios. En representación del emperador estuvo la hija de éste, Sayako, que perdió su estatus como miembro de la familia imperial cuando contrajo matrimonio con un civil, y actualmente participa como sacerdotisa ceremonial en el santuario, otra práctica con raíces ancestrales. Se sabe también que el emperador rezó en dirección al santuario de Ise desde uno de los jardines en el palacio de Tokio.

Grúas en el horizonte

Un hogar japonés estándar dura más que una reconstrucción del santuario de Ise, pero no demasiado. Conforme a las estadísticas que ha hecho públicas el Ministerio del Territorio, Infraestructuras, Transportes y Turismo, una casa o apartamento en Japón es utilizada unos 30 años antes de ser demolida y reemplazada. Las guerras, terremotos, y la tradicional dependencia de la madera conlleva que muchos edificios sean considerablemente más jóvenes que la gente que los habita y trabaja en ellos.

La tendencia de derruir y volver a empezar ha tenido un acicate recientemente cuando el primer ministro anunció que el impuesto al consumo subirá del 5% al 8% el próximo mes de abril. Antes incluso de que se anunciase oficialmente, ya había signos de que la gente estaba apresurándose a realizar grandes compras antes de que se incrementase el impuesto. 

Las estadísticas reveladas por el Ministerio del Territorio, Infraestructuras, Transportes y Turismo mostraron que la construcción de vivienda nueva aumentó un 12,8% en julio y un 7,7% en agosto en comparación con los mismos meses del año anterior. El número de proyectos de nueva construcción han estado aumentando durante 12 meses seguidos, y esta tendencia no se limita únicamente a la capital. En la prefectura de Nagano, las viviendas de nueva planta aumentaron hasta un 22,4% en agosto. Los contratos firmados antes de finales de septiembre se acogerán así al impuesto antiguo, incluso si la vivienda no está terminada en abril de 2014.

Un paisaje frecuente cerca de nuestras oficinas. Un paisaje frecuente cerca de nuestras oficinas.

Este fenómeno se hace notar incluso en el barrio en el que vivo, en Setagaya, donde se están construyendo actualmente tres nuevas casas y un gran bloque de viviendas de estilo manshon, cuyas obras puedo oir cada mañana desde la ventana de mi habitación. 

Lo mismo ocurre cerca de las oficinas de Nippon.com, en el centro de Tokio. Un día, durante la hora del almuerzo, pude contar hasta cinco construcciones durante un corto paseo alrededor de la manzana donde se encuentra la oficina. Una inscripción conmemorativa en la entrada revela que el Nippon Press Center fue construído en 1976, lo que lo convierte en un edificio antiguo según los estándares de Tokio.

Algunos economistas se muestran inquietos por la crisis que podría seguir al fin de esta fiebre constructora. No obstante, con el gobierno amenazando con aumentar hasta un 10% el impuesto al consumo en un futuro no lejano, el sonido de los golpes y perforaciones parece que continuará aún por algún tiempo.

Al ser una organización religiosa, el santuario de Ise no necesita preocuparse por los impuestos. Es una buena noticia para Amaterasu (o quien sea que lleve sus finanzas). Una estimación del Yomiuri Shimbun ha llegado a sugerir que la última reconstrucción del santuario habría costado algo más de 55 mil millones de yenes.

(Traducción al español del original escrito en inglés)

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