• Cómo llevarse bien con los microorganismos

    Nuestro planeta está literalmente abarrotado de microorganismos. Si entramos en su mundo en miniatura, al que solo nos dan acceso los microscopios, hallaremos gran diversidad de seres: bacterias, hongos, virus, microalgas, protozoos… Entre ellos, los hay que prestan grandes servicios a la humanidad, pues son utilizados para fines terapéuticos y en la elaboración de alimentos como el miso (pasta de soja fermentada), la salsa de soja o el yogur. Se dice que el cuerpo de una persona alberga unos 100 billones de microorganismos. Pero nos consta también que los hay aficionados a hacer diabluras, que no pocas veces nos cuestan la vida. Para bien o para mal, nos unen a ellos vínculos imposibles de romper. En esta serie de artículos atenderemos a lo que especialistas de diversos campos tienen que decirnos sobre la mejor forma de tratar a estos invisibles compañeros de viaje.