Viajando por las provincias

Las vistas otoñales más hermosas de Tōhoku: Miyagi, Yamagata y Fukushima

Cultura

Recorremos las prefecturas de Miyagi, Yamagata y Fukushima para mostrarles algunos enclaves ideales para disfrutar de los hermosos colores que la naturaleza ofrece en otoño.

Garganta de Naruko (Miyagi)

Mejor vista: desde finales de octubre hasta principios de noviembre.

El puente de Ōfukasawa abarca el follaje otoñal de la garganta de Naruko. (Foto cortesía del Departamento de Promoción Local de la sucursal de Naruko de la ciudad de Ōsaki)

La garganta de Naruko está ubicada muy cerca del famoso lugar de aguas termales Naruko. La garganta en forma de V de 100 metros de profundidad fue formada por el río Ōya y tiene unos 2,6 kilómetros de largo. En otoño, las paredes escarpadas de la garganta se transforman a medida que las hojas de haya y roble adquieren un color amarillo radiante y los arces delicados brillan en rojo. La hermosa escena se puede ver desde varios ángulos diferentes. Un mirador en la Casa de Descanso de la garganta de Naruko ofrece una hermosa vista del puente Ōfukasawa que abarca la colorida escena; los visitantes pueden mirar hacia la garganta desde una pasarela peatonal en el puente. Se puede dar una vuelta en el paseo instalado a lo largo de la garganta contemplando el paisaje.

Entsūin (Miyagi)

Mejor visualización: de principios a mediados de noviembre.

Los cuatro jardines del templo están salpicados de colores otoñales. (Foto cortesía de Entsūin)

El templo Entsūin de la secta budista de Rinzai ubicado en Matsushima, una zona considerada como uno de los tres lugares más pintorescos de Japón, fue construido hace 370 años como un templo conmemorativo para Date Mitsumune (1627–1645), nieto de Date Masamune (1567–1636), uno de los señores feudales líderes de la región de Tōhoku y fundador de la ciudad de Sendai. El templo es particularmente famoso por su jardín con el estanque shinji-no-ike con forma del ideograma de kokoro, que significa "corazón" o "alma". En los meses de otoño numerosas personas acuden a los jardines del templo para disfrutar del colorido follaje. Durante esta temporada, los terrenos se iluminan por la noche y los conciertos musicales agregan un aire etéreo con el sonido de la flauta y tambor que acompañan a los visitantes mientras caminan por los jardines. Es un lugar muy recomendado para disfrutar de la vista de las coloridas hojas otoñales reflejadas en el estanque y del jardín de piedras, decorado de forma natural con brillantes hojas de arce rojo desprendidas de las ramas.

Sankeiden, el mausoleo de Mitsumune, envuelto en los brillantes colores otoñales. (Foto cortesía de Entsūin)

Zaō Echoline (Miyagi y Yamagata)

Mejor vista: mediados de octubre.

La cascada Fudōtaki rodeada de colores otoñales, vista desde el mirador Takimidai. (Foto cortesía del Departamento de Agricultura, Silvicultura y Turismo de la municipalidad de Zaō)

El Zaō Echoline es una carretera de montaña que cruza de este a oeste la cordillera de Zaō que se sitúa entre las prefecturas de Miyagi y Yamagata. Ofrece un recorrido panorámico de 26 kilómetros a través del follaje otoñal de arces y hayas resaltado sobre un fondo de coníferas verdes. En el camino se recomienda hacer una parada en Okama y Takimidai para obtener las vistas más impresionantes. Okama, ubicado cerca del punto final del Zaō Highline que se separa de la Zaō Echoline, es un lago volcánico sereno de color verde esmeralda y ofrece también una vista de los colores brillantes del follaje otoñal circundante. Takimidai ofrece una vista dinámica de tres cascadas: Sankaitaki, Fudōtaki y Jizōtaki.

Conduciendo a través de los gloriosos colores de la cordillera de Zaō. (Foto cortesía del Departamento de Agricultura, Silvicultura y Turismo de la municipalidad de Zaō)

El templo Hōjusan Risshakuji (Yamagata)

Mejor vista: principios de noviembre.

El follaje otoñal cae en cascada en el famoso templo Risshakuji, más conocido simplemente como Yamadera (el templo de la montaña). (Foto cortesía de la Asociación de Turismo de Yamadera).

