Diálogo en el silencio: más allá del lenguaje de cara a Tokio 2020

Cultura Tokio 2020

A medida que Tokio se prepara para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020, la atención se está centrando cada vez más en la necesidad de tenerlo todo listo para las personas con distintas aptitudes lingüísticas y necesidades físicas. En la actualidad se han puesto en marcha una serie de actividades para preparar a residentes y visitantes de tal manera que puedan interactuar entre ellos de forma positiva, tanto durante los eventos deportivos como después de ellos.

¿Estamos preparados para acoger a todo el mundo en 2020?

Ahora que se acercan los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, se está empezando a poner más atención, como cabe esperar, en hacer que las infraestructuras turísticas de Tokio tengan la máxima accesibilidad posible, tanto desde las perspectivas físicas como lingüísticas.

En términos de acceso físico, no obstante, los progresos no han ido tan bien como se esperaba. En mayo de 2017 el Comité Paralímpico Internacional expresó su preocupación sobre los espacios públicos que todavía necesitaban algunos ajustes para cumplir con los estándares de accesibilidad requeridos por los atletas paralímpicos, miembros de las delegaciones y aficionados, mientras que los trabajos para crear suficientes alojamientos accesibles a las personas con discapacidad en los hoteles del país se han visto obstaculizados por los costes que conllevan las reformas.

En el apartado del lenguaje, mientras tanto, hay quien nota que ha habido un exceso de atención hacia el inglés como idioma universal para comunicarse con todos y cada uno de los visitantes. Y mientras que sin duda se ha avanzado en términos de preparar a guías intérpretes autorizados, así como iniciativas que aprovechan la tecnología como dispositivos de interpretación multilingüe automáticos y teléfonos de lengua de signos, no existen garantías de que estas soluciones estén siempre a mano cuando se las necesite.

Hacia una auténtica inclusión

Una serie de iniciativas públicas y privadas trabajan para reducir estas brechas. La consultora de diseño universal Miraimo se ha unido a la Fundación Nippon para producir Bmaps, una aplicación para teléfonos inteligentes que ofrece información sobre instalaciones, restaurantes y hoteles adaptados para las personas que tienen discapacidades físicas, visuales y auditivas. Por otra parte, la web Accessible Japan, la creación del canadiense residente en Tokio Josh Grisdale, ofrece información similar en inglés a través de internet y de guías de viajes.

Mientras tanto, otros proyectos están esforzándose para lograr que las personas se den cuenta de las barreras lingüísticas que existen en su forma de comunicarse, mientras que promueven una mayor inclusión y unas conexiones humanas más profundas. El experimento de arte social Touchy hace esto mismo a través de la tecnología, mediante un dispositivo ponible con cámara que se activa a través del contacto con la piel, cuyo objetivo es hacer que la mente de las personas salga de la red para crear vínculos a través del tacto, el contacto visual y las interacciones.

Otras iniciativas se sirven de las experiencias y los consejos de las personas con varias discapacidades para transformar las actitudes en torno a la comunicación y ampliar los horizontes de los participantes. Uno de estos grupos es la Asociación Universal de Eventos (UEA, por sus siglas en inglés), que tiene como meta promover una sociedad totalmente inclusiva. Para cumplir este objetivo, la UEA organiza una serie de actividades entre las que se incluyen eventos deportivos generales y un Campamento Universal anual en la isla de Hachijōjima, una de las zonas más remotas de la metrópolis de Tokio, a unos 280 kilómetros al sur de las costas de la capital.

Una oportunidad para el diálogo en Shinjuku

Otro proyecto que se desarrolla en la actualidad, activo durante un mes en el edificio Lumine 0 de Shinjuku, es Diálogo en el Silencio, una instalación de ocio social que anima a los asistentes a “ir más allá del lenguaje y liberarse”.

Los participantes en el diálogo llevan unos protectores en los oídos para evitar utilizar el sonido y descubrir nuevas formas de conectarse.

