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Tsubame Note: cuadernos antiguos para un mundo moderno

Cultura

Tsubame Note lleva 70 años fabricando libretas con un papel de gran calidad, encuadernadas con hilo y con rayas horizontales en sus páginas, elaboradas estas últimas con una máquina única en todo Japón. Aunque la firma respeta el mismo proceso que en la época de su fundación, no deja de presentar nuevos modelos llenos de originalidad. Visitamos sus instalaciones, en el distrito tokiota de Taitō.

La calidad del papel, ante todo

El papel de la mejor calidad unido mediante hilos y con un diseño de rayas horizontales sobre las páginas. Así es como Tsubame Note lleva haciendo sus cuadernos desde 1947; no hay libretas como estas, que llevan décadas vendiéndose por el cuidado que se ha puesto en proporcionar al usuario la mejor escritura posible.

La portada, de color gris, está decorada con un diseño clásico, en el que destaca el código del producto, formado por una serie de letras y números dorados sobre un fondo negro. Sin duda alguna, lo que más impacta de esta cubierta es la fuente de corte retro elegida para la palabra Notebook ("cuaderno", "libreta"). Las páginas interiores, de color marfil, incluyen líneas horizontales.

"Merece la pena tocar el papel. En el caso de la impresión ófset, en la que se usa tinta oleosa, esta no cala el papel, por lo que las líneas quedan ligeramente elevadas. Sin embargo, en Tsubame Note empleamos tinta hidrosoluble para hacer las líneas directamente, de ahí que los dedos no tropiecen con las líneas. Tanto las plumas estilográficas como los bolígrafos o plumas de tinta líquida se deslizan sobre el papel al escribir. Además, no hace falta utilizar papel secante, dado que la tinta no se queda en la superficie de la hoja. Todo esto es gracias a la calidad del papel de folio", cuenta Watanabe Seiji, presidente de Tsubame Note, que se expresa cariñosamente, como si hablara de un hijo o un nieto del que se sintiera orgulloso.

Cuadernos de la serie Daigaku Note (Cuadernos universitarios), disponibles en formato A5 y B5. Su precio, que oscila entre los 160 y los 500 yenes, varía en función del número de páginas.

Watanabe Seiji, presidente de Tsubame Note, habla sobre el origen del papel empleado en su empresa: llegó desde el Reino Unido, y en Japón mejoraron la calidad, ya de por sí suprema, y abarataron el coste.

"En Japón había una gran cantidad de cuadernos de mala calidad justo después de la Segunda Guerra Mundial. Esto era perjudicial para la cultura japonesa, de ahí que la primera generación al frente de la empresa [Watanabe Hatsusaburō] se aliara con la firma papelera Jūjō y fabricara el papel de folio de estos cuadernos. Se logró mejorar la calidad del papel importado del Reino Unido y abaratar su coste. Las libretas eran más caras que las de la competencia, pero enseguida cobraron popularidad por lo fácil que era escribir en ellas", explica Watanabe.

Teniendo en cuenta los cambios en los gustos de los consumidores, el papel se ha blanqueado más que en la época en la que se produjeron los primeros cuadernos. Sin embargo, no se emplean tintes fluorescentes. Esto se debe a que, si se hiciera, el papel sería más blanco, pero el consecuente brillo podría ser molesto para la vista.

Una máquina única en todo Japón

La calidad de los cuadernos de Tsubame Note se debe a que la firma ha decidido prescindir de la encuadernación con pegamento, mucho más barata, y seguir utilizando máquina e hilo. A diferencia de las libretas encuadernadas con pegamento, en las que las hojas acaban despegándose de tanto abrir y cerrar, esto no ocurre con las páginas de los cuadernos cosidos cuidadosamente a máquina (la portada, la contraportada y las hojas se cosen con una máquina industrial, todo en uno).

El motivo por el cual los consumidores no vuelven a comprar otro cuaderno que no sea de Tsubame Note una vez han tenido una de estas libretas se debe al cuidado que la firma pone en su elaboración: el fácil manejo y escritura son prueba de ello.

De las rayas horizontales que destacan en todas y cada una de las páginas de los cuadernos se encarga el taller Iguchi, situado en el distrito tokiota de Taitō, donde también se encuentra Tsubame Note. Este es el único lugar de todo Japón que alberga un gramil.

