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La cultura del vino en Japón tiene nombre de mujer

Cultura Vida

En esta ocasión hablamos sobre la primera edición del concurso internacional de vino “Sakura” Japan Women’s Wine Awards, en el que el jurado ha estado formado exclusivamente por mujeres, y del papel que estas pueden desempeñar a la hora de revitalizar el sector vinícola nacional y crear una cultura del vino en Japón.

Las mujeres japonesas, creadoras de nuevos valores enológicos

Cata a ciegas realizada durante cuatro días en el salón de eventos Terratoria, en Shinagawa, Tokio.

A principios de febrero de 2014 la sala de eventos Terratoria, situada en el barrio tokiota de Shinagawa y gestionada por la empresa Terrada Warehouse Co.,Ltd., acogió el concurso internacional de vino “Sakura” Japan Women’s Wine Awards. Durante los cuatro días que duró la cita, la sala estuvo llena de mesas alrededor de las cuales grupos de mujeres ladeaban copas de vino y tomaban notas con el semblante serio. El vino, en botellas con la etiqueta tapada, se lo servían sumilleres alineados en los espacios que quedaban entre las distintas mesas.

Es la primera vez que Japón acoge un concurso que podría ser considerado peculiar en todo el mundo, ya que se trata de una cata a ciegas realizada exclusivamente por mujeres en la que las participantes, un total de 240, evaluaron 1.922 marcas de 29 países. Todas ellas son profesionales relacionadas de un modo u otro con el mundo del vino: sumilleres, periodistas especializadas en temas enológicos, productoras, importadoras, etc.

El jurado estaba dividido en equipos de cinco personas. En el centro, Kawahara Yoko.

"Había participado en catas antes, pero siempre con hombres también. Es la primera vez que asisto a una degustación llevada a cabo exclusivamente por mujeres", relata Kawahara Yoko, que se dedica a la importación de vinos argentinos. "En esta degustación no solo hemos evaluado elementos típicos de las catas como los taninos y la acidez, sino que también hemos valorado aspectos con los que las mujeres estamos familiarizadas; por ejemplo, si se trata de un vino adecuado como regalo a una amiga, o si es idóneo para beberlo en una reunión o fiesta en la que solo participen mujeres (joshikai en japonés)", explica.

Aumentar la presencia femenina en el sector del vino

Aunque el consumo de esta bebida está aumentando en Japón, la cantidad de vino que toma en un año una persona apenas ronda los 3 litros. Se trata de una cifra bastante baja si se la compara con los datos de países con tradición vinícola como Francia e Italia, 40-50 litros en 2009, y con los de Estados Unidos, 8,9 litros, nación donde la industria vinícola es joven aún(*1)). En el archipiélago nipón son las mujeres las que tienen la capacidad de hacer que el consumo de vino aumente.

Tanabe Yumi. Presidenta del jurado del “Sakura” Japan Women’s Wine Awards”.

En Europa y Norteamérica suelen ser los hombres quienes deciden qué vino comprar; sin embargo, según Tanabe Yumi(*2), "en Japón, los principales compradores de vino son mujeres entre la treintena y la cincuentena". Tanabe es la artífice del concurso internacional de vino “Sakura” Japan Women’s Wine Awards, al que podría calificarse de hito en la historia, y ha presidido el jurado del mismo.

Tanabe, que dirige desde hace veintiún años su propia escuela de enología y ha transmitido sus conocimientos a 10.000 sumilleres, entre otros expertos en temas relacionados con el vino, tiene sus esperanzas puestas en lo que las consumidoras japonesas de vino pueden hacer: "Quiero que el mundo del vino se convierta en un sector con mayor presencia femenina". En la actualidad, existen en Japón unas 8.000 sumilleres, cifra que representa un 47 % del total de este tipo de profesionales; sin embargo, la actividad de las mujeres en este sector sigue estando sujeta a ciertos límites.

"El sector vinícola es conservador también en Europa y Norteamérica [no solo en Japón]. En los últimos tiempos, ha aumentado por fin el número de mujeres que se dedican a la producción, o que son sumilleres", afirma Tanabe. Al celebrar este concurso todos los años se pretende aprovechar al máximo la capacidad de las mujeres, revitalizar el sector en su totalidad y aumentar el consumo de esta bebida, de manera que la cultura del vino eche raíces en la realidad cotidiana de los japoneses.

