• Una guerra que no debe caer en el olvido

    Este año se cumplen 80 años desde el fin de la guerra. Cada año disminuye, por supuesto, el número de gente que la vivió directamente; quienes no la vivimos tenemos el deber de no olvidarla: que nadie tenga que volver a experimentar la amargura de morir con toda una vida por delante ni el dolor de perder a sus seres más queridos.