Los castillos de Japón

Cien castillos de Japón®: el castillo de Oka (Ōita)

Cultura Historia

Cuentan que el castillo de Oka se construyó en el siglo XII para recibir a Minamoto no Yoshitsune, que se había enfrentado a su hermano mayor, Yoritomo. Esta fortaleza es conocida, además, por sus muros de piedra colosales: se levantaron durante una reforma de gran envergadura que se llevó a cabo en el siglo XVI. Los muros llevan ignimbrita, una roca obtenida al enfriar los flujos piroclásticos que había expulsado el monte Aso durante una de sus erupciones.

Castillo de Oka (Ōita)

  • Año de construcción: 1185 y 1596
  • Primer señor del castillo: Ogata Koreyoshi y Nakagawa Hideshige
  • Elementos destacados: las ruinas de la puerta Ōte, las ruinas del recinto nishinomaru y los muros de piedra de las ruinas del recinto sannomaru
  • Entrada: 300 yenes (estudiantes de secundaria superior en adelante)
  • Dirección: Ōita-ken Taketa-shi Taketa 2889
  • Sitio web oficial: Las ruinas del castillo de Oka, Sitio Histórico Nacional (disponible en japonés e inglés)

Un castillo inexpugnable que el clan Shimazu atacó hasta tres veces

Cuentan que Ogata Koreyoshi, un general de la zona, construyó el castillo de Oka en 1185 para recibir a Minamoto no Yoshitsune, que se había enfrentado a su hermano mayor, Yoritomo. Según las crónicas Bungo Kokushi, en el siglo XIV Shiga Sadatomo, perteneciente a una rama familiar de la provincia de Bungo (la actual prefectura de Ōita), arregló y amplió el viejo baluarte y lo bautizó castillo de Oka. En los siguientes doscientos años, aproximadamente, las distintas generaciones del clan Shiga asumieron el mando de la fortaleza, que acabó ganándose la fama de inexpugnable tras sufrir hasta tres ataques por parte de las tropas del clan Shimazu, del dominio de Satsuma, en 1586. Sin embargo, en 1593 al clan Ōtomo, de la rama principal de la familia, le confiscaron los terrenos y los Shiga también abandonaron el castillo de Oka. A continuación, Nakagawa Hideshige, que servía a Toyotomi Hideyoshi, entró en él y acometió una reforma de gran envergadura con el objetivo de convertir el baluarte, donde predominaba la tierra, en uno en el que destacara la piedra. Para ello tomó como base la topografía inexpugnable que había contribuido a defenderse de los ataques del clan Shimazu.

Aunque el castillo quedó abandonado en el siglo XIX y a día de hoy se conservan únicamente los muros de piedra, estos, que son de distintos tamaños, aparecen alineados y permiten imaginarse cómo era la gran ciudadela en su época. De entre todos los muros destacan especialmente, por su belleza y sus grandes dimensiones, los levantados sobre un barranco que abarca desde la zona septentrional del recinto sannomaru hasta el recinto ninomaru.

Cabe recordar que los muros de piedra del castillo de Oka llevan ignimbrita, una roca obtenida al enfriar los flujos piroclásticos que llegaron al río situado a los pies de la fortaleza durante una de las erupciones del monte Aso. Incluso a día de hoy se aprecian las ruinas del lugar de donde sacaron las piedras en el río.

Información adicional sobre este lugar

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  • Castillo de Ōita-Funai

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Imagen del encabezado: los muros de piedra pertenecientes al recinto sannomaru del castillo de Oka. (PIXTA)

(Traducción al español del original en japonés)

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