En él se entrega a los participantes un set de protectores de tipo industrial para los oídos y estos son guiados a través de varias habitaciones por asistentes sordos expertos en el arte de la comunicación no verbal. Los guías destacan la importancia del contacto visual, las expresiones faciales y los gestos para ayudar a los participantes a completar una serie de actividades cooperativas con nombres misteriosos como “La danza de las manos”, “La galería de los rostros” o “El foro de las figuras”. Antes de completarlas, la falta de lenguaje hablado deja de sentirse como un obstáculo a medida que, ayudado por tus compañeros, encuentras rápidamente nuevas formas de expresarte.

Hasta llegar a la última habitación en este circuito de una hora, se prohíbe incluso la lengua de signos para asegurar que el nivel al que se juega es el mismo independientemente de la habilidad, la experiencia, la edad o la formación lingüística. En los grupos en los que había varias nacionalidades y participantes tanto sordos como no sordos, así como personas de edades que van desde la infancia hasta la senectud, era notable ver lo rápido que las fronteras sociales que a veces circunscriben la vida en Tokio daban paso a conexiones de una genuina candidez y humanidad.

“Me hizo prestar más atención a mis compañeros, en lugar de intentar simplemente hacer valer mis propios puntos. Espero que esta se convierta en una lección que pueda aplicar en mi día a día”, aseguró un participante al final de una sesión. Un miembro del equipo coincidió: “En el tren, por ejemplo, normalmente la gente mira a sus teléfonos todo el tiempo. Ha sido agradable mirar a la gente a los ojos y conectar con ellos para variar”.

Lanzado por primera vez en Alemania en 1998, desde entonces Diálogo en el silencio ha ido pasando por varios países y regiones incluyendo China, Francia, Israel, México y Turquía, hasta debutar por fin en Japón en 2017. La respuesta de los participantes ha sido tan positiva que el programa se ha expandido del 29 de julio al 26 de agosto.

Una guía sorda observa mientras los participantes en esta actividad tratan de describir objetos sin utilizar palabras entre ellos.

El proyecto es hermano de Diálogo en la Oscuridad, un negocio social lanzado en Alemania en 1988. Tal como sugiere su nombre, esta original instalación tenía como objetivo promover las aptitudes comunicativas, de cooperación y empatía haciendo recorrer a personas sin problemas visuales un laberinto a oscuras con la asistencia de guías invidentes.

Esta idea llegó a Japón en 1999 y cuenta hoy con franquicias en todo el mundo. Diálogo en la Oscuridad en Japón se ha convertido desde entonces en una de las pocas ediciones globales que han obtenido el permiso para modificar sus actividades sensiblemente para atender a las necesidades locales. Entre estas se incluye un logo que brilla en la oscuridad por cortesía del reconocido diseñador gráfico Takada Yui, e incluso un programa basado en los terremotos que añade un elemento de emergencia a las ya de por sí entretenidas actividades.

La organización ha continuado expandiendo su promoción de la concienciación y el entendimiento mediante instalaciones y ejercicios de compañerismo que se centran en otros aspectos de la diversidad. En enero de 2017 se inauguró en Japón Diálogo en el Tiempo, un proyecto que arroja luz sobre la singular mentalidad de las personas de 70 años o más. Y en adelante este grupo planea desempeñar un papel más relevante como parte de un ecosistema vibrante de ONGs y negocios sociales que trabajan para crear una sociedad en la que se tengan en cuenta las necesidades de todo el mundo.

Información de la actividad:

  • Diálogo en el Silencio estará activo hasta el 26 de agosto de 2018 en Lumine 0 (NEWoMan, planta 5, en Shinjuku, Tokio). Se pueden hacer reservas por adelantado.
  • Horario de apertura: 11:00 am–7:30 pm
  • Admisión: Adultos 4.500 yenes, estudiantes 3.000 yenes, niños 2.000 yenes.
(Traducido al español del original en inglés. Todas las fotos por cortesía del Dialogue Japan Society.)

discapacidad Tokio 2020 diversidad Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020