Hōjusan Risshakuji, ubicado en el monte Hōju, cerca de la ciudad de Yamagata, es un venerable templo de montaña con una historia que se remonta a 1.100 años de antigüedad. El complejo del templo consta de más de 30 edificios y torres que se aferran a la ladera de una montaña rocosa en un recinto que abarca más de 100 hectáreas. Más conocido como Yamadera (templo de montaña), el templo es especialmente hermoso en otoño, al igual que su entorno natural. La vista hacia el templo desde la falda de la montaña es encantadora, pero una subida lenta por los 1.015 escalones que conducen al templo también le brindará vistas panorámicas de la puerta del templo Niōmon, el Kaizandō, y muchos otros lugares que son especialmente hermosos en otoño. La mejor vista de todas se puede divisar desde el Godaidō, un edificio con una plataforma similar a un escenario que se extiende cerca de la cima de la montaña, y que ofrece una vista panorámica de las coloridas montañas otoñales alrededor de la pequeña ciudad que se encuentra más abajo, además de la figura total del templo.

La vista dominante desde el Godaidō. (Foto cortesía de la Asociación de Turismo de Yamadera).

Garganta de Mogami (Yamagata)

Mejor vista: desde finales de octubre hasta finales de noviembre.

El follaje otoñal se puede disfrutar desde los barcos que navegan por el río en el fondo de la garganta. (Foto cortesía de Asociación de Promoción del Turismo y Productos de la villa de Tozawa)

El valle de Mogami es un área escénica que se extiende aproximadamente a 16 kilómetros a lo largo del curso medio del río Mogami. Aquí se puede disfrutar del colorido follaje de los arces de las montañas intercalados entre gigantes cedros indígenas, algunos de más de 500 años de antigüedad. Conducir o hacer senderismo por la hermosa zona puede ser una buena experiencia, pero para disfrutar al máximo, se recomienda un paseo en bote por el río. El barquero regalará al visitante con maravillosas historias y canciones mientras el bote se desliza a través de la garganta. Desde el bote se pueden ver maravillas como el Nanataki, una cascada que se precipita por la pendiente en siete cascadas separadas, y el famoso Shiraito-no-taki, un elegante flujo de agua que cae en cascada a lo largo de 123 metros.

Castillo de Tsuruga (Fukushima)

Mejor vista: desde finales de octubre hasta principios de noviembre.

Las hojas rojas le dan un toque elegante al iluminado castillo de Tsuruga. (Foto cortesía de la Oficina de Turismo de la ciudad de Aizu-Wakamatsu)

El castillo de Tsuruga, con sus tejas rojas y sus paredes blancas puras, es un símbolo orgulloso de la ciudad de Aizu-Wakamatsu. Durante la Guerra de Boshin (1868–1869) entre las fuerzas afiliadas al shogunato de Tokugawa y las del nuevo Gobierno, el castillo soportó un asedio de un mes, dándole la reputación de una fortaleza inexpugnable. Los terrenos del castillo son un lugar bien conocido para ver flores de cerezo en la primavera, pero también ofrecen hermosas vistas de arces coloridos y árboles de ginkgo desde finales de octubre hasta principios de noviembre. El castillo y los jardines están iluminados por la noche para crear un mundo de fantasía haciendo que esta edificación parezca flotar entre los tonos rojos y amarillos del otoño.

Monte Adatara (Fukushima)

Mejor vista: de principios a mediados de octubre.

El follaje otoñal del monte Adatara se ve desde el Yakushidake Panorama Park. (Foto cortesía del Departamento de Turismo de la ciudad de Nihonmatsu)

El monte Adatara es una de las montañas más conocidas de la prefectura de Fukushima y aparece en las 100 montañas japonesas más famosas por el montañero y autor Fukada Kyūya. En otoño, sus suaves pendientes están cubiertas de hermosos rojos y amarillos. Un teleférico desde las pistas de esquí de Adatara hasta la cima de la montaña ofrece un paseo de 10 minutos por la alfombra de follaje otoñal. La vista más panorámica, sin embargo, se dice que es desde el Yakushidake Panorama Park, a pocos pasos de la estación de teleférico en la cima de la montaña. Un mirador ofrece una vista panorámica de la colorida pendiente en primer plano que contrasta con los picos escarpados de Azuma Kofuji e Issai Kyōzan en la distancia.

Fotografías y texto: Shoepress.
(Fotografía del encabezado: símbolo de Aizu-Wakamatsu, castillo de Tsuruga a través de las hojas otoñales.)

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