La máquina lleva en funcionamiento más de 50 años. A simple vista, uno se da cuenta de que se trata de un proceso analógico que requiere de mucha experiencia: lo mejor es ver cómo se pasa el rodillo para ir aplicando correctamente la tinta violeta con la que se dibujarán las líneas horizontales; esto se hace página a página. Iguchi Hiroshi se encarga de esta labor; comprueba con sumo cuidado el estado de la tinta y de las plumas que se emplean para marcar las rayas. Cuando termina esta parte del proceso, se colocan todas las páginas en otra zona. En el caso del papel cuadriculado, el proceso se realiza dos veces, pero para la segunda es necesario esperar a que el papel se seque y girar el ángulo 90 grados. Los cuadernos de Tsubame Note deben su calidad a la precisión casi rítmica con la que trabaja este veterano experto.

Iguchi Hiroshi trabaja en silencio con un gramil que lleva más de 50 años en funcionamiento.

Las líneas se marcan página a página.

Las hojas se apilan una vez se haya terminado de marcar las rayas.

Mickey Mouse en la portada

Uno de los aspectos interesantes de Tsubame Note es que la firma no se limita a elaborar cuadernos de aspecto retro, sino que también establece alianzas con distintas empresas y marcas para presentar diversos modelos, además de mostrar entusiasmo en la creación de nuevos productos.

Por ejemplo, hace ocho años sacaron una serie en colaboración con Disney; en la portada de los cuadernos aparecía Mickey Mouse, uno de sus personajes más conocidos, que también ocupaba los bordes interiores, algo imperceptible a simple vista. Estas libretas hicieron las delicias de los fans del estudio de animación estadounidense. También han colaborado con la famosa diseñadora Agnès B. En este caso, los cuadernos incluían un papel de una calidad superior al utilizado normalmente.

"La permeabilidad y la suavidad del papel son incuestionables. La tinta penetra en las hojas con la misma naturalidad con la que un Rolls-Royce circula sobre el asfalto. No hay nada como probar a escribir en uno de nuestros cuadernos para entenderlo. Sin embargo, los costes son altos, de ahí que no se fabrique ahora. El uso de un papel de calidad superior encarece el precio de las libretas y limita la cantidad de cuadernos que podemos vender. De todos modos, no se puede negar el buen trabajo que hicimos con la serie exclusiva de Agnès B.", sentencia Watanabe.

A pesar de la nostalgia que se percibe en las palabras del presidente de Tsubame Note, la firma mira hacia el futuro. En abril de 2017, presentaron un nuevo cuaderno, Perfect.Z, cuya portada estaba decorada con cobre de Takaoka, una artesanía de la prefectura de Toyama con 400 años de historia. Para ello, colaboraron con Momentum Factory Orii, una firma de la citada prefectura famosa por sus técnicas de coloración del cobre. La libreta tiene el aspecto de una verdadera obra de arte.

Por otra parte, la empresa ha colaborado con la revista Zexy, especializada en bodas, en la elaboración de un cuaderno nupcial en el que anotar todos los quehaceres relacionados con ese día especial: la lista de invitados, la distribución del presupuesto... Se entrega como suplemento con la compra de un ejemplar de la publicación, tanto de su edición dedicada a la organización de bodas en territorio japonés como la de ceremonias en el extranjero. Estos dos ejemplos ponen de relieve las múltiples "caras" de los productos de Tsubame Note.

Perfect.Z, cuadernos elaborados con cobre de Takaoka, una artesanía típica de la prefectura de Toyama. Cada unidad, con una caja dorada, cuesta 8.000 yenes.

Cuadernos de edición limitada, a la venta en exposiciones. Tsubame Note sabe explotar distintos elementos para atraer a los usuarios.

Por último, le preguntamos al presidente de Tsubame Note sobre el origen del nombre de la firma:

"En la época en la que se empezaron a comercializar los cuadernos había un empleado brillante de apellido Tsubame. Se parecía a Montgomery Clift [el famoso actor de Hollywood] y tenía mucha labia. Algunos clientes elogiaban por igual los cuadernos y a los empleados de la firma, e incluso pedían 'las libretas de Tsubame'. Así surgió el nombre. No obstante, los cuadernos en formato B5 tienen en el borde de su portada una uve doble de "Watanabe", apellido del fundador, mientras que para los de A5 se ha elegido una hache de "Hatsusaburō", su nombre de pila", cuenta entre risas Watanabe.

El código de identificación de los cuadernos incluye las iniciales del fundador: uve doble, de "Watanabe", en los de formato B5, y hache, de "Hatsusaburō", en los de A5. "30S" corresponde al número de páginas.

Es muy posible que no exista ninguna otra firma que haya nombrado su marca en honor a uno de sus empleados. Las libretas de Tsubame Note, cuya historia es entrañable, se venden también en los establecimientos de The Conran Shop, tiendas de gusto refinado presentes en ciudades como Nueva York y París, y gozan de gran aceptación por parte del público. Está claro que la buena escritura no entiende de fronteras.

Imágenes: Nagasaka Yoshiki

(Traducción al español del original en japonés)

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