Un paseo fotográfico por Kamakura, antigua capital de Japón

Lugares de Kamakura famosos por sus albaricoqueros japoneses

Naturaleza Turismo

Hasta comienzos del período Heian (794-1185), cuando se hablaba de hanami, no se hacía alusión a la contemplación de los cerezos en flor, sino de los albaricoqueros japoneses. En la actualidad Kamakura se ha convertido en un lugar donde disfrutar de un paseo para ver los ume floridos. En este artículo presentamos varios enclaves que nos recomienda el fotógrafo Harada Hiroshi.

Unas flores que engalanan el inicio de la primavera y evocan la sensibilidad japonesa

Aunque las flores de cerezo son las más representativas de Japón, hubo un tiempo en el que los albaricoqueros japoneses simbolizaban la primavera. A los ume, que llegaron al archipiélago nipón procedentes de China hace unos 1.500 años, ya se los valoraba como árboles de jardín en el período Nara (710-794) y aparecen en numerosos poemas waka. En el período Kamakura (1185-1333) el aprecio por ellos se extendió entre más gente; por ejemplo, entre la clase guerrera.

En Kamakura los albaricoqueros japoneses florecen desde finales de enero hasta mediados de marzo. A día de hoy sus flores se siguen apreciando como anuncio de la llegada de la primavera y alegran la vista de quienes pasean en esta época.

Árboles frente a la capilla principal (haiden) del santuario Egara Tenjin, situado al noreste de la antigua residencia de Minamoto no Yoritomo.
Árboles frente a la capilla principal (haiden) del santuario Egara Tenjin, situado al noreste de la antigua residencia de Minamoto no Yoritomo.

El enclave más famoso de Kamakura por sus albaricoqueros japoneses es, sin duda alguna, el santuario Egara Tenjin. Minamoto no Yoritomo veneraba a Tenjin, deidad a la que veía como protectora de la “puerta del ogro” —la dirección noreste, considerada de mal agüero— de su bakufu (shogunato). En aquella época este era, junto con los santuarios Dazaifu Tenman (Fukuoka) y Kitano Tenman (Kioto), uno de los más importantes de todo Japón consagrados a dicho dios.

Sugawara no Michizane, político y literato de mediados del período Heian que ha pasado a ser venerado como deidad bajo el nombre de Tenjin, era un enamorado empedernido de los albaricoqueros japoneses; consecuentemente, estos árboles están presentes en todos y cada uno de los cerca de 12.000 santuarios dedicados a él que existen en Japón, cuyo nombre incluye tenman o tenjin. En el de Kamakura, que puede presumir de albergar más de un centenar de ume, destacan especialmente sendos árboles de flores blancas y rosas situados frente a la capilla principal (haiden). La época de plena floración se solapa con la de los exámenes de acceso del sistema educativo, de ahí que quienes desean un aprobado se agolpen para rezarle a Tenjin, dios de los estudios, y se cuelguen multitud de tablillas votivas ema en el santuario.

El templo Zuisen en la temporada de los albaricoqueros japoneses.
El templo Zuisen en la temporada de los albaricoqueros japoneses.

En cuanto a los templos budistas famosos por sus albaricoqueros japoneses, cerca del santuario Egara Tenjin encontramos el más famoso: el templo Zuisen. Si uno se coloca frente a la taquilla durante el punto álgido de la temporada, podrá contemplar el monte completamente cubierto de ume. Dado que hay una gran variedad de especies en el lugar, este se caracteriza por tener un período de floración largo.

Entre todas ellas destaca una de valor particular, que se encuentra frente al pabellón principal del templo desde el período Edo (1603-1868). Se trata de un jazmín amarillo u ōbai (Jasminum nudiflorum), que tiene unas bonitas flores de color amarillo claro. Makino Tomitarō, considerado el padre de la botánica japonesa, fue el encargado de bautizar dicha especie.

Jazmines amarillos u ōbai (Jasminum nudiflorum) del templo Zuisen, Monumento Natural de Kamakura.
Jazmines amarillos u ōbai (Jasminum nudiflorum) del templo Zuisen, Monumento Natural de Kamakura.

Albaricoqueros japoneses por toda la ciudad

El vergel Jūniso, situado al final del paso abierto de montaña Asainakiridōshi —un camino antiguo que va desde Kamakura en dirección este al distrito de Kanazawa (Yokohama)—, alberga uno de los mayores conjuntos de albaricoqueros japoneses de toda la antigua capital. Aunque en este huerto no solo se dedican a cultivar ume, sino también castaños y árboles del cítrico yuzu, cualquiera puede acceder a él libremente y contemplar el maravilloso regalo para la vista que presentan sus albaricoqueros japoneses de color blanco.

El vergel Jūniso, situado en unos terrenos que pertenecen a la Asociación para la Conservación de los Paisajes de Kamakura, alberga 400 albaricoqueros japoneses.
El vergel Jūniso, situado en unos terrenos que pertenecen a la Asociación para la Conservación de los Paisajes de Kamakura, alberga 400 albaricoqueros japoneses.

Entre los lugares prácticamente desconocidos son dignos de mención los ume del paso abierto de montaña Nagoekiridōshi, que se encuentra en la zona suroriental de la ciudad. Si uno sube durante unos minutos por el estrecho camino montañoso situado en las inmediaciones del paso a nivel de Nagoezaka (línea Yokosuka, de la compañía ferroviaria JR) y se da la vuelta, verá el famoso monte Fuji y el gran tejado del pabellón principal del templo Chōshō sobre un fondo de albaricoqueros japoneses de color blanco. Esta joya oculta nos regala una vista maravillosa de la que es posible disfrutar en privado.

Vista desde el paso abierto de montaña Nagoekiridōshi.
Vista desde el paso abierto de montaña Nagoekiridōshi.

Por último, nos gustaría presentar el templo Hase, cercano al Kōtoku-in, templo que alberga el Gran Buda de Kamakura. El recinto contiene alrededor de una cuarentena de árboles de diversas especies; además, durante el período en que celebra su festival de los albaricoqueros japoneses (por lo general, de comienzos de febrero a principios de marzo), es el único de los templos budistas y los santuarios sintoístas de Kamakura que ilumina sus ume cuando cae el sol. Las flores alumbradas en la oscuridad presentan una bella estampa de ensueño.

El templo Hase proporciona una bella vista nocturna de los albaricoqueros japoneses.
El templo Hase proporciona una bella vista nocturna de los albaricoqueros japoneses.

Texto e imágenes: Harada Hiroshi

Imagen del encabezado: Albaricoquero japonés llorón del templo Hase.

(Traducido al español del original en japonés.)

Kanagawa Fotografía Naturaleza Kamakura