"En las catas, los jurados masculinos no suelen pararse a pensar, al probar un determinado vino, en si se trata de una marca que quieren beber en el día a día en su casa cuando comen sushi o sashimi", opina Tanabe. En esta ocasión, la experta ha prestado especial atención al precio de los vinos: "Espero que volvamos a contar con la participación de muchas marcas cuyo precio oscile entre los 2.000 y los 5.000 yenes", dice, basándose en los resultados de 2014, al hablar de futuras ediciones del concurso.

Un premio especial con un toque femenino

Entrega de premios celebrada el 4 de marzo en la feria de alimentación FOODEX JAPAN 2014.

En el concurso internacional de vino “Sakura” Japan Women’s Wine Awards, el principal premio es el denominado Trofeo Diamante; sin embargo, en esta ocasión el galardón que refleja en mayor medida un punto de vista femenino es el Premio Especial. Dicha distinción se concede individualmente a las distintas clases de vino (tinto, blanco, rosado, etc.) en las siguientes categorías: mejores vinos en lo que respecta a la relación calidad-precio, mejor vino de Japón, mejor vino recomendable para menores de treinta, mejor vino producido por una mujer, mejor vino para degustar con platos de cocinas asiáticas (sushi y gastronomías china, coreana y tailandesa) y los diez mejores vinos en cuanto al diseño de su etiquetado.

Claire Naudin, elegida mejor productora de vino.

El día 4 de marzo se anunciaron y entregaron el Trofeo Diamante y el Premio Especial durante la celebración de la feria internacional de alimentación FOODEX JAPAN 2014. Claire Naudin, de la región de Borgoña, fue elegida mejor productora de vino y estuvo presente en la ceremonia de entrega. Recientemente, la francesa, que se dedica a la profesión de su padre desde 1994, aúna esfuerzos para elaborar vinos con la menor cantidad posible de aditivos. Su borgoña Hautes-Côtes de Beaune, laureado con el Premio Especial, es un vino blanco de sabor puro.

Según Naudin, en Francia se celebra un concurso de vinos nacionales, denominado Feminalise, en el que participan exclusivamente mujeres amantes de este tipo de bebida. "Solo han pasado unos cinco o seis años desde que empezó a celebrarse, pero el concurso aumenta en escala con cada edición; en la actualidad, participan unas 1.000 mujeres y los círculos relacionados con el mismo se están expandiendo. Haber sido galardonada en el concurso “Sakura” Japan Women’s Wine Awards supone una buena oportunidad para promocionar los vinos 'simples' de la región de Borgoña y un gran orgullo para mí. Me siento como si hubiera rejuvenecido en cierto sentido. Todavía hay muchos asuntos por resolver y mejoras que realizar en la producción de vino, pero me ha dado la energía suficiente para afrontar nuevos retos", cuenta Naudin.

Producir vino sin dejarse llevar por las modas ni los medios de comunicación

La producción de vino es todavía un sector joven en Japón; no obstante, existen bodegas repartidas por toda la geografía nacional. Veamos cómo ha sido la participación nipona en esta edición del concurso: aunque ninguna de las 150 marcas japonesas que se habían presentado consiguió el Trofeo Diamante, el espumoso Huggy Spark, elaborado con uvas de Kōshū, recibió el Premio de Oro y fue elegido el mejor vino de Japón. "Considero que este vino, elaborado de manera diferente a otros para los que se utilizan uvas de Kōshū, puede convertirse en un referente", afirma Tanabe. Sin embargo, la experta no analiza los vinos japoneses de manera especial. 

"Reconocemos los esfuerzos de los productores japoneses, pero a la producción nacional le falta mucho para alcanzar el sabor y la calidad de los vinos europeos, cuya tradición se remonta a hace más de dos mil años. Elogiar más de lo necesario los vinos nipones, que aún se encuentran en proceso de desarrollo, puede tener consecuencias negativas. Creo que los medios de comunicación de Japón exageran cuando dicen que 'los vinos japoneses tienen valor en todo el mundo'. Producir buenos vinos no es tan fácil", sentencia Tanabe.

