El eterno candidato: Murakami Haruki y el esquivo premio Nobel

Cultura

Murakami Haruki pronuncia su discurso de aceptación del Premio Jerusalén por la Libertad del Individuo en la Sociedad de 2009.© Jiji Murakami Haruki pronuncia su discurso de aceptación del Premio Jerusalén por la Libertad del Individuo en la Sociedad de 2009.© Jiji

Murakami Haruki aparece en la lista de los “eternos favoritos” para el Premio Nobel de Literatura en un artículo de la agencia Reuters que cita también a los escritores estadounidenses Philip Roth y Joyce Carol Oates como favoritos, mientras que el cantautor Bob Dylan es mencionado como una posibilidad remota. El artículo se escribió en 2008, pero las cosas apenas han cambiado desde entonces en lo que se refiere a la interpretación de las mentes del comité de los premios Nobel. Hemos podido comprobar como la misma situación se ha repetido, si bien no tan pronunciada, en 2014.

Sorpresa por la “derrota”

El corredor británico Ladbrokes acepta apuestas para el Premio Nobel de Literatura desde 2005, y Murakami ha llegado a escalar hasta la posición de máximo favorito (con una cuota de 5 a 1 en 2014). Pero como sabe todo aquel que apuesta, las cuotas de las casas de apuestas están influídas por lo que la gente desea apostar, no por las probabilidades meramente objetivas. Es por ello que la selección inglesa de fútbol aparece regularmente en lo más alto de la lista de favoritos de las casas de apuestas británicas en los principales torneos, aunque ello luego no se corresponda con los éxitos finalmente alcanzados. 

Siendo justos, no puede decirse que Ladbrokes se equivoque demasiado. Durante los tres últimos años, los ganadores estuvieron entre sus favoritos, aunque tanto Mario Vargas Llosa (2010), como Herta Müller (2009) no contaron para ellos en aquel momento. Y entra dentro de las necesidades financieras que las casas de apuestas reduzcan las apuestas sobre escritores populares como Murakami, para quien recibirán muchísimas más apuestas que para, por citar un ejemplo, el keniata Ngũgĩ wa Thiong’o (6 a 1) o la argelina Assia Djebar (10 a 1). 

El problema es que cuando los medios de comunicación informan acríticamente que Murakami es el favorito, la gente se lo cree y después quedan sorprendidos por la “derrota” cuando no gana. Lo cierto es que el proceso de selección del Premio Nobel es secreto, y por ello no podemos ni siquiera saber si Murakami ha sido valorado como candidato. La lista de apuestas que crea Ladbrokes se hace a partir de una mezcla de rumores, especulaciones y corazonadas de la gente que apuesta. 

El pasado de Japón con el Premio Nobel

La web oficial de los Premios Nobel señala que los nombres de los nominados y otra información no puede revelarse hasta pasados cincuenta años. La información que la organización proporciona es de hecho todavía más limitada y la base de datos completa de los nominados solamente llega hasta 1950. Durante esos años solo un escritor japonés resultó nominado, el pacifista cristiano Kagawa Toyohiko, sugerido en 1947 y 1948 por dos académicos suecos distintos. 

En el momento de redactar este artículo el sitio web oficial tiene también un poco más de información sobre los debates acaecidos en 1962 y 1963. Pero se trata más bien de fragmentos nimios en lugar de detalles en profundidad, y no se menciona en ningún momento a los candidatos japoneses para 1962. Sin embargo, el resumen de las deliberaciones de 1963 es un poco más revelador, ya que indica que Mishima Yukio fue nominado por primera vez y estuvo entre los seis escritores que el comité consideró “ más relevantes”.

Pero finalmente se decidió que no sería correcto dar a Mishima preferencia sobre otros escritores japoneses que habían sido nominados anteriormente. Así pues, Mishima nunca ganó el premio, y Kawabata Yasunari acabó siendo el primer ganador japonés del Nobel de Literatura en 1968. Tendremos que esperar unos cuantos años más para saber qué ocurrió entonces y unas cuantas décadas más para saber qué se debatió cuando Ōe Kenzaburō fue el elegido en 1994.

Perfil equivocado

Si observamos el historial del comité del Premio Nobel, Murakami es una elección poco probable. Sin ánimo de ofender, no se trata de un autor para intelectuales; aunque sus tramas pueden ser complejas, sus frases son directas y el tipo de escritores que el comité suele seleccionar no venden tantos libros como él. Yo a Murakami lo veo muy parecido a uno de sus autores preferidos, Raymond Chandler, con una gran influencia de la incierta frontera entre la literatura y la ficción popular.

Como seguidor de muchas de sus novelas, no acabo de ver por qué es tan importante que Murakami gane el Premio Nobel, sinceramente. Muchos escritores que me gustan no encajan con ese perfil. Para algunos puede parecer pretencioso favorecer a poetas oscuros sobre novelistas superventas, pero siendo pragmáticos, así es como funciona el sistema. Sin embargo, sí que creo que hay muchos seguidores de Murakami que apuestan su dinero por él y reducen así sus probabilidades. 

En cualquier caso, yo diría que por ahora sus posibilidades son escasas siendo optimistas, desde el punto de vista de las apuestas, y sería más sensato apostar por un nombre menos conocido. O si el tema le interesa mucho, viaje a Suecia e intente enterarse de los rumores. Se dice que las filtraciones en Estocolmo tuvieron algo que ver en la repentina aparición de Tomas Tranströmer entre los favoritos de 2011. Y según cuenta un artículo, son las apuestas de jugadores de Suecia lo que ha desplomado las probabilidades de Ngũgĩ wa Thiong’o.

(Traducido al español del original en inglés)

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