La experta puede mostrarse crítica precisamente porque ha sido testigo desde niña del trabajo y el esfuerzo de los productores vinícolas. Es hija de Marutani Kaneyasu, padre de Tokachi, un vino originario de Hokkaidō. "Han pasado unos cincuenta años desde el nacimiento de Tokachi, un vino vanguardista con el que se intentó establecer el sector vinícola en Japón. Desde pequeña he podido observar los esfuerzos que se realizan, como si uno se dejara en ello la piel, para producir vino en una región fría [como Hokkaidō], desde el cultivo hasta la fermentación. Por ello, soy más consciente que otras personas de lo mucho que se esfuerzan los productores de vino en regiones jóvenes en este sector como Yamanashi, Nagano y Yamagata, y quiero apoyarlos de todo corazón. Precisamente por este motivo me gustaría que produjeran vino de manera constante y sin dejarse llevar por las modas ni los medios de comunicación", afirma Tanabe.

Transmitir al resto del mundo el gusto de las mujeres japonesas

Con todo, la experta Tanabe espera que en los próximos cinco o seis años en los que se celebre el concurso se pueda vislumbrar la revitalización del sector de la mano de las mujeres. Un mayor reconocimiento de los vinos rosados sería un ejemplo de este fenómeno. "No se reflexiona mucho acerca de cómo promocionar los vinos rosados, dado que muchos de los compradores siguen siendo hombres. Me gustaría que la celebración del concurso sirva para que el número de consumidores de este tipo de vinos aumente", afirma Tanabe.

Al celebrar este concurso todos los años se pretende revitalizar el sector del vino aprovechando la capacidad de las mujeres.

En el Premio Especial de esta edición se ha centrado parte de la atención en los vinos ideales para acompañar platos propios de la gastronomía japonesa, especialmente el sushi. Sin embargo, el vino elegido en esta categoría fue el Marrenon Petula Rose del 2012, un vino producido en el sur de Francia. "Es importante que el vino y la comida se potencien el uno al otro; es decir, que un determinado vino haga que el sushi resulte más delicioso y viceversa. Considero que el rosado cumple esta condición al tratarse de un vino sin un sabor peculiar. Es un vino que me gustaría que se sirviera en los restaurantes especializados en pescado crudo de todo el mundo como una bebida que las mujeres japonesas han considerado idónea para acompañar el sushi", cuenta Tanabe.

El concurso internacional “Sakura” Japan Women’s Wine Awards podría convertirse en un lugar desde el que transmitir al resto del mundo una cultura del vino creada por las mujeres japonesas.

Explicación del concurso y sus premios

Las 1.922 marcas procedentes de 29 países que se presentaron al concurso se clasificaron en 50 productos en función de criterios como el tipo de vino. Durante los cuatro días que duró la cita, las mujeres que participaron en la cata a ciegas degustaron entre 40 y 50 marcas por jornada y les pusieron una nota de 100 puntos como máximo. En función de la puntuación, se eligieron los vinos que serían galardonados con los premios de Plata, Oro y Doble Oro. 735 vinos recibieron distinciones. El mayor premio, el Trofeo Diamante, se le concedió a 20 vinos de los 96 que habían recibido el Premio Doble Oro. Se puede consultar más información acerca del concurso y los premios en la página web: http://www.sakuraaward.com/jp/index.html (solo en japonés e inglés). 

(Traducción al español del original en japonés)  

(*1) ^ Fuente: Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV

(*2) ^ Tanabe Yumi es hija de Marutani Kaneyasu, exalcalde de la localidad de Ikeda, en Hokkaidō, y creador del vino Tokachi. Tras graduarse del Departamento de Matemáticas de la Universidad Tsuda, estudia Enología en la Escuela de Hostelería de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos. En 1986 funda en Tokio Wine & Wine Culture Co., Ltd., una empresa consultora dedicada al sector del vino. Desde 1992 dirige una escuela de enología. En 2009, es galardonada con la Medalla de Caballero de la Orden del Mérito Agrícola de Francia. Preside la Asociación de la Cultura del Vino y los Licores desde 2011.

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